El sector de la electromiografía aplicada al deporte, si es que acaso existe, lo cual no tenemos aún claro, es ciertamente reducido. Sin embargo, no por reducido es aburrido. Son pocos los productos pero con numerosos matices: Mbody, Athos, MPower, Somaxis, Leo Fitness Intelligence y FlexVolt son buenos ejemplos, con targets diferentes y en ocasiones complementarios.
MBODY: TARGET
Desde luego, el mercado de la EMG deportiva se encuentra en estado embrionario, tal vez recién nacido. Algo parecido a la frecuencia cardiaca en los años 90 o la potencia a principios de siglo. Estamos en un punto interesante pues la técnica (la electromiografía) es una técnica contrastada y los productos diseñados para el usuario final son fáciles de utilizar y, a priori, válidos y fiables.
Los productos analizados están pensados para tres tipos de usuarios: Mbody, que estamos utilizando como referencia por haberlo analizado en el blog zitaSport y ser el más evolucionado del mercado tiene un target objetivo de profesionales del rendimiento y rehabilitadores / recuperadores deportivos, dicho de otra manera: para profesionales. Athos, MPower y Leo Fitness Intelligence están pensados para el usuario final. Somaxis tiene un potencial enorme, está pensado para que alguna multinacional textil (alguna de las tres grandes tal vez: Nike, Adidas o Under Armour) compre la idea y la implemente en sus tejidos. FlexVolt es un producto para desarrolladores e investigadores, tal vez en un estadio anterior a Somaxis.
LA COMPETENCIA
Como ya hemos comentado, Mbody es el primero de su clase. Aunque la electromiografía es una técnica conocida y reconocida en el ámbito médico, que cuenta incluso con una revista científica específica: Journal of Electromyography and Kinesiology (Q2 en Sports Science), no existe otro producto en el mercado que haga lo mismo (y se pueda comprar en Europa).
Esto es una ventaja y un inconveniente. Es una ventaja porque no hay competencia en el sector, recién creado, de la electromiografía para el uso deportivo y rehabilitador por entrenadores y especialistas del ámbito médico-deportivo (evidentemente, acabamos de inventarnos el sector). Pero es una desventaja porque la pedagogía que hay que hacer para explicar el producto, que hace y cómo lo hace, es muy grande.
Analogías de esta situación encontramos siempre que aparece un nuevo producto que mide algo nuevo. El mismo problema lo tuvo Polar con la medición de la frecuencia cardiaca a principios de los años 80, el mismo problema existió para entender la potencia en el ciclismo hasta que Friel y después Allen & Coggan hicieron pedagogía hace ya más de 10 años y el mismo problema ha tenido MOXY, medidor de la saturación de oxígeno en el músculo, para darse a conocer. MOXY lo ha resuelto de manera interesante creando un blog propio, en el que se reúnen estudiosos y entrenadores para compartir conocimiento y experiencias sobre el producto. BSX Insight ha utilizado una estrategia similar (tampoco es que MOXY haya descubierto nada nuevo, evidentemente). Probablemente algo así debería plantearse Mbody para salvar la distancia entre el producto y el comprador potencial.
El problema para Mbody es que la tecnología avanza rápido y vendrán (ya están viniendo) productos similares detrás, que si son capaces de ajustar el precio y mostrar ese lado pedagógico que Mbody todavía no ha explorado, pueden competir fácilmente y ganar cuota de mercado.
Tras una metódica y caótica revisión en internet (Google no se ha portado como uno esperaría pues no busca demasiado bien dentro de webs crowdfunding) hemos encontrado algunos proyectos basados en electromiografía de superficie con desigual éxito y financiación, aunque esto no quiere decir gran cosa pues el propio Mbody no supero el 15% en su campaña en Kickstrarter en 2014 y ahora es una realidad muy consistente .
ATHOS
La amenaza más sólida es Athos, que también podemos encontrar como Liveathos. El producto no necesitó pasar por financiación crowdfunding ya que a finales de 2103 recibió 3,5M$ de un fondo de inversión business angel. Posteriormente, en sucesivas campañas de financiación en 2014 (12,2M$) y 2015 (35M$) ha llegado a la respetable suma de 50M$ totales invertidos en el proyecto. Sin duda se trata de un competidor directo.
Athos es una camiseta y un pantalón que registran señal EMG además de FC y cálculo indirecto de calorías. La diferencia con Mbody es que Athos cuenta con 14 sensores en la camiseta y 8 sensores en el pantalón, registrando datos de los músculos trapecio, pectoral, tríceps, deltoides, bíceps, dorsal, cuádriceps, isquiotibiales y glúteo tanto del lado derecho como del lado izquierdo del cuerpo.
