Podemos aliviar y corregir muchas patologias con plantillas ortopédicas a medida
A lo largo de varios artículos vamos a explicaros que tipos de plantillas existen y para que problemas pueden usarse.
Hoy hablaremos de las distintas patologías que puede tener un pie que son fácilmente tratadas mediante una plantilla ortopédica.
Pie plano
Se considera pie plano cuando hay una disminución del arco interno del pie, pudiendo llegar hasta desaparecer. La huella que deja no tiene la curva característica de una huella de un pie normal. Suele aparecer también desviación en valgo del talón (pisa más con el borde interno del talón que con el externo).
En el niño, puede tener dos tipos de pie plano, flexible o rígido.
El flexible se puede corregir maniobrando el pie con las manos, el rígido no. En el caso de pie plano flexible podrá aplicarse en el niño plantillas ortopédicas correctoras, para llevar las estructuras anatómicas del pie a su correcta posición para poder corregir la deformidad. A parte deberá de hacer ejercicios de reeducación de la musculatura de la pantorrilla y pie además de llevar un calzado adecuado.
Muchos pies planos en edad infantil desaparecen solos, por eso ha de ser siempre el médico especialista el que determine que tipo de tratamiento ha de llevar.
Cuando el pie plano continúa en el adulto, ya no se usa un tratamiento corrector, si no paliativo. Servirá para paliar dolores, que realice una correcta pisada y evitar que se hunda el arco más.
En el caso de pie plano infantil se usaran plantillas con materiales rígidos y en el adulto materiales blandos que ayuden a distribuir la presión plantar.
Pie Cavo
El pie cavo es todo lo contrario del pie plano, es decir, cuando tiene una bóveda plantar excesiva. Esto provoca que el pie no apoye en sus puntos de apoyo normales, por lo que disminuye la superficie de apoyo y el peso que recibe se concentra en una menor superficie, que son el talón y las cabezas de los metatarsianos (lo que comúnmente llamamos la almohadilla del pie). Debido a este sobreapoyo, con frecuencia suele aparecer dedos en garra o martillo.
Cuando la deformidad produce dolor pueden usarse plantillas de descarga, que distribuyan el peso a toda la superficie plantar, aliviando así la presión sobre la zona metatarsal y el talón.
Desviación en valgo o varo
Es la desviación lateral de la parte posterior del pie, habiendo un mayor apoyo en la parte interna del pie (valgo) o externa (varo). Puede ser debido por debilidad de los ligamentos de la articulación, por insuficiencia muscular, compensar una mala posición de otra estructura anatómica del cuerpo, etc.
El valgo suele ir asociado al pie plano y el varo al pie cavo. Ambas desviaciones provocan problemas en rodilla y/o cadera, debido a la desalineación, tanto a nivel muscular como desgaste de meniscos, ligamentos…
Para corregir esta desviación pueden usarse plantillas que cuñas que consigan una correcta alineación del pie con el tobillo y pantorrilla.
Fascitis plantar
En la planta del pie tenemos mucha musculatura, la cual está recubierta por una fascia.
Cuando esta musculatura se irrita e inflama se produce la fascitis plantar, la cual cursa dolor en la zona del arco pudiendo llegar hasta el talón. Suele ser debida a una excesiva actividad física, sobrepeso, trabajos que impliquen largos ratos de estar de pie, apoyo incorrecto del pie…
En fascitis plantar leve podemos aplicar una talonera blanda (de silicona por ejemplo) que amortigüe al caminar (la fascia se inserta en el talón, por lo que amortiguaremos el tendón de la misma).
En casos más graves o cuando la talonera no alivie el dolor, se usaran unas plantillas ortopédicas que a parte de la talonera soporte la bóveda plantar para no sobrecargar la zona.
Espolón calcáneo
En la inserción del tendón de la fascia que hablabamos antes, en algunas ocasiones, tras sufrir repetidos traumatismos o una constante tensión, puede osificarse, es decir, que se cree hueso en el tendón, formando un ganchito. Este gancho puede ser doloroso o no.
En el caso de que produzca dolor se podrá tratar con el uso de una plantilla, la cual consistira en una talonera de silicona con dos densidades, siendo la parte central de la misma (donde suele encontrase el espolón) de la densidad menor asi conseguiremos una descarga selectiva de la zona.
Bursitis de talón
Entre el hueso del talón y el tendón de Aquiles, tenemos una bolsa llena de líquido, llamada bursa. Su función es la amortiguación y lubricación entre el tendón y el hueso. Cuando hay un uso repetitivo o excesivo del tobillo, ya sea por correr saltar, caminar en exceso, esta bursa se inflama y causa dolor.
A parte de tratamiento farmacológico (antiinflamatorios), reposo, hielo y fisioterapia, el uso de una ortesis plantar ayuda a paliar el dolor.
Consistirá en una plantilla con una talonera para descargar la presión del hueso del talón (calcáneo) al realizar el apoyo, a parte de colocar los elementos necesarios para realizar un buen apoyo en toda la planta del pie para aliviar la tensión plantar, y dar estabilidad al tobillo durante el apoyo.
Enfermedad de Sever
Es una lesión frecuente en niños y adolescentes deportistas, que están creciendo y todavía están esqueléticamente inmaduros.
Al crecer más rápido el hueso que el tendón, este sufre una tensión que produce una inflamación en el talón.
El tratamiento mediante el uso de una plantilla consistirá en colocar una talonera de material duro, lo que elevará el talón hacia arriba acercando el origen e inserción de la musculatura posterior de la pierna, evitando así el exceso de tensión en el tendon. Se puede colocar también sobre esta talonera dura otra más blandita de silicona para amortiguar la presión recibida. Es muy importante que aunque el dolor esté solo en un pie, se coloquen las plantillas en los dos pies ya que si no causaremos una dismetría que afectaría a nivel de la cadera.
Hundimiento del arco transverso
El pie consta de tres arcos, el interno, el externo y el transverso. Este último lo forman las cinco cabezas de los metatarsianos, siendo el primero y el quinto los que apoyan en el suelo y el segundo tercero y cuarto forman el arco.
Por diversos motivos (trabajar de pie, obesidad, edad, pie cavo…) este arco puede hundirse, realizando el apoyo del pie las cinco cabezas de los metatarsianos, produciendo dolor en la zona al no estar preparada para recibir ese exceso de presión. A este dolor se le conoce como metatarsalgia y es el dolor más frecuente en personas adultas.
Para calmar este dolor es muy efectivo el uso de una plantillas ortopédicas con un apoyo metatarsal que vuelva a formar el arco transversal, descargando de esta manera el sobreapoyo en las cabezas de los metatarsianos.
Neuroma de Morton
Esta patología es un hinchazón de un nervio del pie que se encuentra en la mayoría de veces entre el tercer y cuarto dedo, y con menor frecuencia entre el segundo y tercer dedo del pie. El roce que se produce con los ligamentos, músculos y huesos cercanos es lo que causa mayor irritación e inflamación, con su consiguiente dolor, entumecimiento y cosquilleo de la zona.
El tratamiento mediante ortesis plantares consistirá en colocar un apoyo retrocapital que eleve el cuarto, tercero y segundo metatarsiano, consiguiendo así liberar el espacio evitando el roce del bulto en el nervio.
Neuroma de Morton
Todas las plantillas a medida deben ser fabricadas por un técnico ortopédico previo estudio individualizado del pie.
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Para cualquier duda estamos a vuestra disposición.
Saludos
Laura Maicas Pérez
Técnico Ortoprotésico
Terapeuta Ocupacional
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