Para obtener todos y cada uno de los beneficios que el ajo nos aporta, se recomienda consumirlo preferiblemente crudo y en ayunas, ya que en el proceso de cocción puede perder muchas de sus magníficas propiedades.
Probablemente su sabor resulta muy fuerte debido al contenido de azufre, pero si analizamos todos los beneficios que se pueden obtener al comer ajo crudo, el olor pasará a un segundo plano y lo comeremos con más ganas. Lo más aconsejable es comer ajo en ayunas, concretamente, dos dientes diarios, para así poder sentir sus poderes curativos.
Hemos de recordar que para evitar posibles molestias por su sabor y olor que suelen quedar tras comer ajo, podemos optar por las cápsulas naturales que se encuentran ya incluso en supermercados.
Además, de forma natural se puede combatir bebiendo un poco de zumo de limón o masticando una hoja de menta. Lo importante es no privarse de obtener los numerosos beneficios de este grandioso producto natural para, entre otras cosas, adelgazar.
Ver vídeo que explica las propiedades del ajo
Propiedades que aporta comer ajo crudo
El ajo es uno de los alimentos con mayores beneficios para nuestro organismo, siendo entre otras cosas un gran antioxidante y un magnífico antibiótico natural. Pero como pasa con muchos otros ingredientes, para que sus efectos sean totalmente positivos para nuestra salud y funcionen, el ajo hay que comerlo totalmente crudo, así la alicina, que es su principal compuesto antioxidante, permanece intacto.
En caso de que simplemente no puedas tomar ajo crudo, te recomendamos que acudas a una tienda de productos naturales o a cualquier supermercado, y adquieras cápsulas de ajo, las cuales conservan sus propiedades sin necesidad de que se note el fuerte olor y sabor.
¿Para qué sirve comer ajo en ayunas?
Consumir el ajo en ayunas es muy bueno para desintoxicar el organismo, además si se toma de manera continuada y a largo plazo seremos capaces de prevenir ciertos tipos de cáncer, diabetes y problemas relacionados con los nervios y estados depresivos.
Propiedades del ajo crudo en ayunas
Actualmente hay muchas opiniones acerca del consumo del ajo en ayunas. Frecuentemente podemos oír a la gente decir que se trata de una receta casera de las abuelas y que tiene muy poco efecto. A pesar de todo, numerosos estudios indican que se trata de una sustancia muy beneficiosa para prevenir y curar distintas enfermedades.
Diversas investigaciones, realizadas sobre las propiedades del ajo, demuestran que al consumirlo en ayunas es un poderoso antibiótico natural. Es más efectivo cuando se toma a esa hora, porque las bacterias se encuentran expuestas y no se pueden defender sucumbiendo ante su poder.
Numerosas personas que padecen hipertensión han encontrado en el ajo un alivio de los síntomas de dicha enfermedad. Junto con su efectividad para la circulación, también evita problemas de corazón, ayuda al buen funcionamiento del hígado y la vesícula. Es efectivo para problemas del estómago, como las diarreas, además de ser excelente para problemas nerviosos.
Entre otras propiedades del ajo, destaca la estimulación de la digestión y el apetito. También ayuda a controlar el estrés, evitando así la acidez estomacal que generalmente tiene su origen cuando nos ponemos nerviosos.
El ajo es reconocido en muchos lugares del mundo por sus múltiples beneficios, es por ello, que desde hace muchos años se le conoce con el nombre de alimento curativo.
Para adelgazar
La principal razón de que el ajo sirva para adelgazar es que es un alimento que ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre y esto es bueno para perder peso y poder quemar la grasa almacenada.
Debido a su capacidad para desintoxicar el organismo, el metabolismo mejora y por tanto disminuye mucho el peso de las personas, pues facilita la eliminación de la grasa corporal
contraindicaciones del ajo
Respecto a las contraindicaciones del ajo, el principal es el incremento en el riesgo de hemorragias. Muchos de los efectos secundarios se relacionan con el consumo excesivo o abuso de suplementos de ajo, con elevada concentración de sus principios activos.