Como os decía, con tantos contrastes de temperaturas entre dentro y fuera de las casas, es fácil que en algún momento caigamos enfermos. Siempre podemos intentar prevenir y así bajar las probabilidades de cogerlo y de que duren tantos días los molestos síntomas del resfriado.
Por tanto, hoy nuestro lema va a ser: "más vale prevenir que curar", ayudándonos así a llevar una vida más sana.
Según los expertos es fundamental mantener lo más equilibrado posible nuestro sistema inmunológico, es decir?nuestras "defensas", además del aparato digestivo, las vías respiratorias, la alimentación, a la vez que a ser posible descansar suficientes horas y de buena calidad.. por las noches.
Una primera idea para "prevenir" cualquier bajada de energía y enfermar, consiste en reforzar el sistema inmune. Esta compleja red de órganos y células específicas que tienen la misión de defendernos de las "invasiones" por bacterias, virus y demás..
Los primeros años de vida de un niño son especialmente importantes y conviene reforzarlo en épocas más especiales como los cambios de estación, momentos en los que están más estresados o realizan mayores esfuerzos..Además de llevar una alimentación sana, rica en frutas y verduras frescas como por ejemplo: ricas en vitamina C y A como las naranjas, limones, zanahorias, mandarinas, papayas, piñas, etc
Al mismo tiempo podemos complementarlas con el uso de plantas medicinales que potencien también el sistema inmune. Por su amplio uso tradicional podemos destacar la Equinácea, el Sauco, el Tomillo, el Marrubio o el Eucalipto. O bien, recurrir a otros remedios naturales sin efectos secundarios tales como el Própolis, la Jalea Real y/o los Probióticos que últimamente se está oyendo hablar mucho más de sus beneficios para activar dichas defensas.
También podemos tener en cuenta sencillas medidas de andar por casa que podrán ayudarnos a "prevenir" este cansancio debido a las gripes:
Mantener a los niños lo más alejados posible de sustancias tóxicas y contaminantes como los humos de los coches o lugares cerrados donde no se ha renovado el aire.
Evitar que el niño que ya tiene algún síntoma esté muchas horas en lugares con escasa ventilación.
Por supuesto, evitar los cambios bruscos de temperaturas y utilizar la ropa adecuada para cada momento y situación.
Importante que no les falte una buena ingesta de líquidos durante todo el día.
No automedicarse y hacer caso al tratamiento que le haya puesto el médico.
Cuidado con el abuso de antibióticos, nunca sin consultar al médico, como os digo.
Y por último y no menos importante.., no puedo despedirme sin desearos a tod@s unas estupendísimas fiestas navideñas y feliz año nuevo!!
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