Si quieres proteger tu salud, y la de los tuyos, llega el momento de dar el paso y contratar un buen seguro de salud. En caso de que ya hayas echado un vistazo, seguro que has visto que hay infinidad de opciones ya no solo por aseguradoras, sino por las pólizas que ofrece cada una y las coberturas que tienen. A simple vista, parece que escoger el seguro adecuado puede ser toda una odisea, pero lo cierto es que no.
Lo que necesitas es tener muy claro qué buscas y, sobre todo, qué hay que valorar en los seguros de salud para asegurarse de que realmente son buenos y de que se ajustan bien al precio que piden. Para eso te vamos a ayudar, porque te vamos a dar varias claves a tener en cuenta para elegir el mejor seguro de salud según tus necesidades. Recuerda que, al final, lo más importante es que se ajuste a ti.
Cómo elegir el mejor seguro de salud
Lo primero que debes tener en cuenta al escoger un seguro de salud es la cobertura que te ofrece y los beneficios que brinda. Vas a pagar una cuota mensual por él, así que repasa a fondo todos los servicios médicos que están cubiertos y no dudes en explorar posibles complementos como el seguro dental o terapias menos frecuentes. Debes asegurarte sobre todo de que cubra tus necesidades médicas actuales, y prevenir por lo que pueda ocurrir en el futuro.Dejando este primer y fundamental aspecto a un lado, tenemos que abordar otro importantísimo: los proveedores. En este caso, tienes que ver todas las clínicas, hospitales y médicos que operan con este seguro y que están incluidos en sus planes. Así, podrás valorar cuáles son las mejores opciones en base a lo cerca que estén de tu domicilio habitual, como también la calidad del trato que ofrecen y la variedad de servicios médicos y hospitalarios que brindan. Todo eso es importantísimo si quieres asegurarte de tener un buen seguro de salud.
En la otra cara de la moneda están los límites. Ten muy claros cuáles son los tratamientos, medicamentos y soluciones médicas que quedan excluidos de la póliza para no llevarte sorpresas luego. Muchas veces se da por sentado que hay un tratamiento incluido y, después, se recibe un jarro de agua fría al ver que hay que abonarlo por completo, o tener que renunciar a los centros privados por su disparatado coste.
También es conveniente valorar si la aseguradora es lo suficientemente flexible como para modificar las coberturas con el paso del tiempo, si te permite hacer revisiones anuales para ver si es necesario hacer ajustes o se pueden negociar posibles ofertas y, si viajas a menudo, si hay cobertura internacional y de qué tipo. Si te vas a proteger, que sea en todas partes.
Con todo esto, y tras un largo ejercicio de análisis y comparación, podrás contratar el mejor seguro de salud para ti. Es una tarea más fácil de lo que aparenta, aunque requiere tiempo si quieres acertar de lleno con tu elección.