¿Cómo es la sintomatología más típica de la claustrofobia?
Pueden aparecer pensamientos anticipatorios. Por ejemplo antes de que nos tengamos que enfrentar con el estímulo fóbico en cuestión. Si sé previamente que voy a tener que coger en unas horas un vuelo, incluso en la misma terminal, un ascensor, si entiendo previamente que por la ruta que voy en el coche el GPS me marca el temido túnel interminable, antes de en marcarme en un viaje en tren, en la cola del cine por si no me dan un asiento cerca de la salida,…
Durante la exposición propiamente dicha en la que me tengo que enfrentar al espacio cerrado o como hemos dicho incluso previamente, experimento el cuadro más típico de la triada de la ansiedad : pensamientos (tipo catastrofistas, irracionales:”me va a pasar algo, me ahogo,no me puedo mover”),.reacciones fisiológicas (palpitaciones,temblores,sudoración,mareo,problemas gastrointestinales) ,motora (respuesta típica de huida-escape, querer salir corriendo)
Debido precisamente a tal sintomatología expuesta es muy típico el que se produzcan situaciones de evitación, siendo por otro lado comprensibles (intento ir por la escalera en lugar del ascensor, me pongo cerca de la salida…)
Precisamente el no exponernos a tales situaciones a corto plazo produce obviamente un alivio, porque tales síntomas bajan automáticamente, pero sin embargo a largo plazo mantienen el problema estando muy lejos de la solución del mismo, incluso haciéndose crónico. De hecho, nos podemos encontrar con que la conducta propiamente de no enfrentarse a la situación interfiera de forma significativa en la vida de la persona (dejar de hacer cosas importantes para nosotros).
Realmente la respuesta de miedo que uno experimenta no va en consonancia con un peligro real, aunque para la persona que lo sufre lo viva como tal. Por eso se activan las mismas funciones que cuando nuestros ancestros se tenían que enfrentar en la selva al león, las reacciones típicas de un cuadro de ansiedad, las mismas que nos han permitido vivir como especie, como un instinto de protección.
¿Cuáles son las situaciones específicas con más frecuencia temidas para las personas que sufren claustrofobia?
–Avión: no es tanto por el miedo a volar en relación a accidente aéreo, sino más bien por la sensación de no poder salir cuando ellos quieran, sintiéndose “encerrados”
–Ascensor: Normalmente les provoca pánico el hecho de poder quedarse atrapados en el ascensor, por la posibilidad de que se pare
–Habitación pequeña sin ventanas: el hecho de no poder encontrar como un espacio de aire
–Túnel: por ejemplo el tener que ir con el coche y pasar por un túnel, la sensación de que éste sea muy largo y no ver el final del mismo
–Aparcamiento subterráneo :el dar vueltas y que al bajar a las distintas plantas nos resulte cada vez más difícil la salida con fluidez porque en algunas casos podemos desconocer hasta donde se encuentra
–Metro: el que se pueda parar el vagón en medio de un túnel durante un cierto intervalo de tiempo
–Tren: sobre todo cuando el viaje es de cierto recorrido, por una motivación parecida a la del avión, de sentirse en el mismo sitio cerrado
–Sótanos: permanecer en un lugar bajo tierra, por la sensación de posible ahogo
–Cine/teatro: el mirar nada más entrar en la sala, dónde están las salidas y si se sitúan cerca, como procurar estar lo más próximas a éstas
Como puede observar el lector, no es ya la problemática en cuestión, sino las distintas situaciones cotidianas con las que la persona que padece claustrofobia tiene que lidiar en su día a día, porque estas suelen ser muy habituales en el quehacer cotidiano del paciente.
¿Cuándo debemos de acudir a un profesional para buscar ayuda?
Cuando nos demos cuenta que la evitación a los espacios cerrados se ha convertido en nuestro día a día interfiriendo de forma significativa en nuestra vida, afectando a diversas áreas principales (trabajo, amigos, familia..) o cuando la sintomatología a la hora de la exposición sea tan intensa que nos afecte a nuestra calidad vital.
Ejemplos como los que nos ocupan: “he dejado de hacer viajes en avión aunque tales formen parte de mi trabajo, aún entendiendo que esto puede afectar a mi vida laboral”, “no cojo el tren por lo que no puedo ir a visitar con frecuencia a mis amigos o familiares que viven en otra ciudad”, “aún cuando voy al hospital porque me duele un pie, procuro por todos los medios hacer uso de las escaleras con tal de no coger el ascensor”, “soy incapaz de meterme en los túneles de la M-30 aunque eso me lleve el dar la vuelta a medio Madrid, perdiendo más de media hora todos los días debido a la cantidad de tráfico que me encuentro, o no cogiendo tal autobús porque sé que pasa por allí”
¿En qué va a consistir la terapia?
En un primer momento se realizará una evaluación pormenorizada para conocer cuáles son las posibles causas. A veces hemos podido tener una situación previamente desagradable de verme encerrado en un lugar, pero no siempre he tenido que haber pasado por tal disruptiva.
Y después de trabajar el origen en cuestión, se realizarán técnicas de exposición (precisamente porque como ya hemos comentado la evitación es lo que ha hecho mantener el problema), siempre con prevención de respuesta (de forma progresiva y jerárquica) para que en todo momento el terapeuta vaya al ritmo que la persona necesite y así poco a poco pueda ir superando el miedo a los espacios cerrados, y por ende se sienta cada vez más libre y seguro de llevar la vida que realmente quiere sin que tenga que renunciar a lo que verdaderamente le importa.
Autora Silvia Fernández Bernárdez (Psicólogos de Psicomaster)
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