Casi siempre relacionamos el mal aliento con la falta de higiene, sin embargo, no siempre es la causa. La prueba está en que hay días en la que por más que nos lavemos los dientes el olor no desaparece.
Si te pasa de vez en cuando quizá se deba a algo que comiste, o a que no cepillaste bien tus dientes, peeeero si es un problema de todos los días, no lo dejes pasar, porque podría ser ocasionado por alguna de las siguientes enfermedades:
Estreñimiento
El mal aliento es uno de los principales síntomas del tránsito lento. Esto debido a que el colon es un deposito del material de desecho del organismo, que, si no se limpia al menos, cada 24 horas, promueve el desarrollo de bacterias y ocasiona otros padecimientos digestivos como la colitis.
Diabetes
Al tener un elevado nivel de glucosa en la sangre, afecta el funcionamiento de las glándulas salivales, por lo que al no producir la saliva suficiente propicia la proliferación de bacterias, y estas el mal aliento. De igual manera, los pacientes con diabetes suelen despedir un olor afrutado similar al de manzanas podridas, esto debido al cúmulo de cetonas en la sangre.
Insuficiencia renal
Cuando los riñones no funcionan correctamente, sustancias como la urea que deberían expulsarse por la orina, permanecen en el cuerpo causando un olor metálico.
Sinusitis
Si percibes un olor a putrefacción en tu aliento podría ser debido a una sinusitis crónica. La sinusitus causa inflamación en los senos paranasales y produce una mucosidad que se drena por la parte posterior de la lengua y garganta. Dicha atmósfera es un caldo de cultivos para miles de bacterias, de ahí el mal aliento.
Aunque estos son algunas de las causas más comunes, hay otros padecimientos que también causan el mal aliento, por lo que te recomendamos que no lo dejes pasar y consultes a tu médico.