La somnolencia, fatiga, dolor de cabeza y náuseas son los síntomas más comunes de la astenia primaveral. No se trata de un síndrome real en sí mismo pero sí que es una adaptación de nuestro organismo a los cambios que se producen en su entorno. En primavera, los días empiezan a ser más largos y tenemos más horas de luz del día, por lo que cambian automáticamente nuestros ritmos circadianos y hábitos. Esto hace que vayamos más cansados y sintamos fatiga y decaimiento, según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, que además de estos síntomas asocia la astenia primaveral con todos los síntomas nombrados anteriormente como ya vimos también en otro artículo en el que os comenté sobre varios estudios que se hicieron al respecto.
Para combatir la fatiga y para salvaguardar la salud y el bienestar podemos usar remedios naturales efectivos.
Dormir
Para luchar contra la astenia primaveral lo mejor es dormir, al menos 7 horas al día y seguidas. No es ningún descubrimiento que si descansamos bien nos levantamos mejor y para eso hay que poder dormir las horas justas y sin despertarnos cada dos por tres.
Parece algo obvio pero os aseguro que muchas veces no se cumple. La melatonina y el triptófano pueden ayudarnos a conciliar el sueño y mantener el ritmo del sueño en buen estado logrando que hagamos todas las fases del sueño y podamos descansar bien y levantarnos sin que parezca que no hemos descansado.
En el caso de la melatonina, puede ayudarnos a re-equilibrar nuestro estado de sueño-vigilia y ayudarnos en esta situación de trastorno del sueño pero debo recordar que no debe consumirse a largo plazo y hay que ir con cuidado con las funciones hepáticas y renales así que siempre aconsejo que antes de tomarlas preguntéis a vuestro médico de confianza.
Bajo supervisión médica se pueden llegar a consumir hasta periodos de 2 años sin que aparezcan efectos secundarios pero es bueno saber que a veces pueden aparecer y que estos son los siguientes:
dolor de cabeza
depresión (sintomatología a corto plazo)
somnolencia durante el día
mareos
calambres estomacales e irritabilidad
El triptófano puede servir en los casos en los que no se pueda conciliar el sueño por culpa de la astenia primaveral o el cambio de hora que se produce en estas fechas o para regular el sueño para que podamos hacer las fases con normalidad. Éste ayuda a sintetizar serotonina, un precursor de la melatonina. Éste solo actuará si es necesario, es decir, si lo tomamos y no lo necesitamos no notaremos ningún efecto, simplemente será eliminado por la orina.
Los médicos suelen recetar benzodiacepinas para casos de insomnio. Este tipo de medicamentos son sedantes y yo no soy partidaria de darlos por mucho que los prescriben como si fueran caramelos porque crean una enorme dependencia en los pacientes y luego no pueden dormir sin tomarlos. De verdad puedo asegurar que las personas que vienen a la farmacia sin receta para este tipo de medicamentos a los que (obviamente) no puedo vender la medicación porque necesito la receta, responden de forma incluso agresiva porque actúan igual que un drogodependiente al que no le dan su dosis de droga. Eso ya es muy significativo.
Las benzodiacepinas tienen una acción hiponótica sobre nuestro organismo, relaja los músculos y son ansiolíticos. Por ejemplo los tiazolam o zolpidem, uno de los más conocidos sería el Stilnox®, actúa muy rápido pero engancha mucho. De hecho se debería tomar como mucho 10 días porque más de 10 tiene este efecto dependiente que hace que las personas que lo toman necesiten más dosis para tener el mismo efecto que tuvieron los primeros días y que además lo necesiten para poder dormir porque ya no pueden dormirse sin tomarlo.
Es más, se debe ir reduciendo siempre la dosis de este tipo de medicamentos para que no haya un efecto rebote que de lugar a insomnio aún más grave que al inicio y para que el cuerpo se habitúe porque sino puede dar lugar a nerviosismo, cambios de humor, dolor de cabeza, irritabilidad, ansiedad…
El lormetazepam, como por ejemplo el Loramet®, se usa en personas que se despiertan muy temprano y no pueden volver a dormirse y tiene el mismo efecto negativo que los tiazolam. En el caso de las personas que no solo no pueden dormir sino que además sienten ansiedad se les prescribe el clonazepam o el lorazepam que actúan sobre la actividad cerebral de las personas.
La importancia de la nutrición para combatir la fatiga
En casos como el de la astenia de primavera, una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es la alimentación. Una excelente dieta para este periodo del año se basa en una reducción significativa del consumo de carne roja y alcohol. Mejor opta por las verduras, especialmente crudas y de hoja ancha, ya que ayudan al hígado a desintoxicar el cuerpo, y fruta de temporada.
Para combatir la fatiga, un consejo que nunca falla es aumentar el consumo de alimentos energizantes como las espinaca y tomates.
También es recomendable separar las comidas en 5. Es decir, hacer cinco comidas al día separando una comida de otra 4 horas. Nunca saltarse el desayuno y dejar dos horas entre la cena y la hora de meterse en la cama.
Hacer ejercicio físico
Sí, el ejercicio físico también hace que descansemos más y mejor y no nos sintamos cansados. Lo más recomendable es hacer cada día 30 minutos de algún tipo de actividad física como montar en bicicleta, nadar, pasear a paso ligero, bailar, practicar yoga…elige aquello que más te guste y dedícale menos de una hora al día. Puedes ver más en Haz deporte a diario…¿sabes por qué debes hacerlo?.
Hierbas contra la fatiga
Curarse con hierbas es otra de las posibilidades para hacer frente a la fatiga de primavera: la ortiga, diente de león, bardana y la gramilla son útiles para combatir este cansancio. Con una o dos infusiones por día ya es suficiente.
Para resolver los problemas de insomnio y ansiedad que suelen acompañar a la astenia primaveral, el lúpulo es un excelente aliado, ya que tiene fuertes propiedades sedantes, reduce la irritabilidad y contiene antioxidantes como flavonoides y sales minerales.
Complementos alimenticios
Si una nutrición adecuada y los té de hierbas no son suficientes para hacer que vuelvas a sentirte con energía, los suplementos también pueden serte de gran ayuda. En este caso son eficaces los suplementos que contengan magnesio o los que aporten un suministro natural de vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico.
La arginina y la glucosa (suplementos de glucosamina) nos aportarían una dosis de energía rápida pero si queremos tener energía a medio plazo, que es lo más conveniente en esta situación de astenia primaveral nos convendría más tomar suplementos con vitaminas del grupo B (B12, B6, B9 o B3), carnitina o extracto de té verde. La levadura de cerveza, por ejemplo, nos aporta vitaminas del complejo B a parte de otros minerales como el zinc, cobre, calcio, silicio, hierro o fósforo. Ideal para ayudar a combatir el cansancio. Lo ideal es tomar entre 10 y 30 gramos diarios de levadura de cerveza.
Luego también quisiera destacar la jalea real, que a parte es buena tomarla en esta época porque previene los resfriados y tiene acción antibacteriana y estimula nuestro sistema inmunológico. Es muy habitual que ene estas fechas me venga mucha gente a la farmacia con dolor de garganta, resfriados, defensas bajas…con lo cual no está de más un aporte de energía que además nos ayude a prevenir resfriados. Eso sí, no hay que tomarla si se padece la enfermedad de Addison.
Por otro lado tenemos el polen, que también es rico en vitaminas del grupo B, C y provitamina A. Para poder notar los efectos beneficios del polen se debe tomar durante 20 días seguidos y luego se tiene que reposar unos 10 días y volver a tomarlo. Y si se hace así ya veréis como notáis más energía.