Es la secreción de las glándulas hipofaríngeas y mandibulares de las abejas obreras jóvenes (de entre 4 y 15 días de edad). Es una pasta semifluida de un color blanco amarillento y tiene un sabor ácido muy característico aunque también es un tanto azucarado. El olor es tipo fenólico, para hacernos una idea notaremos algo parecido al barniz. Aunque con el paso del tiempo el olor se pierde y el color varía en contacto con el aire.
La jalea real deriva de la transformación del polen, que es el alimento proteico principal de las abejas, por lo tanto, la usan para poder crecer y mantener las estructuras del cuerpo; a diferencia del polen, que es una estructura biológica casi en su totalidad de origen vegetal, la jalea real es totalmente de procesamiento de animal. La usan inmediatamente después de la secreción, no se almacena como el polen y la miel.
Cuando las abejas se preparan para salvaguardar a una nueva reina, construyen células especiales (que llamamos reales), y al fondo de éstas acumulan la comida para alimentar a las larvas que están en la misma celda. Esta es la jalea real que los apicultores tanto valoran y anhelan por sus múltiples beneficios.
De hecho, constituye el alimento exclusivo de todas las larvas de abejas desde el nacimiento hasta el tercer día de vida. En el caso de las larvas que están destinadas a ser reinas la usan hasta el quinto día, que es cuando la célula donde se encuentran se opercula para transformarse luego en abeja real, y siguen tomándola toda la vida. Por eso las abejas reinas son mucho más grandes que las obreras. De hecho, en menos de un día se desarrollan el doble que las obreras. Es más, las abejas reina duran hasta cinco años mientras que las obreras no más de 45 días, y es a la jalea real a la que le atribuyen este efecto beneficioso.
El uso de jalea real está especialmente indicada para niños y ancianos, o para personas que hacen deporte o necesitan un aporte de energía. Por ejemplo, para personas que se encuentran débiles, personas que trabajan demasiado, neurasténicos… Aunque en realidad todo el mundo puede usarlo en beneficio propio.
¿Qué contiene? Los principales componentes de la jalea real fresca son:
agua (57-70%),
proteínas (14-15%),
azúcares (12-13%),
lípidos (3-4%)
minerales (2%).
De las sustancias proteicas, gran parte son los aminoácidos, de los cuales ocho se consideran esenciales para el organismo humano (isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina).
Los azúcares se componen principalmente de glucosa y fructosa, y, en menor medida, de maltosa, tralosio, melibiosa, ribosa y erlosa.
Los lípidos se componen principalmente de ácidos grasos, cuyos más relevantes son el ácido decendioico ceto-trans-decendioico y el ácido hidroxi-trans-decendioico.
Entre los minerales, con orden de concentración descendente, encontramos potasio, calcio, sodio, zinc, hierro, cobre y manganeso.
Entre las vitaminas, son abundantes las del grupo B, especialmente el ácido pantoténico (vitamina B5). Aunque también cabe destacar su contenido en vitamina A, E y ácido fólico (vitamina B9).
Además también me gustaría destacar su contenido en acetilcolina, un neurotransmisor y vasodilatador que además actúa como antibiótico y antibacteriano. En gran parte, esta actividad antibiótica viene dada por la roialisina.
En la jalea real existe un número considerable de elementos esenciales para la vida humana que actúan en perfecta sinergia. Algo que por el momento es imposible lograr en el laboratorio.
Propiedades y usos principales
Antes que nada cabe subrayar la inocuidad sustancial del producto y los beneficios de la jalea real que a groso modo son nutricionales, metabólicas y aportar energía.
Se recomienda la jalea real para:
Ayudar al cuerpo durante los cambios estacionales.
En períodos de estrés y esfuerzo de trabajo o estudio. Es decir, tanto para esfuerzo mental como físico. Está indicada para estudiantes y atletas.
En casos de depresión (en estos casos juega un papel importante la acetilcolina y las vitaminas del grupo B).
Durante la convalecencia o durante periodos de hospitalización.
Estimulante del apetito.
Estimulante del metabolismo.
Inmunoestimulante.
Tónico.
Para los bebés prematuros o pacientes con deficiencias nutricionales y de edad avanzada.el crecimiento.
Para la piel (hace que esté más sedosa y elástica).
Es ideal para luchar contra la caspa y la caída del cabello.
En casos de úlcera duodenal (esta condición en el 60% de los casos se debe a la avitaminosis pantoténica).
Diabetes (disminuye la cantidad de azúcar en sangre hasta en un 33% tres horas después de la administración de la jalea real).
Ideal para casos de anemia y en especial sobre la anemia senil.
Es recomendable si hay astenia.
Mejora los niveles de colesterol…
El uso continuado de jalea provoca una agradable sensación de euforia y vigor. Desaparece toda la fatiga y la apatía y es por eso que se recomienda a los atletas y los deportistas en general.
En los niños se ha podido comprobar que se tienen resultados realmente espectaculares para combatir trastornos intestinales, abrir el apetito en los niños que les cuesta comer, ayuda en casos de anemia, aumenta el tono general del cuerpo y les aporta vitalidad.
En su estado puro es mejor mantenerlo en el refrigerador. A la misma temperatura que las verduras. Fuera de la nevera, no es que se altere y no sirva para nada pero sí pierde, a partir del octavo o décimo día, parte de su calidad. Aunque cabe decir que hoy en día hay productos estables en el mercado. Puede encontrarse tanto en forma de viales como incluso en champús.
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Por lo general se recomienda sobretodo tomarla en primavera y otoño, es decir, en los llamados tiempos de “cambio de estación”.