¨Los 101 después de un segundo trasplante renal¨
Borja Revilla Sanz
Mi historia en los 101 de la Legión comienza después de mi segundo trasplante renal 18-12-12, en ese momento decido realizar deporte para mantener mi estado de salud lo más fuerte posible. Poco a poco y no sin sufrir, sin pensar mas de una ocasión en dejar de hacer deporte, consigo subir montañas, montar en bicicleta de montaña, realizando alguna ruta MTB de hasta 40km y 1000 metros de desnivel, un día surge la ocasión de inscribirme en la famosa carrera 101km de La Legión, Ronda, buen reto para demostrar a la sociedad que después de un trasplante hay vida, y se puede realizar deporte con naturalidad siempre bien asesorado por mis médicos y mi entrenadora
El entrenamiento
Después de conseguir dorsal para realizar la prueba de los 101 de ronda, que ya es un milagro conseguirlo, me esperan duros meses de entrenamiento, soportando días de lluvia sobre mi bici, viento, otros de mucho calor, horas de gimnasio, escuchar a la gente de mi entorno decirme ¨ahora que estas bien te vas a joder no hagas esa animalada¨ todo eso sonaba en mis oído a casadas de agua, que me daba igual.
Mi cabeza firme en los entrenamientos, ¨por qué no voy a poder¨ seré constante en mis entrenamientos y llegare preparado para el día de la marcha.
Llega el día de los 101 de la Legión
Llega el día 14 de Mayo de 2016, estoy en Ronda, con miles de cientouneros, hay no me vale ser un trasplantado tengo que ser fuerte, no me lo van a poner más fácil por ser un trasplantado el recorrido es el que es, el tiempo de cierre de meta no lo van a camiar, hay que pedalear. Suena el pistoletazo de salida, que nervios, no soy el único que esta cagado de miedo, en las letrinas hay colas para entrar, todos estamos nerviosos, cruzamos Ronda, la gente te aplaude y no siento ni que pedaleo.
Los primeros kkilómetros
Empiezan los 101 las primeras cuestas, me lo tomo con mucha calma, estoy empezando he de aguantar los 101km de la marcha y en buenas condiciones, en los avituallamientos los legionarios me tratan como uno más, se agradece, que atentos, no falta de comer ni beber, me he de hidratar mucho más que una persona normal, calma hay tiempo, quedan algunas subidas pero después de comer en el cuartel tengo más de la mitad del recorrido echo.
La gente nos anima en el lugar más inesperado, en medio de la nada una familia con su picnic a la puerta de una finca nos ofrece comida, bebida, ¨pero estos¨ ¿Que hacen aquí? Si no llega ni la carretera¨ hay gente animando por todas partes, el eco al pasar por Setenil de las Bodegas hace llana la pequeña pendiente del pueblo, la gente nos lleva con sus ánimos, ¡no estamos solos!
Se hace duro a partir de la mitad de los 101 de la Legión
Subo a la ermita empujando mi bici, ¡al año que viene hago los 101 sin la bici para subir empujándola vengo sin ella!, la bajada aguantando la bici como puedo, ¡menudas pendientes!, junto a otros compañeros trasplantados sigo adelante, en las últimas subidas se nos pegan las zapatillas al barro mientras empujamos la bici cuesta arriba, no queda nada, se ve el pueblo de Ronda al fondo solo queda bajar un poco, subir la famosa cuesta del cachondeo y dejarnos caer.
Llegada a Ronda, las sensaciones de terminar la prueba de MTB los 101 de la Legión
Es enriquecedor, emocionante, estoy trasplantado y estoy cruzando las calles de Ronda junto a mis compañeros trasplantados, se ve la meta, nos juntamos para entrar brazo con brazo a la meta, lo hemos conseguido, somos unos campeones, hemos completado los 101 de ronda en el tiempo estipulado.
Orgulloso de mi gesta, he superado los 101 de la Legión, como otros muchos pero este era mi lucha con mi cuerpo, después de mi segundo trasplante de riñón, he conseguido cumplir uno de mis retos, me siento orgulloso.
[A día de hoy 3-02-17 estoy contento, ya que han decidido publicar una pequeña versión de mi experiencia en los 101 de Ronda en el libro que publicaran este año con motivo de su aniversario, en cuanto consiga el libro lo cuelgo para que podáis leer como ha quedado el texto]
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