Está sustancia primigenia, es lo que llamamos "akasha", esta palabra viene del sánscrito y significa firmamento, está relacionada con el llamado quinto elemento que es el éter.
De manera que cuando hablamos del akasha o akáshico nos estamos adentrando en ese espacio de lo etérico.
Todo lo que percibimos, de manera ordinaria a través de nuestros sentidos, en nuestro plano físico, está compuesto por alguno estos 4 elementos: aire, tierra, fuego y agua.
Pero existe un quinto elemento, que es el éter, que es el que da forma y orden a la materia, este elemento podríamos decir que es el tejido invisible que lo sustenta todo, como el pegamento que hace que la realidad que percibimos se pueda manifestar y nosotros podamos vivir en ella.
Y en ese espacio, de lo etérico donde se encuentra también eso que llamamos los registros akáshicos.
Todo en el Universo es energía, somos energía que ha adoptado una determinada forma, energía condensada... hay quien dice que somos polvo de estrellas...
Pues bien, como la energía ni se crea ni se destruye sino que solamente se transforma, es sencillo poder concluir varias cosas: si nosotros somos energía, nos vamos transformando a lo largo de distintos momentos de nuestra existencia, es decir que adoptamos una "forma" cada vez que encarnamos y adoptamos esta forma física y por otro lado podemos entender que, ya que la energía no se destruye, todo conserva unas memorias, la memoria de lo que hemos sido, somos y seremos, pues en el espacio en el que nos movemos cuando hablamos de lo etérico no hay tiempo, (el tiempo es simplemente un constructo que los humanos nos hemos creado para poder estructurar y ordenar nuestra vida).
De forma que todo tiene unas memorias energéticas, no sólo nosotros, sino los lugares, las piedras, los grupos, los animales, etc... y estas memorias contienen información.
Información como hemos dicho, de todo lo que somos, hemos sido y seremos, en conexión con ese TODO atemporal del que formamos parte.
Los registros akáshicos son una forma de acceso a esa información, a esas memorias, una forma de poder acceder a esa especie de ordenador central donde está contenida toda la información del Universo, en la que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio archivo.
Es como si existiera una gran biblioteca en el plano etérico donde cada uno de nosotros tuviera su libro de la vida, en ese libro está toda la información de todas las experiencias, aprendizajes, dones y talentos, retos y desafíos... absolutamente todo.
Y lo más interesante de esta herramienta es que el algo que está al alcance de cualquiera de nosotros, no se necesita ningún talento especial para acceder a este libro del alma de cada uno, a estos archivos, a nuestro registro akáshico.
Esta herramienta de conexión, está dentro de cada uno de nosotros, la llevamos de serie, desde que nacemos,
Solo que con las prisas, con el ruido exterior, con la educación que hemos recibido que nos invita a estar desconectados de nosotros mismos, a olvidar esta conexión con nuestra esencia, con nuestra sabiduría interior. Porque en nuestro interior ya tenemos todas las respuestas, ya lo conocemos todo, solo hay que restablecer la conexión.
A través de la herramienta de los Registros Akáshicos, aprendemos a restablecer esa conexión, nos volvemos a "enchufar" a nosotros mismos.
Y desde esta conexión con nuestro ser superior, con nuestra esencia, recibimos la información que necesitamos para seguir avanzando en nuestra vida, para cumplir nuestra misión, para superar un obstaculo, para sanar una relación, para sanarnos a nosotros mismos.
La magia de los registros akáshicos reside en la toma de consciencia, la información es poder, y el tener respuestas desde la conexión con mi sabiduría más profunda, con mi ser superior en el plano más elevado, supone una toma de consciencia que tiene un efecto muy potente en nuestras vidas. Porque esa información me libera y a la vez me hace entender las cosas, recolocarlas o me invita a poner acción.
Los registros akáshicos son una frecuencia de luz. La información que recibimos siempre es una información de luz, que nos sirve para avanzar; siempre es una información constructiva, nunca desde los registros akáshicos recibiremos nada que nos juzgue o nos acuse, pues en el plano etérico todo es perfecto y todo lo vivido o experimentado son siempre aprendizajes y experiencias que nosotros desde nuestro plano mental y con la educación aprehendida, calificamos como buenas o malos, como fracasos o éxitos, pero en el plano etérico todo tiene su porqué y si para qué.
Hay muchas formas de trabajar con esta herramienta. Su campo de actuación es infinito porque su mundo es infinito, pero las formas más habituales son dos:
Las lecturas de registros akáshicos
Los talleres de formación para aprender a acceder a mis registros y a los de otros.
Lectura de registros akáshicos
Una lectura de registros akáshicos, consiste en una sesión en la cual, la persona interesada acude a un lector de registros akáshicos, el lector abre los registros de la persona, y esta le hace las preguntas cuya respuesta quiere conocer.
