Neuralgia
Comencemos por una neuralgia. Es la más circunstancial de todas pues, aunque es muy difícil de identificar el punto de dolor, pues se difuminan sus efectos por toda una zona, sabemos que es consecuencia de un nervio pinzado ó inflamado. Normalmente es la que menos dura y menos consecuencias trae aunque, mientras dura, sus efectos son tremendos. Basta con recordar una neuralgia en zonas bucales para hacernos una idea de lo mal que lo pasa quien sufre de ella, ¿no?
Jaqueca
Pasemos a ¿qué es una jaqueca? y la diferencia con una neuralgia: es que su acción no es constante pero sí se la puede ubicar mejor en la zona de la cabeza con la jaqueca y, además, “tiene algo de migraña y algo de cefalea”, ó bien puede derivar en alguna de ellas, ó confundirse con las mismas.
Migraña
Y ahora vamos a tratar de describir una migraña que, como todos sabemos, a veces llamamos migraña a la cefalea ó viceversa. Cuando usted sienta que además del dolor de cabeza, tenga trastornos visuales y/ó náuseas, en fin, síntomas que bien pueden confundirse, por ejemplo, con una gastroenteritis aguda, y además el dolor sea muy profundo (como si le clavaran un punzón) y sin que a usted le dé tiempo a reaccionar pues “viene de golpe”, casi seguro que está acosado por migraña. Suele tener un componente hereditario y el paciente soporta fuertes “latidos” en las sienes y busca silencio y oscuridad por iniciativa propia, “es lo que le pide el cuerpo”. Aparece según la edad y afecta más a las mujeres como resultado de los cambios hormonales, aunque el estrés, determinados alimentos, vino tinto y el consumo de determinados fármacos se ceba con los dos sexos.
Cefalea
Y muy diferente a todo lo anterior es una cefalea, pues esta ocasiona dolores y síntomas en las zonas laterales de la cabeza, en la nuca principalmente, aunque suele también atacar en el resto.
La medicina define dos tipos de cefalea:
la cefalea primaria, que avisa de que existe algún otro trastorno en alguna otra parte de su cuerpo, y
las secundarias que son producidas por un golpe, ó un tumor (generalmente cerebral), un golpe de hipertensión arterial... Generalmente nos avisa de un desajuste que puede desencadenar a muy grave en otra zona de su cuerpo. Causas: masas intracraneales (quiste, tumor benigno ó maligno, etc.), causas vasculares, patógenos, nervios presionados, golpes, inflamaciones en zonas de la cabeza, como respuesta a tóxicos, etc.
¿Cómo enfrentamos estas dolencias?
En el caso de tratamiento con Bioenergía Avanzada, en primer lugar trataremos de averiguar cuál de las anteriores es. A partir de allí, “escanearemos” todo el cuerpo y se hará primero una limpieza interna a nivel físico, eliminando todos los patógenos que pudieran estar implicados. Este paso es imprescindible pues muchísimas veces los patógenos agravan el cuadro clínico, confundiendo los diagnósticos.
Acto seguido, buscaremos qué tipo de emociones están participando en el doloroso síntoma que lo está “machacando” y este tema no es menor en el caso de cualquiera de estos síntomas.
También trataremos de descifrar qué tipo de energías lo están acosando ya sea ocasionalmente ó quizá más profundamente. Si nos encontramos ante una sintomatología crónica, revisaremos su sistema inmunológico, en fin, una revisión completa del afectado.