La fruta está deliciosa, se puede comer prácticamente a cualquier hora y viene cargada de beneficios para nuestro organismo, muchos de ellos desconocidos. En esta ocasión vamos a hablar de la sandía, una fruta que nos ayudará a combatir la debilidad que podemos sufrir tras realizar esfuerzos físicos intensos. Pero no se queda aquí, ya que hay muchos más beneficios en la sandía que merecen la pena conocer:
L-Citrulina, nuestra gran aliada.
Esta sustancia se encarga de relajar nuestros vasos capilares, por lo que supondrá una riada de beneficios en nuestro aparato circulatorio y sistema inmunitario, siendo el corazón uno de los grandes beneficiados aparte de que reduciremos problemas como la hipertensión. También ayuda a nuestro hígado a expulsar amoniaco.
Mejora la recuperación muscular.
Como hemos dicho, la sandía puede ser muy beneficiosa después de practicar deporte, y es que cuando practicamos deporte y comenzamos a fatigarnos nuestro cuerpo genera amoniaco, que ya hemos dicho que ayuda a eliminarlo, y ácido láctico, otro compuesto contra el que es muy beneficioso y así acelerará nuestro proceso de recuperación después de entrenar o jugar.
Nuestra vida sexual mejorará.
Y es que al ser un vasodilatador natural, el flujo de nuestra sangre será mejor en todo nuestro cuerpo, ayudándonos a evitar o superar problemas como pueden ser la disfunción eréctil.
Ayuda a prevenir el cáncer.
En su composición se encuentran unos cuantos bioactivos que se ha demostrado científicamente que sirven por prevención contra algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Función estética.
La sandía también cuenta con licopeno entre sus componentes, un compuesto que ayuda a frenar el avance del envejecimiento, además de ayudar a prevenir algunas degeneraciones oculares.
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