Imagen: fernando garcía redondo/Flickr
Durante el invierno tendemos a engordar más debido a la baja actividad física, los platos contundentes y la calefacción puesta a tope. Sin embargo, es cierto eso que dicen de que "el frio te ayuda a perder peso" ya que este puede resultar un aliado oportuno contra la obesidad, gracias a ciertos cambios en el metabolismo provocados por las bajas temperaturas, desvelan desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). Si sabemos cómo funcionan estos procesos biológicos, qué alimentos van mejor en la época de frío y cómo disfrutar del deporte sin miedo de resfriados, podríamos mantener un peso saludable, o incluso adelgazar, de forma inteligente.
Para comprender mejor los procesos que tienen lugar en nuestro organismo y que guardan relación con esto de que el frío ayuda a perder peso, hay que saber respecto al calor corporal y el cambio de la temperatura ambiental, tenemos que tener en cuenta el principio de la homeostasis y la termogénesis. La homeostasis es un complejo sistema que trabaja en mantener nuestra temperatura corporal en 37ºC, a pesar de los cambios ambientales. La termogénesis, es una de sus herramientas, utilizada para generar calor. De modo que, si pasamos un poco de frio, siempre perderemos más calorías quemando grasa para convertirla en calor. Por esta razón, es conveniente no poner al máximo la calefacción. Si la temperatura ambiental se fija en 21,5ºC, sería más que suficiente.
En cuanto a la dieta, hay gente que aún cree que la mejor manera de rematar el hambre en época de frío es con potajes a la usanza tradicional que son nada más y nada menos una "bomba calórica". Eso sí, en invierno hay que priorizar la comida caliente, ya que nos ayuda a entrar en calor y saciar más rápido el hambre, pero desde luego es un error grave confundir una sopa con un cocido contundente. Los caldos son la mejor opción, muy nutritivos y bajos en calorías.
Al contrario de lo que muchos creen, las bajas temperaturas no son un obstáculo para hacer deporte. Múltiples estudios demuestran que el ejercicio físico realizado en un ambiente frío activa la quema de grasas. Su función es quemar energía para proporcionársela al organismo y elevar su temperatura cuando hace frío.
Imagen: Evil Erin/Flickr
Los que no están acostumbrados a realizar actividad física cuando la temperatura ronda bajo el cero, deben tomar medidas para que el sudor no se les enfríe, porque es la forma más rápida de coger un constipado. Si uno se abriga en capas, mientras realiza su rutina deportiva al aire libre y termina llegando a casa con una ducha caliente, el riesgo de resfriado es inexistente.
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