Athos se puede adquirir en la propia web por un precio inferior a 700$ para su producto de gama más alta que incluye una camiseta, un pantalón y 2 cores, uno para cada prenda. Los cores recogen la señal de los sensores y la envían a la APP (algo parecido a las pastillas de frecuencia cardiaca, que recogen la señal de los bornes de la banda pectoral). Al contar con un core para cada prenda, la APP recibe señal EMG de la parte superior e inferior del cuerpo.
También se puede adquirir, por un precio inferior, un solo core y una camiseta o un pantalón. La combinación más económica sería 1 pantalón + 1 core: 350$.
El análisis se realiza únicamente mediante Athos APP (disponible solo para iOS). La utilización de la APP aparece en varios videos sobre el producto y parece bastante completa (ver video a continuación). Por el contrario, Athos carece de un software específico para analizar los datos en profundidad con el que sí cuenta Mbody.
Podríamos decir que el target de Mbody son entrenadores, rehabilitadores, fisioterapeutas y profesionales relacionados con el rendimiento deportivo y el target de Athos son los propios deportistas, que no necesitan un análisis tan pormenorizado de la señal electromiografía.
Nota: no se vende fuera de EE.UU.
MYOLINK – SOMAXIS
Si Athos es un producto para el usuario final y Mbody para profesionales, Somaxis se va al otro extremo y está pensado para desarrolladores, al menos así lo fue inicialmente.
En 2013 el proyecto crowdfunding MyoLink crea unos sensores open-source que miden EMG, ECG y EEG. La idea es distribuirlos entre desarrolladores para conocer sus posibilidades y limitaciones, así como mejorar el producto para comercializarlo en un futuro. La propia campaña expresa textualmente: And remember, whatever you do, don’t tell anyone about this campaign! We don’t want it to go viral; we want it to go anti-viral! There is an absolute cap of 100 pre-production MyoLinks for this beta group.
El nombre de los sensores es Cricket (grillo en inglés) y la APP para la recogida, interpretación y estudio de los datos es Chirp (el chirrido que realiza el grillo). Todo muy freak-developer como se puede ver.
La empresa que comercializa el concepto es Somaxis, que tiene una empresa gemela, Chaoku, para su implantación y crecimiento en China y Asia-Pacífico donde parece haber centrado su actividad.
Lo cierto es que el producto se comercializa con un precio de 225$ por cricket y menos de 1$ por parche, que es necesario para que todo funcione.
Somaxis no parece tanto una amenaza presente para Mbody o Athos como un producto para que futuras marcas puedan comprar los sensores cricket ya probados para implementarlos en nuevos productos. Por ejemplo: Nike puede querer hacer una prenda inteligente que mida EMG pero no se va poner a crear el sensor, lo compraría a Somaxis y crearía su propia prenda: NIKE EMG WEARABLE o algo así. La idea es la misma que ya hemos visto con el sensor óptico para frecuencia cardiaca de Mio Global. La empresa inventó el sensor y lo hemos podido ver en relojes deportivos de Adidas o Garmin.
LEO FITNESS INTELLIGENCE
LEO es un producto que hemos analizado en el blog zitaSport en 2015. El artículo llevaba por título: LEO Fitness Intelligence: no se si me lo creo.
Lo cierto es que el producto finalizó su campaña en Indiegogo con un 287% del objetivo de recaudación y ha distribuido las unidades solicitadas pero si queremos comprarlo actualmente no parece posible, al menos en su web. Tampoco parece estar muy activo en Facebook. La última entrada es a finales de 2015 solicitando una actualización del firmware, eso sí, bastante interesante ya que posibilita realizar un test de FTP con el producto.
En lo que respecta a la EMG, LEO Fitness Intelligence mide cuádriceps e isquiotibiales y ofrece el dato de actividad eléctrica porcentual de cada pierna.
Lo más interesante es el análisis posterior, ya que con el IMU incorporado aprende cual es la gráfica habitual de activación eléctrica de ambos grupos musculares de varios ejercicios: carrera, ciclismo, saltos, squat, etc. de tal forma que cuando la gráfica no se reproduce como es habitual indica que puede existir un riesgo inminente de lesión.
Esta idea es sencilla, ya que cada deportista tiene una manera específica de activar sus músculos durante el ejercicio. Los músculos dibujan un gráfica que LEO almacena y compara con entrenamientos posteriores. El inconveniente, obviamente, es que el producto no es trasferible de un deportista a otro.
MPOWER
Producto finlandés, lo que debería ser garantía de seriedad y calidad ya que comparte origen con Mbody.
Sin embargo la campaña en Indiegogo (de nuevo crowdfunding) no llegó al 15% de financiación (bueno, tampoco llegó en su día Mbody). La fecha prevista de entrega era Mayo 2016.
