Superar una decepción amorosa es posible si se siguen los pasos adecuados, en esta guía abordaremos el proceso psicológico que implica y cómo enfrentarlo.
Poniendo en práctica los ejercicios que aquí planteamos muy pronto serás capaz de ayudarte a ti mismo a enfrentar este desafío y recuperar tu estado de ánimo.
Cabe la pena señalar que hay muchas formas de abordar una decepción amorosa, desde el punto de vista terapéutico existen infinidad de enfoques y estrategias.
La guía que estudiaremos a continuación es uno de los posibles caminos, a nuestra consideración, es el más parecido a un proceso que se da de forma natural.
No es una “receta de cocina” es un trabajo que requiere de un esfuerzo constante, una reflexión intensa y sobre todo estar dispuesto a realizar cambios.
Ante todo, debes ser honesto contigo mismo y admitir que si estás muy afectado y no puedes solo necesitas ayuda psicológica y debes pedir apoyo profesional.
¿Qué es una decepción amorosa?
La decepción amorosa es la sensación de pesar y desengaño que surge como resultado del fracaso irrecuperable y definitivo de una relación de pareja.
Cuando dos personas establecen un vínculo amoroso mantienen expectativas que deben cumplirse para que su relación de pareja se fortalezca y perdure.
Un proceso de decepción amorosa comienza cuando uno ambos integrantes perciben que su relación de pareja será incapaz de satisfacer esas expectativas.
Por lo tanto, una decepción amorosa implica un proceso psicológico intenso, emocionalmente uno de los más agudos y dolorosos que se pueden experimentar.
Y es que, una relación de pareja afecta todas las áreas vitales del individuo, sus emociones, actividades, amigos, familia, economía, identidad y autoestima.
Sin embrago, la mayoría de personas que sufren una decepción amorosa la superan de forma natural y espontánea (aunque siempre hay excepciones).
A pesar de todo esto, superar una decepción amorosa no tiene que ser necesariamente algo traumático o desastroso, como generalmente se piensa.
Fases para superar una decepción amorosa
Superar la decepción amorosa consta de varias fases que se experimentan de diferentes maneras dependiendo de cada persona (no todos pensamos igual).
Y he aquí, que la clave para abordar el proceso de forma acertada consiste en conocerse a uno mismo: nuestras creencias, duelo y rutinas de vida.
De tal manera que podemos identificar estas tres fases, sobre las que encofremos nuestra atención y recursos para poder trabajarlas en orden secuencial:
Tus creencias (área cognitiva).
Tu duelo (área emocional).
Tus nuevas rutinas (área práctica).
Por lo tanto, nuestra primera tarea será obtener CLARIDAD sobre estas 3 fases, su importancia y funcionamiento para después realizar los ejercicios respectivos.
1. Creencias sobre la decepción amorosa
Nuestra mente está programada por los mensajes que, a lo largo de nuestra vida hemos recibido sobre lo que significan el amor de pareja y las relaciones.
Sin embargo, puede que estos mensajes no hayan sido los mejores, sobre todo porque la mayoría se han grabado de manera “inconsciente” en nuestra mente.
Estos mensajes se implantan sin nuestro permiso y se mantienen gracias a los refuerzos secundarios que a modo de “bola de nieve” van aumentando su peso.
Es decir, en base a numerosas fuentes: nuestros padres, colegio, trabajo, medios de comunicación, películas, música, amistades, religión, tradición cultural, etc.
Una decepción amorosa es señal de que llegó el momento de replantearnos lo que creemos sobre el amor. ¿Qué creencias negativas podrías haber adquirido?
Para diferenciar nuestras creencias positivas sobre el amor, de aquellas que no lo son, diremos que estás últimas poseen un rasgo en común: SON IRRACIONALES.
Concretamente, hay 3 prejuicios irracionales muy comunes que afectan a la mayoría de personas, y que tienen un peso considerable en una desilusión amorosa.
Autovalía
El prejuicio que gira alrededor de nuestro valor personal, por ejemplo: “si no tengo pareja valgo menos como persona” o el famoso “sin ti no soy nada”.
Si crees que “por ya no tener pareja vales menos” o “estás incompleto”, tu mente aceptará como consecuencia lógica que te sea muy difícil recuperarte.
Sobra explicar porque este prejuicio es irracional, todos somos invaluables con independencia de que una persona de las millones que habitan el planeta nos quiera.
Sin embargo, es un prejuicio de alta influencia, quizás el más pernicioso de todos y también el más común. ¿Quién o qué determina cuanto vales y por qué?
Reloj biológico
Este perjuicio se basa en la edad y las expectativas sociales que se tienen de nosotros, y afecta principalmente a personas que rondan entre los 35 y 45 años.
La creencia (como coloquialmente se dice) de que “se nos fue el último tren” o “nos quedamos a vestir santos”, como si el amor fuese algo con fecha de caducidad.
