Como puedes ver en esta sección de Salud, en Fisiostar.com ya nos hemos ocupado de las varices en varias ocasiones. Te hemos explicado cómo prevenirlas y cómo reducirlas. Pero ahora toca ir más allá: nos ocuparemos de cómo tratarlas. Y en concreto, nos centraremos en un tipo específico de varices: las hemorroides. Aquí te explicaremos qué tratamiento de hemorroides puede ser más exitoso según su nivel de gravedad y según el tipo de intervención que desees realizar.
¿Qué son las hemorroides?
Las hemorroides, que comúnmente también reciben el nombre de almorranas, son en realidad varices que se forman en la zona anal. Es decir, son dilataciones venosas que no devuelven la sangre al corazón. Al igual que el resto de varices, pueden producir dolor, sangrado y picazón, pero en este caso todo se acentúa debido al comprometido lugar en el que aparecen.
De forma general, existen cuatro niveles de severidad (grado 1, grado 2, grado 3 y grado 4).
Las más leves pueden tener un carácter episódico y no sobrepasan lo que se conoce como línea dentada del ano, es decir, permanecen en una posición interior.
Las más graves sí sobrepasan dicha línea de forma permanente y son irreductibles, es decir, que para librarse de ellas hay que erradicarlas.
Tratamiento de las hemorroides leves o de grado 1
Lógicamente, cada caso es diferente y conviene que un experto analice el problema para proponer las soluciones más adecuadas. Pero por lo general,
las más leves o de grado 1 pueden admitir cremas de venta libre en farmacia. El objetivo de ellas es aliviar el dolor.
Unas contienen lidocaína y otras corticosteroides y son de aplicación directa. Por otro lado, otras cremas y fármacos relacionados con el problema son aquellos dirigidos a reblandecer las heces para que el momento de la defecación no sea traumático.
Tratamiento quirúrgico: el remedio tradicional
Para poner fin al problema de las hemorroides más graves (grados 3 y 4, principalmente), la medicina moderna venía proponiendo un tratamiento claro: su extirpación. Lo que normalmente se conoce como hemorroidectomía.
Y para ello es necesario el ingreso hospitalario para realizar la intervención, en la cual se elimina el tejido de la zona de la variz y posteriormente se sutura la zona. El postoperatorio suele ser doloroso y lento, debido precisamente a la falta de dicho tejido y a su regeneración.
Tratamiento quirúrgico no invasivo
Aunque la hemorroidectomía se sigue practicando, ha surgido recientemente un método alternativo. Es el que se conoce como tratamiento quirúrgico no invasivo: se trata de una operación de hemorroides en la que no se extirpa tejido, sino que se reintroduce la variz a su posición originaria y se sutura la zona para que no vuelva a salir. Uno de los principales exponentes de este método es THD.
Gracias a esta alternativa, se han reducido enormemente la sensación de dolor y los tiempos de baja, puesto que se lleva a cabo con cirugía ambulatoria (no hay ingreso hospitalario y el paciente puede salir por su propio pie el mismo día de la intervención).
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