Quizá sea hora de darle un ritmo diferente a nuestras vidas. Un poco de movilidad, además de mejorar nuestra salud, forma y fortaleza física, nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos, con más vitalidad y energía para afrontar el día a día.
Un tipo de ejercicio para cada caso
La práctica habitual de ejercicio físico produce indudables beneficios que repercuten de forma muy positiva en la calidad de vida del sujeto que los efectúa. Lo mejor de todo esto es la cantidad de ejercicios de diferentes disciplinas que existen. Desde deportes en equipo con los que divertirse a retos personales, pasando por bailes, juegos y técnicas de relajación. Todos y cada uno de ellos tienen algo que aportar a nuestras vidas.Desde un punto de vista más técnico, el ejercicio se puede clasificar en distintas modalidades teniendo en cuenta su incidencia en nuestro cuerpo. Así, ciertas actividades desarrollan la fuerza del individuo, otras mejoran su resistencia, agilidad, flexibilidad o velocidad, pero ningún ejercicio puede hacerlo todo. Por ello, es muy importante que la tabla de ejercicios que cada persona se programe sea variada con el fin de que se puedan obtener todos los beneficios antes citados. Básicamente, existen tres tipos de ejercicios:
- Estiramientos: su importancia es crucial para la adecuada extensión de todos los músculos. Si se realizan correctamente, se notará un cuerpo más flexible y ágil, una relajación de la tensión mental y emocional, y una considerable reducción del estrés físico.
- Aeróbicos, dinámicos o de endurecimiento: estos ejercicios son fundamentales para fortalecer la resistencia y la salud cardiovascular. Si se realizan habitualmente, los pulmones procesarán más aire con menos esfuerzo, mientras que el corazón crecerá más fuerte y bombeará más sangre. Existen multitud de ejercicios aeróbicos tales como pasear a un ritmo rápido, nadar, montar en bicicleta, bailar, correr e incluso limpiar la casa o lavar el coche.
- Anaeróbicos, estáticos o de resistencia: estos ejercicios generan fuerza y resistencia muscular y redistribuyen el porcentaje de grasa-músculo. Además, reemplazan el tejido adiposo por tejido muscular sólido, modelando nuestro físico. Algunas actividades de este tipo son el levantamiento de pesas, los lanzamientos de peso y martillo o las carreras de velocidad.
Mejoremos nuestros aspectos orgánicos
Determinados tipos de ejercicios cumplen una función que, guiada de una manera adecuada, puede hacer mejorar algunos aspectos de nuestros órganos vitales y de nuestra estructura orgánica en general. Es sabido que para recuperarse de ciertas lesiones o enfermedades, o también para curarlas, los médicos recomiendan realizar esfuerzos físicos, pero ?sabemos realmente cómo la gimnasia incide en nuestro organismo?- Fortalecimiento del corazón: durante la actividad física, el cuerpo necesita más oxígeno. Para suministrarlo, el corazón late más deprisa y bombea más sangre por todo el cuerpo. Como el corazón es un músculo, con el ejercicio se hace más fuerte. Un corazón robusto palpita menos y puede bombear más sangre en cada latido, haciendo su trabajo más eficazmente.
- Incremento de la capacidad pulmonar: con el ejercicio se respira más profunda y rápidamente debido a que se necesita más oxígeno y, por tanto, se expulsa más dióxido de carbono. El resultado es una capacidad pulmonar más fuerte y más profunda, lo que conlleva que en cada inspiración los pulmones obtengan más oxígeno.
- Fortalecimiento de los huesos: las articulaciones del cuerpo se mueven y reciben más sangre y nutrientes cuando estamos activos. El resultado se traduce en unos huesos más fuertes, con más minerales y mucho más resistentes.
- Mejora general de los músculos: se hacen más potentes, más flexibles y con mejor tono cuando se lleva a cabo una actividad física de forma regular. El resultado es una mejora en la coordinación y eficacia en el movimiento, y una posibilidad de lesión menor.
- Rejuvenecimiento del cuerpo: el envejecimiento del cuerpo puede ser reducido haciendo algún deporte asiduamente.
A todas estas ventajas hay que añadir otras no menos importantes como la facilidad para conciliar el sueño, la mejora de la calidad total de vida o el aumento del poder mental. En cualquier caso, el ejercicio físico siempre debería estar presente en nuestra vida, ya sea por medio de acciones deportivas o por cualquier otro tipo de actividad que requiera una mayor movilidad y dinamismo por parte de nuestro organismo.