La terminología puede llevarte a confusión y por ello te lo aclaro ahora mismo. El síndrome de dolor subacromial hace referencia a aquella lesión que llamábamos pinzamiento subacromial o tendinitis del manguito rotador (algunos). ¿Por qué ahora tiene un nombre diferente? Simplemente porque se dieron cuenta de que en una gran cantidad de casos no había pinzamiento alguno o el manguito rotador no era la causa del dolor.
Bueno, voy a lo que nos compete, el tratamiento del síndrome de dolor subacromial.
Esta vez te voy a presentar las diferentes herramientas de tratamiento, desde la más efectiva a la menos efectiva. Terminaré con las que no se sabe o no se muestran efectivas.
La información de esta entrada ha sido extraída de Effectiveness of physical therapy treatment of clearly defined subacromial pain: a systematic review of randomised controlled trials (2016) de M N Haik y col. Además, he querido dejarte otros estudios de actualidad que matizan y/o complementan el anterior.
Ejercicio terapéutico
Vuelve a ser el rey, al igual que en la gran mayoría de las lesiones y enfermedades.
Parece ser que los ejercicios que presentan mejores resultados son los destinados al hombro y la escápula (omóplato), lo que sería el complejo articular del hombro. Lo que hemos de buscar es la vuelta a un buen equilibrio muscular, flexibilidad y fortaleza de los músculos del manguito rotador y músculos escapulares.
Estos ejercicios parecen ser eficaces en la reducción del dolor y mejora de la funcionalidad y rango de movilidad.
Nuevos estudios se están llevando a cabo para determinar cuáles son los mejores ejercicios para esta lesión. A día de hoy no se tiene muy claro.
Terapia manual
La terapia manual se muestra efectiva en el tratamiento del síndrome subacromial. Cabe destacar que la debemos contemplar dentro de programas de tratamiento combinado (principalmente con ejercicio terapéutico). Se destaca su valor en la reducción del dolor y mejora de la función.
La terapia manual estudiada ha sido movilización con movimiento, movilizaciones de la cintura escapular y de columna torácica y cervical, técnicas de tejidos blandos y movilizaciones neurales.
Láser, magnetoterapia y ultrasonidos
A día de hoy no parecen presentar mejores resultados que placebo. Es por ello que los expertos no ven el láser, la magnetoterapia y el ultrasonidos opciones recomendables para esta lesión.
Diatermia y TENS
La diatermia y el TENS no parecen ser beneficiosos para el síndrome de dolor subacromial. La evidencia es todavía muy pobre, debido al reducido número de estudios y participantes en los mismos.
Taping
De acuerdo con los estudios hasta la fecha, no se recomendaría la aplicación de taping en esta lesión, ya que no parece tener mejores resultados que placebo.
Acupuntura y punción seca
La evidencia es muy limitada y los expertos parecían no querer mojarse y recomendaban que se estudiaran más y mejor.
En 2017 se ha publicado Acupuncture and electro-acupuncture for people diagnosed with subacromial pain syndrome: A multicentre randomized trial de J Lewis y col. En este estudio se afirma que la acupuntura no ofrece un beneficio adicional al ejercicio en el tratamiento de esta lesión.
En cuanto a la punción seca se ha publicado Effects of dry needling to the symptomatic versus control shoulder in patients with unilateral subacromial pain syndrome (2016) de Koppenhaver S y col. También JLExercises and Dry Needling for Subacromial Pain Syndrome: A Randomized Parallel-Group Trial (2017) de Arias-Buría y col. Parece que los estudios van encaminados hacia un posible beneficio de esta herramienta. Más estudios irán saliendo y aclarándonos las ideas
Conclusiones
La prescripción de ejercicio terapéutico parece ser el mejor de los tratamientos para el síndrome de dolor subacromial.
La terapia manual parece ser un buen “añadido” al ejercicio.
El láser, la magnetoterapia, el TENS, la diatermia, el taping y la acupuntura no entran en la lista de recomendados a día de hoy. La evidencia no los muestra como efectivos o no hay estudios de peso que hagan a los expertos mojarse.
La punción seca está en fase de estudio y esperamos que en un futuro próximo tengamos respuestas más claras. Hasta ahora parece que apunta a que podría tener su papel como complemento en esta lesión.
Lo que si se tiene claro es que FISIOTERAPIA debe ser la primera opción en el tratamiento del síndrome de dolor subacromial.
La imagen de cabecera es dominio público de Pixabay.
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