La mala circulación es consecuencia de una dieta baja en fibra y potasio, y elevada en sal, el cual no solo tiene porque ser añadido por nosotros sin que viene oculto en múltiples alimentos que consumimos a diario
Para mejorar este problema y evitarlo la naturaleza nos ofrece distintos recursos que nos ayudarán a mejorar la circulación porque hacen más fluida la sangre o mejoran el estado de las venas y arterias. Os expongo algunos:
La fibra, ésta no ha de faltar en nuestra dieta, porque mejora el tránsito intestinal y evita que las paredes de las venas y el colon se debiliten, que no te falten frutos secos, verduras, frutas, legumbres y cereales integrales.
El potasio, ayuda a evitar la retención de líquidos, frutas como el plátano o el melón son muy ricas en potasio, éste último además tiene gran capacidad diurética, las verduras, legumbres, pescados y carnes también lo tienen.
Antioxidantes presentes en el tomate, aguacate, los frutos rojos o los cítricos evitan el desgaste de las paredes venosas.
El ajo, protege nuestras arterias del envejecimiento y diluye la sangre, mejorando la circulación, al igual que la cebolla.
El limón y la naranja, el kiwi, por su alto contenido en vitamina C, favorecen la circulación y las venas y arterias.
El tomate, gracias a su licopeno que previene problemas cardíacos y mejora en general el sistema circulatorio al tender a hacer la sangre menos espesa. Deseche de su dieta: embutidos, bollería comercial, lácteos enteros, nata, exceso de sal o alimentos precocinados, así como abusar del alcohol que empeora la circulación.
Camina, haz deporte, nadar, correr, bicicleta, , andar, etc.
Si trabajas sentado, procura levantarte cada cierto tiempo, camina de puntillas, mueve los dedos, haz rotaciones de tobillos, etc.
No te olvides de beber 2 litros de agua diarios, ayúdate de caldos, infusiones, zumos naturales y agua.
La fitoterapia también puede ayudar: alcachofa, pimienta de cayena, ginko biloba, el castaño de indias o el hamamelis también pueden ser de utilidad.
Terapias naturales como la acupuntura, la reflexología podal, el shiatsu o la facioterapia vietnamita, son buenas terapias de apoyo, ya que regulan el funcionamiento general de todo el organismo.