Pintar mandalas es una experiencia de bienestar muy importante, un ejercicio a través del que la mente se concentra en el presente por medio de una distracción gratificante y positiva.
¿Cuáles son las ventajas de pintar mandalas?
1. Jugar con los colores
Por medio de los colores, podemos expresar nuestras emociones. De este modo, gracias a esta bonita terapia, podemos expresar nuestras emociones como cuando éramos niños a través de un ejercicio que nos recuerda a las manualidades escolares de la infancia. Pero además, la técnica del mandala es un pasatiempo. Y como tal, es un pasatiempo agradable que puede convertirse en un buen acompañamiento cuando una persona está enferma y pasa gran parte de su tiempo en casa. Esta técnica es una alternativa al tiempo frente a la televisión.
2. Valor emocional
Un mandala tiene un valor emocional puesto que, al ser una obra que has creado tú mismo, puedes potenciar el valor ornamental al enmarcarlo y ponerlo en un lugar decorando el salón, por ejemplo. También, puedes regalarlo a un ser querido como una demostración de afecto, a través de un detalle que tiene tu propia huella.
3. Aprendes a relajarte
Este es uno de los beneficios más importantes de la técnica de pintar mandalas. Aprendes a relajarte de un modo natural, como una terapia de bienestar. Mente y cuerpo interactúan de un modo constante. Sin embargo, para empezar a fomentar la relajación tienes que cultivar tu mente. Por medio de los mandalas, puedes entrenar el optimismo.
Y además, se trata de una técnica de salud muy económica ya que solo necesitas un cuaderno con mandalas y lápices de colores para dar forma a tus ilusiones. Esta técnica te permite poner en práctica habilidades muy positivas, por ejemplo, puedes entrenar el poder de la paciencia, la creatividad, el optimismo vital. Y por supuesto, también aprendes a adoptar una actitud proactiva en la toma de decisiones respecto a cómo quieres colorear tu mandala.
4. Liberar tensiones internas
Puedes aprender a comunicarte más allá de las palabras. De hecho, en ocasiones ocurre que acumulamos tensiones que no liberamos por medio del lenguaje. Y en ese caso, es recomendable encontrar otras formas de comunicación complementarias. Por ejemplo, pintar mandalas. Puedes encontrar en este ejercicio creativo una terapia para canalizar emociones que tal vez has acumulado durante los últimos meses, por ejemplo, la ira, la frustración y el cansancio. Emociones que pueden estar muy presentes en un proceso de enfermedad.
5. Vivir el presente
Más allá de cuáles sean tus circunstancias, tienes por delante el reto de vivir el presente. Todos tenemos por delante esta lección de vida. Y la técnica de pintar mandalas es muy recomendable para que tu corazón entre en contacto con el poder del ahora ya que la vida es más positiva y vital cuando disfrutas con los pequeños detalles creando belleza en tu historia. Y por medio de un mandala pones en práctica las emociones estéticas, aquellas que nacen de la observación de un objeto que te resulta bello en sí mismo.