Es irracional ya que, a partir de la adultez temprana, siempre tendremos la posibilidad y capacidad de crear vínculos afectivos y llevar una sexualidad satisfactoria.
La coincidencia
El prejuicio de que “encontrar el amor” es un resultado fortuito, o la falsa convicción de que tener pareja es obra de la casualidad, el fruto de una coincidencia.
Pensamiento que generalmente es alimentado por películas y novelas, y que, aunque pueda resultar muy romántico, es completamente irracional y nocivo.
Desarrollar una relación satisfactoria implica planificarla como expectativa de vida y hacer algo de “manera activa” para lograr que dicha relación se produzca.
¿Qué significa mi decepción amorosa?
Hasta aquí hemos descrito las falacias más comunes en torno a una decepción amorosa, pero hay muchos prejuicios más que podrían afectarte, por ejemplo:
“La vida no volverá a ser igual”
“Es injusto que me deje, sólo por eso”
“No seré capaz de lograrlo sin él/ella”
“¿Qué tiene esa persona que no tenga yo?”
“Se arrepentirá cuando se dé cuenta”
“Es imposible, seguro que está confundido(a)”
“¿Cómo se lo diré a mis padres?”
“Tengo que luchar hasta el final”
“Se lo di todo y así es como me paga”
Y un largo etcétera
Ya no nos detendremos a explicar porque estas creencias son irracionales, simplemente bastará con reconocerlas como lo que son: veneno para tu mente.
En definitiva, tus ideas irracionales del amor son aquellas que te hacen creer que: tu valor depende de tu pareja, no podrás volver a amar o te será muy difícil lograrlo.
El antídoto para estas falsas ideas consiste en anotar aquellas creencias que más te afectan, y acto seguido, describir porque son irracionales para ti.
Ejercicio: tómate un día completo para escribir (o tantos como necesites) y daté a la tarea de explorar tus ideas sobre el amor y el desamor de pareja.
Para mí el amor es
Muy bien, ahí los tienes, ¿qué tanto coinciden con los prejuicios anteriores?… Si hay un gran parecido llegó el momento de nombrarlos por lo que son ¿recuerdas?…
Razones y errores de una decepción amorosa
Como mencionamos antes, debes hacer mucha autorreflexión y “escanear tus pensamientos” periódicamente para poder darle claridad a tu mente.
También es importante explorar aquellas razones lógicas por las cuales, tu decepción hacia tu ex pareja sería justificable y congruente (sí es que existen).
Es decir, si hubo maltrato físico, manipulación, infidelidad, o violencia emocional y a la inversa admitir honestamente los errores que tú cometiste en la relación.
Mis razones para estar decepcionado…
Mis errores en la relación…
Una vez identificados los prejuicios irracionales, las causas reales de tu decepción y los errores que cometiste te habrás quitado un gran peso de encima.
El objetivo de estos ejercicios es empezar a desarrollar una sana perspectiva, es decir, la capacidad de ser realistas e interpretar los sucesos con honradez.
Ver las cosas como son, ni pesimistas (ver las cosas peor de lo que son), así como evitar caer en un falso optimismo mejor conocido como autoengaño.
Ahora puedes dejar de sentirte mal por cosas que en realidad no tenían importancia, y enfocarte en aquellas que sí que son importantes: tus emociones.
El duelo por decepción amorosa
Tus emociones, sentimientos y todo aquello que sientes respecto a tu decepción amorosa pertenece a otro proceso psicológico conocido como duelo.
Y la mejor manera de enfrentarlo es programándolo, es decir, ponle una fecha límite ¿cuál es el tiempo mínimo que consideras necesario para sufrir tu pérdida?
Aquí las respuestas pueden variar, dependiendo de cuánto tiempo lleves sintiéndote mal, podría ser un día, una semana, un mes o incluso más tiempo.
Obviamente se trata de exigirte a ti mismo, sin embargo, si crees que necesitas 6 meses, 1 año o más para recuperarte debes pedir ayuda profesional.
Durante el tiempo que establezcas como tu periodo de recuperación, tendrás que trabajar en tus emociones para poder recuperarte satisfactoriamente.
Autoexigencia
Habrá muchas actividades que por “inercia emocional” no te resultarán atractivas, por ejemplo: comer, hacer ejercicio, cuidar tu aspecto personal y divertirte.
Pues bien, el reto consiste en comprometerte contigo mismo a realizar esas actividades, aunque de momento no te parezcan disfrutables o carezcas de motivación.
Desahogo emocional
Para empezar a liberar tus emociones puedes escribir una “carta de despedida” a tu antigua relación, o también puedes optar por llevar un diario emocional.
Durante todo tu periodo de duelo, debes recordar que el objetivo de esta etapa es que te desahogues y puedas expresar tus sentimientos sin guardarte nada.
Actividad física
Ejercitarse es una válvula de liberación emocional muy efectiva, y puede convertirse en uno de tus mejores recursos, la actividad física en esta etapa es crucial.
