Me comentaba una amiga, hace unos días, que tenía ganas de saber que pasaba con lo del aceite de palma que lo habíamos dejado pendiente en mi anterior entrada,“Grasas saturadas”
Su interés, venia motivado, porque en una reunión familiar, a ella le toco encargarse del desayuno, tuvo la idea de aportar unas inocentes galletas.
Su sorpresa fue, cuando le recriminaron, que estas contenían aceite de palma, y ciertamente, no es un ingrediente muy saludable, como ahora comprobaremos.
El aceite de palma es una grasa “vegetal”…¿saludable?
Se trata de una grasa obtenida del fruto de la palma africana, al igual que el aceite de oliva, procedente del fruto del olivo, ambos como vemos, son de origen “vegetal”, lo que tal vez nos pueda inducir a pensar que al tener el mismo origen, este aceite de palma, pudiera ser saludable.
Lo cierto es que no es así, el aceite de palma, está compuesto en un 50% de grasa saturada, el de oliva, su grasa mayoritaria son las monoinsaturadas las cuales son saludables.
Además, la grasa saturada principal del aceite de palma, el ácido palmítico, se lleva la “palma” en cuanto a perjudicial, recordad, que en la anterior entrada nombramos grasas saturadas saludables , sin embargo, en nuestro aceite de palma, sus grasas se caracterizan por estar relacionadas con un aumento del riesgo cardiovascular, provocando elevación de los niveles de LDL-colesterol, “el malo”, así como también está relacionada con la aparición de grasa visceral y cancer. Como veis de saludables tienen más bien poco.
¿Cómo se procesa el aceite de palma?
Algo que debemos conocer y tener muy en cuenta para comprender lo perjudicial de esta grasa es el cómo y el porqué de su procesado.
El aceite que se obtiene de la palma aceitera, es de color rojizo, su sabor y olor no resultan atractivos para su uso por las industrias, con lo cual debe ser procesado, ello se consigue tras someterlo a este a elevadas temperaturas, por encima de 200ºC, lo que provoca la formación de unas sustancias, los ésteres glicídicos, que resultan ser muy perjudiciales cuando se consumen y que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) los coloca en su lista de contaminantes alimentarios.
Aquí os dejo el enlace, por si os interesa conocer esta lista de, contaminantes alimentarios que se forman tras el procesado de este aceite
Ahora que ya sabemos como se procesa, la cuestión que se nos plantea será…
¿Porqué se usa, si parece poco saludable?
La razones son varias, una, resulta muy muy muy económico y por todos es conocido que las empresas de cualquier tipo, su prioridad, suele ser reducir los costes de producción.
Cualquier otro aceite, soja, girasol, oliva son más saludables pero resultan más caros.
Pero además hay otras razones que lo hacen especialmente interesante y atractivo tanto para la industria alimentaria como para la de productos de cosmética y limpieza, y es que se mantiene sólido a temperatura ambiente, ello lo hace idóneo para coberturas en productos de bollería, chocolates, bombones… mantiene además una textura untuosa en cremas, aguanta más frituras que cualquier otra grasa vegetal…
Como vemos parece complicado renunciar a un producto tan versátil.
Vamos con la siguiente cuestión.
¿Dónde encontramos este aceite?
Bueno ya os he dado pistas, pero seremos más precisos para dejar las menos dudas posibles: en las galletas de un desayuno o merienda cualquiera, en la inocente chocolatina que le damos a nuestros niños por ser “buenos”…, en las pizzas que les compro a mis hijos los viernes para cenar, en los snack que ponemos de aperitivo o que consumimos de vez en cuando para matar el hambre, o en esa lasaña congelada que ponemos porque no hemos tenido tiempo o ganas de cocinar, o en las chucherías que nos piden los niños de vez en cuando, o en esos helados que están tan ricos y nos resultan irresistibles…y si no os parece suficiente también lo vamos a encontrar en el detergente de lavar nuestra ropa, o en cremas hidratantes, en esa vela que enciendes para ambientar tu casa…Como veis es difícil no encontrarlo.
En internet podemos encontrar listas con los nombres de empresas que utilizan este ingrediente y ya os digo que todas son muy conocidas.
Las plantaciones de aceite de palma, están situadas en zonas que previamente eran bosque tropical, y son la principal causa de la deforestación en Malasia e Indonesia, tal vez esto no sea ya un tema de nutrición, pero debemos cuidar el planeta.
Pasamos a la siguiente pregunta.
¿Podemos evitar su consumo?
Por suerte, SI, antes en los listados de ingredientes no era obligatorio especificar el tipo de grasa vegetal, afortunadamente desde el 2014 esto ha cambiado y es obligatorio especificar el tipo de grasa que lleve cualquier producto.
Es cierto que las empresas intentan colarnos este aceite de palma poniéndole nombres alternativos como palmiste, palmoleina, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palma, manteca de palma…de manera, que no, nos dejemos engañar.
Mi amiga y sus galletas con aceite de palma… conclusión
Me queda una duda, es cierto que las galletas de mi amiga, contenían el ingrediente maldito, sin embargo, ¿ se le habrían cuestionado sus galletas, si estas no hubiesen llevado aceite de palma?, ¿ es lo peor que le podía pasar a sus galletas? ¿alguien le habría llamado la atención tal vez por su exceso en azúcares o harinas refinadas?.
Un ingrediente aislado, no es lo único que nos debe llamar la atención de un alimento, sino que deberíamos observar el listado de todos los ingredientes y valorar si merece la pena o no su consumo.
Y si queremos ser saludables, es tan sencillo como evitar, en la medida de lo posible, el uso de alimentos ultraprocesados, independientemente del tipo de grasa, azúcar, harinas o lo que sea que lleven…nunca un procesado podrá competir con un alimento sin listado de ingredientes.
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