La tensión baja en verano se produce porque con el calor, los vasos sanguíneos se dilatan para favorecer la pérdida de temperatura corporal y, en consecuencia, se produce esa bajada de tensión.
Si una persona se expone demasiado al sol y no se hidrata adecuadamente, puede llegar a sufrir una hipotensión grave llegando incluso a desmayarse.
Sin embargo hay otras causas que pueden bajar la tensión por ejemplo, insuficiencia cardíaca, medicamentos (diuréticos, tranquilizantes), ingerir alcohol, entre otras.
La tensión se considera normal cuando está entre 90/60 mm Hg y 130/80 mm Hg, según la Clínica Mayo. Los síntomas más comunes de la tensión baja son visión borrosa, mareo, decaimiento, sudor frío y debilidad.
Consejos para quienes sufren de tensión baja en verano
Debes hidratarte muy bien: bebe agua en abundancia.
Evita las bebidas alcohólicas ya que pueden bajar la tensión arterial.
Consume alimentos equilibrados como granos integrales, frutas, verduras, proteínas (carne, pescado, proteínas vegetales, etc), mantente bien nutrid@.
Si no tienes problemas cardiovasculares, puedes utilizar alimentos más altos en sal (aceitunas, jamón serrano, frutos secos con sal, etc.) o añadir algo más de sal en tu comida pero con cuidado.
Al levantarte en la mañana hazlo despacio de costado y luego siéntate al borde de la cama antes de ponerte de pie.
Lo importante es evitar los factores desencadenantes, evita el sol directo y procura buscar la sombra siempre que puedas.
Si estás caminando, haz paradas periódicas para restablecerte del calor.
Si sientes que tu tensión está más baja de lo habitual y sientes demasiada debilidad, acude a tu médico, te ayudará a buscar la mejor forma para solucionar este inconveniente y que no suponga condicionarte durante el verano ni te impida disfrutarlo.