¿Qué es el aceite de palma? Origen y composición nutricional
El aceite de palma es un aceite de origen vegetal obtenido a partir de los frutos de la semilla de la palma africana (Elaeis Guineensis). Además de la extracción del aceite, se somete a procedimientos mecánicos de refinado.El aceite de palma está constituido principalmente por triglicéridos, ácidos grasos y vitaminas. Entre los ácidos grasos, un 40-45% son ácidos grasos saturados (principalmente ácido palmítico C:16). Por otro lado, alrededor de 37-46% son ácidos grasos monoinsaturados (principalmente oleico C: 18:1). Por último, alrededor de un 10% de ácidos grasos poliinsaturados (ácido linoleico 18:2). Como fuente de vitaminas, destacan la Vitamina E (9,50mg/100g) y los carotenos (α-caroteno 9,40 ug y β-caroteno 25,70 ug/100g), precursores de la vitamina A. Estas vitaminas se caracterizan por ser vitaminas antioxidantes. A pesar de ser buena fuente de vitaminas antioxidantes, estas se pierden durante su proceso de refinado . Por eso, el aceite de palma presente en los productos ultraprocesados carece de estas vitaminas.
Utilización por parte de la industria
Dado el aumento significativo de su producción, su uso se ha diversificado en otros campos. Industrias como la de combustibles, cosméticos, plásticos y productos farmacéuticos la han incorporado en sus procesos.En cuanto a su uso por parte de la industria alimentaria, destaca por ser uno de los aceites más económicos. El aceite de palma ofrece un rendimiento superior comparado con otros aceites vegetales.
Por otro lado, la industria lo emplea principalmente porque no aporta sabor, es muy estable (alimentos sometidos a frituras), no se enrancia ni se oxida fácilmente. Una de las características más apreciadas por la industria es su punto de fusión. El aceite de palma permanece sólido a temperatura ambiente, aportando una textura suave y untuosa. Además, no se hidrogena, por lo que ha sustituido en muchos alimentos a las grasas trans.
¿Es peligroso para la salud?
Para empezar, el perfil lipídico del aceite de palma no es nada saludable. Este aceite es rico en grasa saturada y bajo en grasa poliinsaturada. El ácido palmítico (principal en este aceite) tiene un efecto hipercolesterolemiante y es aterogénico. Es decir, facilita la acumulación de LDL colesterol (o colesterol “malo”) en las paredes arteriales y la formación de placas de ateroma, aumentando el riesgo cardiovascular. Además, se relaciona con varias enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o el cáncer. De hecho, se ha propuesto que el aceite de palma podría ser la fuente de energía que utilizan los tumores para iniciar la metástasis (propagación de un tumor), aunque existen resultados contradictorios.¿Quieres tener acceso a estos estudios científicos? En el blog de “Lo que dice la ciencia para adelgazar” nos recogen un montón de información de utilidad.
¿El problema es el aceite de palma en sí mismo, o su proceso de refinado? De su composición y del ácido palmítico ya hemos hablado un poco pero, ¿qué pasa con el refinado de los aceites?.
La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) ha mostrado que los ésteres glicidílicos de ácidos grasos, contaminantes que se forman durante el proceso de producción de los aceites vegetales refinados, son genotóxicos (originan daños en el material genético) y cancerígenos. A nivel europeo, se está trabajando en la revisión de los límites máximos de contaminantes generados en el proceso de refinado de estos aceites. Así, se pretende reducir su exposición a través del consumo de productos procesados.
Productos ultraprocesados donde encontrar aceite de palma
El aceite de palma se consume de manera “oculta”. Noo percibimos su consumo ya que se encuentra principalmente en los productos ultraprocesados. Estos productos procesados contienen una gran cantidad de ingredientes, con nutrientes que son de baja calidad nutricional y nada saludables. Entre los productos que contienen aceite de palma se encuentran: helados, salsas, margarinas, galletas, bollería, pizza, chocolates, repostería, confitería en general, aperitivos dulces y salados, palitos de pan, etc.Cremas y coberturas de chocolate
Productos para untar
Bollería y pastelería: como sustituto de las grasas hidrogenadas
Aperitivos y chips salados: especialmente porque este aceite tiende a aguantar más frituras que otros aceites
¿Cómo identificar el aceite de palma en el etiquetado?
Hasta hace poco en las listas de ingredientes de los productos no era necesario especificar el tipo grasa o aceite vegetal. Debido a que estos aceites y grasas vegetales presentan diferentes efectos sobre la salud de los consumidores, la reglamentación europea (RE 1169/2011) sobre el etiquetado obliga a concretar el tipo y origen de estas grasas o aceites.El aceite de palma puede aparecer como tal en la lista de ingredientes o bajo diferentes denominaciones entre las que se encuentran “aceite de palmiste”, “sodium Palmitate”, “estearina de palma” “palmoleína”, o usando el nombre científico de la especie (Elaeis guineensis).
El aceite de palma en la etiqueta / Fuente: La Sexta, Equipo de Investigación
Consecuencias medioambientales
No se puede decir que el aceite de palma sea ecológico ni sostenible, pues la expansión de los cultivos del aceite de palma (alrededor de 13 millones de hectáreas en Indonesia y Malasia principalmente) se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales, además de la desaparición de especies en peligro de extinción y emisión de gases responsables del calentamiento global.Reflexión
Algunas de las cadenas de distribución de alimentos han reclamado una reducción del aceite de palma en los productos ultraprocesados. Sin embargo, la industria alimentaria se justifica afirmando que, en muchos casos, no se puede sustituir e incluso que es imprescindible.El problema del aceite de palma es el procedimiento industrial de refinado al que se somete previo a su uso. De esta manera, se desprenden sus vitaminas antioxidantes. Además, este aceite suele encontrarse en los productos ultraprocesados juntos con otros ingredientes como azúcares, harinas refinadas, sal y aditivos. En definitiva, junto con ingredientes muy rentables para la industria alimentaria y perjudiciales para la salud de los consumidores.
En general, hay que procurar evitar el consumo de estos productos procesados, no sólo por el aceite de palma, sino por el producto en su conjunto. Compra más alimentos frescos en el mercado y acude menos al supermercado.