¿Qué pasa cuando tu cuerpo no recibe vitamina D?

También se conoce como “la vitamina del sol”, y es que una de las fuentes más importantes de la vitamina D proviene de la luz del sol. El confinamiento a nivel mundial ha puesto en jaque las reservas de este nutriente en prácticamente todos los individuos. Algunos se conformaron con salir al balcón, otros intentaban aprovechar cada rayito de sol que se colaba por la ventana y alguno que otro no ha tenido la ocasión de aprovechar la luz natural durante varios días seguidos.
De todos modos, esto no es algo nuevo que ocurre a raíz de la pandemia que ha azotado en todos los continentes de la Tierra, la deficiencia de vitamina D lleva años siendo un problema para muchas personas. De hecho, un estudio realizado en Estados Unidos indica que más de 34 millones de estadounidenses sufren este desequilibro.

Problemas de salud a causa de la falta de vitamina D

Un estudio publicado en 2012 en el Journal of Pharmacology & Pharmacotherapeutics ha descubierto que la deficiencia de vitamina D se debe principalmente a factores ambientales y de estilo de vida que reducen la exposición a la luz solar. Esto es, la luz solar es fundamental para la producción de vitamina D inducida por los rayos UV en la piel.
Esta deficiencia puede desembocar en un problema mayor, haciendo que aumente la posibilidad de sufrir algunos de los siguientes trastornos o enfermedades:

- Dolor crónico
- Cardiopatía
- Hipertensión
- Trastornos del sistema inmunitario
- Infecciones
- Osteoporosis
- Esclerosis múltiple
- Artritis reumatoide
- Algunos tipos de cáncer (mama, colon, próstata)
- Diabetes tipo 2

Cabe destacar que estas afecciones no solo se tienen por qué dar en el caso de que los niveles de vitamina D en el cuerpo sean bajos. Un suplemento de esta vitamina puede prevenir de manera sencilla y saludable.
 

Los beneficios de la vitamina D

Una de las características más destacadas de la vitamina D es que ayuda a absorber el calcio, lo que fortalece huesos y dientes. Por otra parte, es un nutriente muy valioso que contribuye a mantener la salud del sistema inmunológico, muscular y nervioso.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, hay quienes son susceptibles a la deficiencia de vitamina D, destacan algunos grupos de individuos, por ejemplo: mujeres embarazadas, lactantes, personas de piel oscura u otras que se suelen cubrir la piel cuando están al aire libre.
 

Cómo obtener la cantidad adecuada


La clave para obtener una mayor cantidad de vitamina D en el organismo se divide en tres ramas: la exposición al sol, la alimentación y los suplementos nutricionales.
De cara a la alimentación, algunos alimentos son naturalmente ricos en vitamina D, los más populares y recomendables son el aceite de hígado de bacalao, el hígado en general, la yema del huevo, el salmón, las sardinas, el pez espada o el atún. También existen otros que son enriquecidos con esta vitamina (leche de vaca, bebidas de soja, almendra o avena, yogur, zumo de naranja, etc.).
Respecto al consumo de los complementos nutricionales, cada vez son más recurrentes y su uso está más extendido. Los hay dirigidos a bebés, niños, adolescentes, mujeres embarazadas o adultos específicamente. Puedes encontrar el que más se adapte a tus necesidades. Además, algunos de los suplementos incluyen vitamina D dentro de un multivitamínico que aporta otra serie de nutrientes que pueden ser de tu interés.


 

¿Es peligroso pasarse?


Como ocurre con (casi) todo en este mundo, el exceso puede invertir los efectos y convertir la vitamina D en algo perjudicial. Es un fenómeno conocido como la “toxicidad de vitamina D” y puede causar náuseas, vómitos, falta de apetito, estreñimiento, debilidad, pérdida de peso, daño renal y hasta altos niveles de calcio en la sangre.
La Biblioteca Nacional de Medicina en los Estados Unidos ha afirmado que “la mayoría de los casos de toxicidad ocurren cuando alguien abusa de los suplementos de vitamina D”. En cambio, según los informes de la institución, “la exposición excesiva al sol no causa intoxicación por vitamina D porque el cuerpo limita la cantidad recibida”. No obstante, la sobreexposición a la luz UV puede tener otras consecuencias negativas que en ocasiones deriva en cáncer de piel, uno de los más agresivos.
Lo importante es dar con el equilibrio perfecto, aprovechar la luz del sol sin excederse ni dañar la piel. En caso de que no podamos salir a la calle por una lesión, encadenemos varios días nubosos o incluso si tenemos que recluirnos nuevamente en casa para detener la expansión de una pandemia, los suplementos de vitamina D son una fuente eficaz y fiable a la que puedes recurrir.
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