Puede ser una de las claves para ayudar a pasar mejor las Navidades y volver de las vacaciones en un peso ideal, sin haber ganado esos kilos de más.
El frío es un gran aliado del cuerpo humano. A pesar de lo que mucha gente pueda pensar, las bajas temperaturas ayudan a perder grasa y mantenerse más en forma, ya que otorga al hombre ciertos beneficios muy importantes a nivel físico y de salud.
La primera idea para entender todo esto es que el frío no es malo. No es cómodo, pero no es sinónimo de enfermedad.
Es incorrecta la idea de que por estar expuesto a bajas temperaturas vas a enfermar más.
Eso no sucede así, afirmación que podemos comprobar al ver cómo viven en otros países, como los escandinavos, en los que es normal estar a bajo cero y, sin embargo, la población no tiene más dolencias o infecciones que en España u otros lugares más cálidos.
El frío no te pone malo
Lo que sí que ocurre es que en épocas de frío hay mayor cantidad de personas enfermas, hay más casos de gripe u otras enfermedades contagiosas.
Pero, lo importante aquí es que estas no te llegan por la temperatura y el frío de tu cuerpo, sino por una infección, la cual se da más en ambientes cerrados, muy poco ventilados y con mucha gente, precisamente lo que suele ocurrir en invierno.
De hecho, cabe destacar varios ejemplos de deportistas de élite que aprovechan las épocas de menos calor para realizar la parte más importante de su preparación física anual.
Sin ir más lejos, los equipos de la Bundesliga, incluidos los que suelen aparecer entre las apuestas al título liguero como el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund, utilizan esta época para tener una especie de segunda pretemporada, aprovechando el parón de la competición y los beneficios que el invierno puede reportar a sus jugadores para llegar al tramo final de temporada con más energías.
Una vez entendiendo esto, toca explicar cuáles son los beneficios de esta sensación.
El cuerpo humano está preparado para adaptarse y el frío es algo que podemos entrenar, al igual que el resto de las facetas que no son de nuestro agrado.
Aunque, obviamente, el sistema inmune de cada persona es diferente y a algunas les costará más que a otras acostumbrarse a ciertas temperaturas.
Metabolismo, el sueño o la mente, algunos de sus beneficios
Uno de sus beneficios más importantes es la adaptación que se realiza del metabolismo, el cual podría consumir más kilocalorías, hablando en forma basal, lo que nos ayuda claramente a tener una mejor eficacia de los alimentos que consumimos de cara a perder grasa corporal.
Otros de los puntos más interesantes por los que conviene acostumbrarse al frío y realizar ejercicio en bajas temperaturas, son el hecho de dormir mejor, disminuir la inflamación corporal u obtener una mejora a nivel mental.
Todos ellos comprobados a nivel científico, aunque no siempre aplicables a todas las personas, ya que cada individuo es un mundo y a unos les ayudará el pasar frío en algunos de estos aspectos y al resto en otros.
En definitiva, queda claro que el frío del invierno ayuda a mejorar varios puntos relevantes del entrenamiento físico y la salud, al contrario de lo que mucha gente pueda pensar.
De ahí que sea tan conveniente aprovechar para realizar buenas sesiones al aire libre de entrenamientos en las Navidades, en las que, normalmente, la gente hace menos actividad física e ingiere más calorías de las necesarias lo que termina con una vuelta de las vacaciones con unos kilos de más.