Siempre hay una duda común, respecto a las preguntas que se pueden realizar. No hay ninguna pregunta que no se pueda hacer. Se puede preguntar cualquier cosa, podemos apuntar a continuación unas áreas sugeridas:
Circunstancias de la vida actual
Por ejemplo podría preguntar:
¿Hay alguna información que necesite saber en relación a mi trabajo actual?
¿Estoy pensando cambiar de trabajo, pero no acabo de decidirme por realizar un cambio, será favorable realizarlo?
¿Cómo puedo mejorar mi situación laboral?
¿Cómo puedo mejorar mi relación con mi jefe?
¿Por qué siento esta tristeza tan profunda en tantos momentos?
Interacción con amigos y familia
Ejemplos serían:
¿Cómo puedo mejorar mi relación con mi padre/madre/hermano...?
¿Cómo puedo sanar mi relación con mi ex pareja?
¿Cómo puedo resolver mis dificultades para socializar?
Repetición de patrones y conductas
Ejemplos:
¿Porque siempre me engancho en el mismo tipo de relaciones de pareja?
¿Por qué no puedo dejar de controlarlo todo?
¿Como podria dejar de ser más posesivo?
¿Cómo afrontar mis miedos y vencerlos?
Sueños recurrentes
¿Qué información tiene para mi el sueño que tengo con mi abuelo?
¿Por qué siempre sueño que me caigo a un abismo?
¿Qué significa el sueño que tengo siempre que estoy estresado?
Crecimiento o camino espiritual:
¿Cuál es mi misión de vida?
¿Qué he venido a sanar de mi linaje familiar?
¿Cuáles son los dones que debo desarrollar para cumplir mi misión?
¿Cuál es el propósito de mi alma?
Las preguntas pueden ser todo lo genéricas o concretas que uno considere. Se recomienda evitar las preguntas cerradas a un sí o un no ya que los absolutos no tienen mucho sentido en los planos más elevados. Siempre se puede mostrar la tendencia más probable, pero nunca recibiremos un Sí o un No categórico, porque cada instante se abre ante nosotros un universo de infinitas posibilidades, y nosotros siempre tenemos el libre albedrío. Eso es importante recordarlo.
La información que recibimos siempre es la que necesitamos recibir en estos momentos de nuestra vida, la necesaria para avanzar.
Nuestro ser superior, siempre vela porque la información se la que podemos integrar y procesar en estos momentos, de modo que nos vamos a recibir nunca ninguna información que no estemos preparados para gestionar.
Además de la información que se recibe, que se hace consciente, toda lectura conlleva una sanación, que llamamos sanación akáshica.
Esta sanación se produce a nivel físico, mental y emocional, ya que al recibir la información, eso produce un movimiento de liberación por un lado (el saber me hace libre, desbloquea) y por otro lado, desde el punto de vista energético, he accedido al plano etérico y eso tiene un efecto sanador que va descendiendo en los planos inferiores, el mental, emocional y físico.
Este espacio de sanación suele durar unos 3 o 4 meses, por lo que no se recomienda realizar ninguna lectura hasta después de ese tiempo para dejar que todo se asiente y produzca su efecto.
Talleres de formación
Talleres de formación para aprender a utilizar esta herramienta, para mí y para otros.
También puedes elegir aprender a acceder a tus propios registros akáshicos, y de esta forma ser tu propio lector, y una vez que tengas esta herramienta integrada en ti, poder hacer lecturas a otras personas.
Como digo, esta conexión está dentro de ti, no hay que buscarla fuera ni tener ningún talento especial, pero sí que hay que aprender a volver a conectar y practicar, para conseguir ser un canal neutro y que la información que llegue provenga de los registros akáshicos y no de la mente o del ego.
Ese es uno de los principales trabajos que hay que hacer al empezar a trabajar con los registros, abrirme a la experiencia de recibir la información desde mis registros y hacer un trabajo de desarrollo personal importante para depurar y distinguir las interferencias y las resistencias que mi ego irá poniendo.
Este camino de convertirse en lector, es un camino lleno de aprendizajes y enormemente sanador para las personas, ya que supone volver a conectar con quien realmente eres, volver a tu esencia, en una palabra volver “akasha”
A través de esta herramienta y de su integración podemos acceder a varios niveles de autoconocimiento. Un primer nivel sería el volver a conectar con mi yo interior, con quien soy, con mi nombre, mi familia etc... mi yo más terrenal como si dijéramos, pero con el que hay que estar en paz y al que hay que conocer, porque todo, hasta lo más insignificante tiene su importancia.
Un ejemplo muy común, que suele pasarnos desapercibido es el tema de nuestro nombre. Muchas veces no nos llaman por nuestro nombre, o nosotros mismos hemos decidido, acortarlo, cambiarlo, etc... Nuestro nombre tiene una vibración concreta y un para qué. Podemos elegir cambiarlo, acortarlo o aceptar que otros lo acorten o lo cambien, pero que eso sea una elección consciente y aceptada, no impuesta o que hayamos tenido que aceptar.
En este tema hay una información muy valiosa, que a la luz de los registros akáshicos también toma relevancia, porque quizá la mayor desconexión viene de no aceptarme, aunque sea inconscientemente y de negarme, regalando mi poder a otros que deciden cómo llamarme.
