La arginina forma parte de las proteínas y participa en procesos de las glándulas endocrinas. Son fundamentales para una buena salud y ayudan a individuos que sufren afecciones del corazón, dolores de cabeza, obesidad, entre los ejemplos.
La arginina es un aminoácido no esencial, es decir, que el organismo lo produce por sí solo. Sin embargo, es bueno añadirlo a la alimentación por sus beneficios. Esta sustancia mejora el sistema inmunológico, desintoxica el hígado y ayuda a mejorar la fertilidad masculina.
La ausencia de este aminoácido en el organismo se puede resolver con una dieta a base de alimentos que la contienen. Así como también ingiriendo suplementos directamente. Entre los alimentos que la poseen están la carne, arroz, frutos secos, lácteos, semillas, mariscos, pescados, entre otros.
Los alimentos ricos en proteínas son una gran fuente de arginina.
Una alimentación balanceada y a la vez saludable, se convertirá en la mejor manera de obtener la cantidad exacta de los aminoácidos.
El organismo usa arginina en la producción de óxido nítrico, que ayuda en la relajación de los vasos sanguíneos y cuida el sistema cardiovascular. Además mantiene la presión arterial en un nivel normal para propiciar la práctica o el entrenamiento con pesas.
También en los vegetales está presente este aminoácido, en los granos y cereales, pimientos y algas.
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Pescados y Mariscos: Desde el atún hasta la langosta, pasando por las sardinas, el salmón rojo y los calamares y camarones. Toda la variedad de pescados y frutos del mar son ricos en arginina.
Carne: Las carnes de cerdo, res, pavo y pollo tienen arginina. El hígado de los animales antes mencionados también tienen este aminoácido, junto a otras vitaminas y minerales. La mejor fuente de arginina se encuentra en el hígado de ternera.
Huevos: La manera más fácil de consumir arginina es por medio de las yemas del huevo, alimento que no puede faltar en cualquier casa y que la mayoría de las personas disfrutan consumir.
Guisantes y frijoles también están cargados de este aminoácido.
Chocolate: Sí, así mismo. El cacao en polvo sin azúcar y el chocolate caliente tienen un alto nivel de arginina.
Verduras: Las espinacas, cebollas, frijoles de soya, cebollín, ajo, pimientos y champiñones aportan a la creación de este aminoácido en el organismo. Son alimentos fáciles de conseguir en el mercado. Las proteínas de soya tienen puntos a favor adicionales porque otorgan otros beneficios para la salud.
Frutas: Las frutas están cargadas de vitaminas, minerales y antioxidantes que son esenciales para el organismo. Las que más tienen arginina son el aguacate, toronja, kiwi, patilla, uva y fresa.
Frutos secos: La arginina también se puede conseguir en almendras, pistachos, piñones y nueces. Si se consumen diariamente pueden otorgar hierro, ácidos grasos y omega 3. Esto ayuda a cuidar la piel, el cabello y las uñas. Las semillas de calabaza, sésamo y maní también poseen arginina, además de las avellanas.
Granos: El trigo, en todas sus presentaciones, posee una gran cantidad de este aminoácido entre sus componentes. También está en el arroz integral y la quinoa.
Bebidas: Si quieres consumir arginina a través de líquidos, debes ingerir té, café, cerveza y vino, aunque tienen pequeñas cantidades del aminoácido.
Lácteos: Los derivados de la leche contienen gran cantidad de arginina. Los que más contienen este aminoácido son los quesos mozzarella, provolone y parmesano. Además de la leche y la mantequilla que también poseen una buena cantidad. Agregando leche o queso a las comidas se puede sumar dosis de arginina.
Sin excesos
Aunque la arginina es beneficiosa para el organismo, consumirla en exceso podría hacerle daño al cuerpo. Aumentar la ingesta de esta sustancia puede producir diabetes, alteración en la presión arterial, alteraciones en la sangre, produciendo hemorragias y otros trastornos.
Entre otros efectos secundarios de consumir demasiada arginina están las náuseas, la tensión alta o baja, diarrea, alergias y asma. Además puede causar obstrucción en las arterias, dolor en el pecho y fallas coronarias.
La arginina tiene interacción con algunas medicinas anticonceptivas, analgésicos, anticoagulantes, remedios para la presión arterial, la disfunción eréctil, acidez y diabetes. La mayor advertencia es para las mujeres embarazadas o en período de lactancia, que no deben consumir arginina.
Más beneficios de la arginina
Otras ventajas del consumo de este aminoácido, aparte de mantener saludable el organismo, es que también sirve para frenar los efectos de la edad. También favorece la circulación. Esto resulta en menos probabilidades de sufrir un ataque al corazón.
También ayuda a vencer la disfunción eréctil, activar el sistema inmunológico e impedir la acidez del estómago.
Esta sustancia no solo es beneficiosa para la salud del organismo, también es clave en la nutrición deportiva. Su empleo se está haciendo cada vez más popular a nivel mundial por varias razones.
Para los atletas, la arginina es buena porque acelera el proceso de cicatrización y a curar tejidos dañados. Ayuda a disminuir la presión arterial y colabora con los riñones en su función de desecho metabólico. Tales efectos son los que más interesan a los deportistas.
Efectos secundarios de la arginina
Aunque la arginina es una sustancia natural, si se ingiere como complemento puede ocasionar el aumento de algunos efectos en el cuerpo. Esta sustancia aporta a la resistencia de los atletas a través del aumento del flujo sanguíneo. Sin embargo, no se puede abusar de dicho aminoácido.
La arginina está relacionada con la hormona que nos permite crecer, por lo que las personas la ingieren para retrasar el envejecimiento o, en el caso de los deportistas, desarrollar más músculos y regenerar el cuerpo tras practicar mucha actividad física. Pero el exceso de esta proteína y a su vez de la hormona de crecimiento puede afectar órganos como el páncreas.
Ingerir este aminoácido a través de suplementos puede crear el hábito de que el organismo disminuya la producción de esta sustancia, lo que bloqueará el proceso natural del cuerpo y retrasará el desarrollo.
La arginina también acelera la actividad sanguínea por lo que no es recomendable su consumo (a través de suplementos) en pacientes con ciertas enfermedades o que sufran de alguna afección renal, tampoco en pacientes con tumores. Ingerir arginina puede producir que virus que hayan atacado al cuerpo se reactiven.
Te recomendamos siempre visitar al médico antes de incluir cualquier sustancia en tu alimentación o cambiar los hábitos de nutrición.