Los tatuajes son una forma de expresión, sin embargo y aunque son muchos los diabéticos que quieren tatuarse, no saben qué recomendaciones tienen que seguir, ya que la información en los centros de tatuado es escasa. En esta entrada espero recogeros los pilares fundamentales, pero en primer lugar, debemos saber que vivir con diabetes no es excluyente y con un buen control podemos realizarnos el tattoo que queramos.
La zona
Antes de realizarnos cualquier tatuaje lo primero que debemos pensar es dónde lo queremos, ya que hay determinadas zonas donde nos podemos arrepentir (por ser muy visibles) y ya no solo eso, si no que debemos saber que las zonas donde inyectamos habitualmente la insulina serán más propensas a infecciones por estar más sensibles. Las zonas menos recomendables son el antebrazo, los muslos o el abdomen.
Tatuaje
Si ya hemos elegido la zona y vamos a hacernos un tattoo, solo podremos si:
Tenemos un buen control de nuestras glucosas. El descontrol dificulta la cicatrización.
No estamos pasando un proceso vírico o infeccioso. Aunque tengamos nuestra glucosa bien controlada, será mejor estar sanos del todo para hacernos el tatuaje, ya que el riesgo de descontrol glucémico será mucho menor.
No tener lipoatrofia ni hipertrofia en la zona.
No tenemos complicaciones derivadas de la diabetes y mucho menos enfermedad cardiovascular.En cuanto al centro de tatuado debemos elegir un centro homologado, limpio, que use material nuevo y que esté esterilizado.
Curación.
Una vez realizado lo más importante será la curación, ésta dura en torno a 15 día de tratamiento intensivo. Así debemos tener en cuenta:
Mantener nuestra glucosa bajo control.
Limpiar la zona al menos 3 veces al día con agua templada y jabón PH neutro. Posteriormente aplicar la crema de cicatrización recomendada.
Evitar el agua excesivamente caliente en la zona.
Secar la piel con papel, sin arrastrarlo sobre la zona. (Posar el papel hasta que absorba el agua).
Una vez limpio cubrir con papel film transparente.
Evitar la ropa excesivamente ajustada, de licra o lana.
No tocar la zona con las manos sucias.Infecciones
No seguir las recomendaciones o no curarlo adecuadamente puede provocar que la cicatrización sea mucho más lenta o se provoque alguna infección bacteriana. Una vez se detecta que la zona puede estar infectada hay que ir al médico o dermatólogo, que valorará el grado de infección y si hace falta administrar antibióticos.
En las personas que vivimos con diabetes tratar la herida es fundamental ya que de no hacerlo puede incluso causar amputaciones quirúrgicas de la piel en los casos más extremos.
Si tenemos algún tipo de alergia, también debemos tener consideraciones con la tinta y preguntar sus componentes.
Tatuajes de henna
Son tatuajes temporales, pero a veces más peligrosos que los permanentes. El motivo es que la tinta vegetal roja que se emplea es combinada con productos tóxicos (parafenilendiamina) para que sea negra en la piel y esto suele causar infecciones o reacciones, sobre todo si la zona elegida es una donde nos pinchamos normalmente.
Las reacciones más frecuentes son descamaciones, irritación o enrojecimiento. Se debe tratar en un dermatólogo.
Tatuajes especialmente pensados para diabéticos
Los laboratorios Draper de origen estadunidense, han pensado en la posibilidad de desarrollar un método de tatuado para los diabéticos: Tintas fluorescentes especiales que indiquen las alteraciones de glucosa en el paciente. El color de los tatuajes cambiará en el momento en que se produce una alteración glucémica, y podrá apreciarse mediante un escáner con luz infraroja, evitando las mediciones en los dedos. Sin embargo aún no se sabe cuando se producirá.
En cuanto a los tatuajes en enfermos crónicos o que sufren alergias a medicamentos, ya son muchos los médicos que apoyan la opción de tatuarse algún símbolo de su enfermedad en un lugar visible, ya que a veces los colgantes se pierden por el camino. Sin embargo los pacientes aún no estamos muy por la labor de tatuarnos con este fin.