En este primer nivel con los registros akáshicos puedo trabajar en lo que significa mi nombre, y sanar mi relación con ello. Y desde ahí, puedo elegir cómo quiero llamarme o que me llamen, pero será ya una lección consciente, teniendo toda la información disponible para hacer mi elección.
Luego voy avanzando en mi autoconocimiento, en mi conexión con mi yo más profundo, con mi yo superior, empiezo a trabajar bloqueos, patrones que identifico, a recibir información y pautas sobre cómo sanarlos, aceptarlos, integrarlos. También voy tomando conciencia de qué quiero ser en el mundo, para los demás, qué quiero manifestar, y cómo me puedo poner en camino.
Una parte importante de mi conexión y mi trabajo con los registros akáshicos, cuando estoy integrando esta herramienta en mí, es también acceder a la información de lo que tengo que sanar de mi linaje familiar y de mis ancestros. Muchas veces en mi familia se repiten patrones, y esa impronta llega hasta mi, y haciéndola consciente la puedo liberar o puedo ver que necesito trabajar para liberarla.
Como ejemplo concreto supongamos que siempre atraigo a un tipo de parejas que son agresivas. A través de mi conexión con los registros akáshicos llega la información de que en el pasado los hombres de mi familia eran violentos y agresivos con mis ancestras femeninas. El recibir esta información, hace que salga a la luz, esta verdad que estaba oculta y que tal vez se desconocía, eso ya produce un movimiento:
porque yo entiendo que eso no es algo mío, sino que viene de atrás
porque a nivel de mis ancestras supone un reconocimiento de que ese hecho ha tenido lugar
porque tal vez haciendo un trabajo para honrar y agradecer a mis ancestras lo que vivieron y el papel que ejercieron, esa impronta queda liberada.
También me abro a trabajar en el campo de las vidas pasadas, pero no desde el lado del “cotilleo” de saber quién he sido, sino que aquí lo interesante es saber que talentos tengo que recuperar de mis vidas pasadas para poder realizar lo que he venido a hacer en esta encarnación y por otro lado que es lo que debo sanar o liberar de mis vidas pasadas, aquellos aprendizajes o situaciones que quedaron pendientes de resolver.
Esto sería en un resumen muy sencillo, unas pequeñas pinceladas de todo lo que esta maravillosa herramienta puede ayudarnos y puede hacer por nosotros.
El campo de los registros akáshicos es infinito
Para finalizar sí que me gustaría recalcar que esta herramienta, es una herramienta práctica, aunque accedemos a un plano elevado, no es una herramienta para evadirnos de la realidad, si no justo lo contrario, es una herramienta para poder vivir una vida más plena y mucho más consciente.
Una herramienta para hacernos responsables de nuestra propia vida, sabiendo que tenemos toda la información disponible dentro de nosotros, que podemos acceder nuestra sabiduría interior.
Y es una herramienta para vivir, ser, estar, sentir, experimentar, en esta vida, no es para estar en otro mundo... yo siempre digo que si tuviera que definirla muy brevemente diría que es una herramienta que consiste en TRAER EL CIELO A LA TIERRA.
Pero aunque sea una herramienta celeste y que nos conecte con lo más sutil, es una herramienta cuyo valor está en ayudarnos a avanzar y a vivir en la tierra.
Porque tenemos este cuerpo físico, y hemos venido a la tierra a vivir una experiencia terrenal, a ser plenos y disfrutar en la tierra.
Te invito si te resuena a volver “akasha” de la mano de esta herramienta, porque el lugar al que vuelves eres tú mismo, el premio eres tú.
Un camino de apertura y de conexión, en el que comienzas a ver la vida con otros ojos, a encajar y a entender el porqué y el para qué de muchas situaciones, una nueva forma de percibir lo que te rodea y de sentirte conectado a todo ello, es aprender a mirar con los ojos del corazón en apertura total, volver a conectar con nuestro niño interior en el que reside la pureza de nuestra alma y adentrarnos en ese espacio sagrado de estos archivos, de estas frecuencias de luz, que siempre han estado con nosotros, tan solo necesitamos sintonizar con ellas.
Luego cada uno da a los registros akáshicos su propio espacio en su vida, su forma y su uso particular, desde estar más conectado a lo que sucede interiormente, estar más presente en lo cotidiano, guiarse por la intuición que se acentúa,reducir el estrés y la necesidad de control, las formas de integrarlo en lo cotidiano, son tantas como personas.
Sin olvidar nunca, como decía Rumi:
Tú eres lo que estás buscando.
Rumi
El viaje es interior, y esta herramienta te invita a realizar este viaje, donde tú ya tienes en tu interior todas las respuestas y toda la sabiduría, tan sólo hay que permitirse conectar...
Así que date permiso para encontrarte, para conectar con el maravilloso ser que eres, un ser lleno de luz y de sabiduría.
Sandra Argüelles