Te viene grande, y, aunque todos lo sabemos, tú no te das por aludid@.
No sabes, no puedes, no quieres, no te dejas enseñar, aconsejar. Vives en un palacio de prepotencia que te queda muy grande, y nadie va a tener el valor de hacerte bajar del pedestal.
No me manejas, no me influyes. Al contrario, me crezco con tu falta de criterio y tu escasa inteligencia. Siempre pensé que era mejor que tú, y día a día reafirmas mi autoestima.
Nunca creas que ganas. Prefiero mi sonrisa y buen hacer a tus modos y gestos. No tendré lo tuyo, pero jamás conseguirás siquiera acercarte a lo que tengo yo.
No me cambio por tí, no dejaré mi influencia en tí porque no te lo ganas, y, aunque tenga que verte a diario, seré capaz de seguir mirando por encima de tu hombro sin esfuerzo.
Contigo sale mi lado más narcisista, ese que me hace rozar la perfección cuando ni siquiera me acerco, pero rodéate de mediocres y conseguirás lo que te propongas.
Me altero, me estreso, me tenso, pero lo expulso con mi vida y mis motivos para sonreir.
Gracias por hacerme mejor. Y como se que esa no es tu intención, disfrutaré con la venganza.
Os leo!!
P.D. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.