Los beneficios del deporte sobre el estado de ánimo son casi inmediatos, por lo tanto, ejercitarte diariamente es una actividad de la cual no deberías prescindir.
Socializar
Ante todo, debes evitar el aislamiento, aunque esto no significa que debas estar acompañado en todo momento, en ocasiones la solitud es necesaria.
Como indicamos antes, la autorreflexión y conocerse a uno mismo son muy importantes, y para ello necesitas estar solo y guardar un tiempo para ti.
Sin embargo, por ningún motivo puedes prescindir de la compañía. Tus amigos o tu familia serán esa red de apoyo que te dé ánimos cuando más lo necesites.
Organizarte
Para lograr ver resultados considerables deberás “si o si” planificar y organizar tu agenda creando espacios para las actividades que hemos mencionado:
Autorreflexión, actividad física, socializar, cuidado del aspecto personal, cultivar hobbies o actividades de tu interés: pintar, tocar un instrumento musical, leer, etc.
Todas, absolutamente todas las actividades deben estar incluidas en tu agenda, y debes comprometerte contigo mismo a llevarlas a cabo sin excusa alguna.
Una vez te hayas comprometido a realizar tus actividades de manera metódica y durante un periodo constante (el tiempo recomendado es de 15 a 30 días).
La tendencia natural será que empieces a sentirte cada vez mejor, hasta que gradualmente llegues a la meta deseada: una sana indiferencia hacia tu antigua relación.
Tu nueva rutina de vida
Habiendo recuperado tu equilibrio emocional puedes involucrarte en la 3ª fase del recorrido: establecer tus nuevas rutinas de vida y metas personales.
En esta fase se trata de crear objetivos que te impulsen y motiven nuevamente a vivir mental y emocionalmente como siempre has querido y mereces.
Para muchas personas, una de las principales fuentes de estrés ante una decepción amorosa, es la creencia de que sus expectativas a futuro están frustradas.
Como ya mencionamos antes, esto es fruto de una programación irracional, sin embrago, esta falsa creencia es la causante de muchas recaídas.
La mejor forma de evitar esta situación en tu proceso, es estableciendo objetivos interesantes, que despierten tu interés y enciendan tu pasión por algo.
La vida de toda persona está conformada por áreas vitales: social, amorosa, profesional, económica, intelectual, recreativa y espiritual (para los creyentes).
Define tus objetivos
Debes crear objetivos para cada una de estas áreas. Daté un tiempo para elegir sabiamente tus objetivos y analiza a fondo todo lo que vale la pena para ti.
Elige el objetivo que más te inspire, ese que te hará levantarte pronto por la mañana y acostarte tarde por la noche, y ponle una fecha límite a su consecución.
Anota en una libreta por qué estás absolutamente decidido a cumplirlo en esa fecha. ¿Tu objetivo posee la importancia suficiente para ser un reto inspirador?
Como este apartado solo pretende ser una guía sobre los aspectos más básicos, no nos pondremos a dilucidar demasiado sobre este último punto.
Actualmente contamos con infinidad de recursos que pueden ayudarnos a establecer objetivos personales: libros, cursos, pláticas y seminarios.
El internet, ya todos lo sabemos, es una fuente de información sorprendente. Queda a consideración de cada quien procurarse los medios para dicho fin.
Únicamente diremos que, si has llegado hasta este punto, es porque definitivamente y sin lugar a dudas has logrado superar tu decepción amorosa.
Sin embargo, establecer nuevas rutinas es indispensable para cerrar este ciclo, evitar recaídas o perder los beneficios que con tanto empeño pudimos alcanzar.
Terapia para la decepción amorosa
Las tres fases para superar la decepción amorosa forman parte del proceso natural de recuperación, que todos sin excepción, somos capaces de alcanzar.
Sin embargo, cuando una persona se ve severamente afectada y se siente incapaz de logarlo por sí misma, debe recibir apoyo profesional para recuperarse.
Esto depende del grado de “contaminación” de su programación cognitiva, y de la afectación emocional causada por auténticos daños a su persona (físicos o psicológicos).
Si la carga emocional sobrepasa a la persona y pierde perspectiva respecto a si misma, pueden verse afectadas otras áreas de su vida, como la familia o el trabajo.
Si en tu caso sientes angustia constante, ofuscación respecto a ti mismo y te ves imposibilitado para salir adelante por tu cuenta no dudes en contactarnos.
Gracias por consultar nuestra guía para superar una decepción amorosa, esperamos te haya servido para aclarar tus dudas e inquietudes ¡Hasta la próxima!
REFERENCIAS: Harvey, J. & Miller, E. (2000). Cognitive interdependence and the experience of relationship loss. London: Jessica Kingsley Publishers. || Bowlby, J. (1980). La separación afectiva. España: Paidós. || Riso, W. (2008). ¿Amar o depender?. Barcelona: Planeta. || Blandón, Ch. (1988). Manual para desenamorarse. Medellín: Colina, correo editores.
Consulta la publicación original: "" de Ayuda Psicológica en Línea.