La idea es más sencilla que Mbody o Athos y se asemeja bastante al Cricket de Somaxis: se trata de un sensor que se puede colocar en casi cualquier parte del cuerpo y registra la señal eléctrica del músculo sobre el que se coloca.
Este es el video promocional de la campaña de financiación subido a Youtube en noviembre de 2015.
Lo cierto es que la empresa si que tiene actividad y continua evolucionando el producto. En su canal de Youtube podemos ver varios videos en los que están testando el producto, el último de ellos subido este mismo verano. Lo siguiente es una imagen de uno de sus videos con los sensores colocados en el músculo Deltoides.
Además, cuenta con un blog (mpowerbestrong) en el que podemos leer artículos sobre pruebas y test. El último artículo subido en octubre (lokakuu en finés) de 2016. También podemos encontrar información interesante en Facebook donde mantienen una actividad regular.
Desde luego es un producto que conviene seguir pues continua en desarrollo y el hecho de que sea ubicable en diversas partes del cuerpo le da un sentido diferente a Mbody y Athos, un uso más específico si queremos ver la señal EMG de músculos pequeños.
FLEXVOLT
Durante el análisis de los productos que compiten o pueden competir en un futuro con Mbody, que es lo mismo que hacer una revisión de la EMG en el ámbito deportivo (ya sea para profesionales o deportistas) hemos ido presentando los productos desde los más consolidados a los más experimentales.
Hemos visto que existen productos para el usuario final (Athos o LEO), productos para profesionales (Mbody), productos que en un futuro comprarán grandes marcas (Somaxis) y nos queda un producto experimental, cuyo target va desde estudiantes de medicina a desarrolladores inquietos.
FlexVolt es open-source (ver el código aquí), tiene una APP descargable en Google Play e incluso APK si es necesario (FlexVolt Viewer). Para ponerlo más fácil aún, se puede adquirir la PCB conectable a la placa Arduino para continuar desarrollando el producto por un precio irrisorio: 49$.
La idea es poder jugar con FlexVolt a través de la APP, que es completamente configurable, permitiendo ajustar los canales, frecuencia y profundidad de muestreo, datos tratados o en bruto y suavizado de los mismos.
La principal diferencia con Somaxis es que los sensores, que se pueden colocar en cualquier parte del cuerpo, llevan un cable que llega a la centralita, y esta, transmite mediante Bluetooth al smartphone (ver el video más abajo).
El proyecto en Kickstarter no llegó al 50% de financiación en su día, quedándose en 14.000$ (campaña finalizada el 24 de enero 2014), pero aun así, a día de hoy se puede adquirir a través de su web: flexboltbiosensor.
Como curiosidad, una aplicación divertida sobre cómo utilizar los sensores del FlexVolt la tenemos en este video musical:
CONCLUSIONES
Sin duda se trata de un mercado incipiente con grandes posibilidades.
Haciendo un somero DAFO podríamos decir que la principal debilidad de Mbody, y de la EMG también, es la poca penetración en el mercado, lo cual exige de mucha pedagogía sobre su utilización para que vaya oyéndose en el sector deportivo, de la rehabilitación y de la salud. En todos tiene utilidad y posibilidades.
La principal amenaza de Mbody son los nuevos productos que puedan aparecer en un futuro con un marketing mucho más potente. Athos es la principal amenaza aunque no se comercializa en Europa. Carece del software para uso profesional, pero para el usuario final, salvando el hecho de que no hemos podido probarlo, es un competidor directo.
Con respecto a la EMG en general, la amenaza con respecto al resto de productos del sector tech & training está en el mismo punto: cualquier usuario final con 700 euros en el bolsillo es poco probable que esté pensando en la EMG, antes están los potenciómetros, los encoders y los relojes deportivos de gama alta. Todos más conocidos y sugerentes.
Sin embargo, la principal oportunidad, tanto de Mbody como de la EMG, es la consistencia de la técnica electromiográfica de superficie para el uso deportivo y rehabilitador. Digamos que Mbody no tiene nada que demostrar pues la técnica es conocida y reconocida en el ámbito científico – médico.
En el caso del Mbody en particular, su principal fortaleza es que no tiene asuntos pendientes en el ámbito científico: nada de validaciones por demostrar como en el caso del MOXY o BSX Insight, por ejemplo.
Estamos empezando 2017… tal vez tengamos que volver a repasar este artículo en 5-10 años y comprobar la evolución. Fácil de hacer si miramos atrás y recordamos los principios de Polar, el primer Garmin con GPS incorporado o los primeros potenciómetros. El camino que le queda por recorrer a Mbody es duro: la pedagogía de la EMG, sin embargo lo más difícil ya está hecho: el producto es bueno, es válido y es fiable.
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