La palabra “transgénico” nos suena a todos. Aunque es más correcto llamarles “Organismos modificados genéticamente” (OGM).
Son seres vivos, normalmente plantas o animales, a los que el ser humano les ha cambiado alguno de sus genes originales, para conseguir determinadas características que, a priori, nos parecen más convenientes.
Esto de la modifciación genética a nuestra conveniencia, no es algo que haya surgido recientemente en un laboratorio puntero. Nuestros antepasados ya hacían modificación genética hace miles de años. ¿Cómo? Mediante la selección artificial.
El toro que se deja para semental es “el mejor”, para que transmita sus genes a sus hijos. Como el toro botines de El Fary.
Los perros que nos parecen más útiles para defensa, o para caza, o por estética son los descendientes de los oportunos cruces durante generaciones. Todos los perros actuales descienden del lobo, mediante selección artificial.
Esta monada es un beagle puppy. Fruto de la selección artificial.
Algunas variedades de cereales, o de frutales, provienen de la selección humana, que sólo planta los más productivos, o los más sabrosos, de forma que éstos son los que se reproducen, mientras que las variedades menos atractivas a nuestro paladar o a nuestro bolsillo, dejan de existir.
El maíz actual proviene de una mala hierba llamada teosinte.
El teosinte evolucionó hasta convertirse en maíz
El brócoli, tan sano y repleto de nutrientes no existe en estado silvestre, porque proviene, igual que su prima la col de bruselas, de un ancestro llamado col silvestre, de la que hemos ido seleccionado las modificaciones genéticas que más nos gustaban desde hace cientos de años. Hasta nos ha dado coles de adorno.
Bonita col ornamental, ¿no?
La selección artificial la tenemos ya bastante asumida. Y no la consideramos una modificación genética.
A finales del S. XX surgió la ingeniería genética, que consiste en manipular los genes de un organismo, utilizando la biotecnología.
Ello da lugar a organismos genéticamente modificados. Estos sí que son “creados” en laboratorios punteros y, a algunas personas, les causan cierta inquietud o temor.
Pero ¿porqué?… No lo sé. Seguramente haya varios motivos:
No entendemos cómo funciona el asunto, porque no somos biotecnólogos.
Es algo nuevo y no contrastado por la experiencia milenaria. Se ha acuñado el término neofobia.
Nos dan miedo las consecuencias a largo plazo que ello pueda acarrear.
Es sencillo explicar una teoría de la conspiración, y difícil explicar qué es un gen.
No es natural, en absoluto.
Puede considerarse no ético (puedes buscar en google “jugar a ser Dios” y te saldrán 8 millones de resultados, casi todos relacionados con la manipulación genética).
Al grano, por favor…
Los que tenemos alergias alimentarias, ya sabemos qué es el tratamiento de eliminación: No comer aquello a lo que se es alérgico.
Y, así, vamos imitando las comidas corrientes, que tienen algún ingrediente alergénico, buscando sustitutos que nos sirvan. Una muestra es este blog.
Pues la ingeniería genética está tratando de poner su grano de arena, creando modificaciones genéticas de algunos alimentos para que se reduzca su alergenicidad. Están creando alimentos transgénicos para los alérgicos.
Estos son los alimentos modificados genéticamente que están pensados para que no den alergia:
TRIGO GENÉTICAMENTE MODIFICADO. Otro invento español, como la olla exprés. Lo han desarrollado en el CESIC junto con la Universidad de Sevilla y el Instituto de agricultura sotenible de Córdoba. Su harina sólo tiene 50 mg de gliadinas/kg , y dicen que hace unos panes iguales a los de la harina de trigo corriente.
El pan de la izquierda es de trigo normal, el del medio, de trigo transgénico, y el tercero de harina de arroz.
CACAHUETES HIPOALERGÉNICOS. En Argentina los están desarrollando. Tienen bajas concentraciones de las proteínas Ara h2 y Ara h6.
Crema de cacahuete. Aggh!
SOJA HIPOALERGÉNICA. Le han quitado la proteína Gly m Bd 30K/P34 (toma ya!) que es la que produce la alergia. Antes hubo algún intento fallido.
MANZANA HIPOALERGÉNICA. Lo han conseguido, pero también lo están intentando con la cereza, y todavía no han dado en el clavo.
TOMATE HIPOALERGÉNICO. En 2010 consiguieron tomates sin ninguna de las dos proteínas que suelen causar la alergia.
ZANAHORIAS HIPOALERGÉNICAS. También las han obtenido. Yo no sabía que las zanahorias podían ser alergénicas, de hecho cuando le detectaron a mi hijo sus múltiples alergias, estuvo meses comiendo solo pollo, patata y zanahoria.
ARROZ. Le han rebajado la alergenicidad en un 50 %, porque hay varias proteínas implicadas.
LECHE DE VACA GENÉTICAMENTE MODIFICADA. En 2012 clonaron una vaca y la llamaron Daisy, la cual daba leche sin beta-lactoglobulina. No se comercializó. Más recientemente, en Argentina, han ¿creado? la vaca Rosita ISA, que es portadora de dos genes humanos, para que produzca leche parecida la humana. Esperan eliminarle en un futuro la lacto-globulina.
Os presento a Rosita ISA
Todavía no están en el mercado, pero lo del trigo parece inminente.
¿Qué te parece el asunto? ¿Tomarás estos alimentos transgénicos cuando estén disponibles?
Para saber más:
Cómo se convirtió la maleza en comida y el lobo en mascota.
Qué es la selección artificial.