Una rutina de entrenamiento basada en ejercicios crunch en sus distintas variaciones, permite obtener una tonificación más efectiva en los pectorales. El crunch con brazos extendidos a pesar de constar de movimientos muy similares a los del crunch clásico, permite aumentar la intensidad de trabajo dirigida al área específica que se quiere trabajar.
Cómo hacerlo correctamente
Para realizar de forma correcta el crunch de brazos extendidos es necesario tener en cuenta cinco pasos básicos. El primero es la forma de acostarse, debe hacerse en el suelo y de manera recta con las rodillas dobladas; formando un ángulo de 90 grados entre las corvas y las pantorrillas, los pies deben mantenerse apoyados en el suelo todo el tiempo.
Para completar la posición inicial, los brazos deben estirarse al máximo por encima de la cabeza con las manos frente a frente. Al igual que otras variantes de crunch, este ejercicio consta de dos movimiento; el primero es partiendo de la posición inicial y se debe contraer la parte superior del cuerpo hacia adelante, manteniendo la alineación de los brazos con los hombros y el cuello, exhalando todo el aire con este movimiento, pero poco a poco.
El segundo movimiento consta de regresar a la posición inicial, bajando la parte superior del cuerpo al nivel del suelo mientras se inhala. Los movimientos deben repetirse continuamente las veces que lo indique el programa de entrenamiento, dependiendo del nivel del atleta y del objetivo que se busque alcanzar.
El crunch con brazos extendidos permite sacar un mayor rendimiento a la rutina, ya que en vez de situar las manos detrás del cuello, se extienden generando así una resistencia adicional al ejercicio. La velocidad en bajar y subir no debe ser muy alta, el truco de la efectividad de este ejercicio está en mantener la postura correcta, no es la velocidad ni en la cantidad.