Esta enfermedad comienza a cambiar el cerebro, incluso décadas antes de que aparezcan los síntomas y la detección temprana de los riesgos ayuda a ralentizar el progreso de la enfernedad.
Aunque no existe , aún, la forma de detenerla, si se conoce que hay ciertos hábitos que aumentan el riesgo de padecerla y otros, por el contrario, que lo disminuyen.
Evalúa tu riesgo
Si sabes de antemano que presentas altos riesgos de padecer esta enfermedad, hay maneras de ayudar a retrasar la. Cuanto más temprano es el diagnostico, mayor la posibilidad de tratar la enfermedad con éxito.
1. Conoce las señales tempranas
Muchas gente piensa que la pérdida de la memoria es la primera señal de que se padecerá de Alzheimer, pero no es así. La pérdida de la memoria inmediata está vinculada básicamente con la edad . Hay otras señales que sí se relacionan con esta enfermedad como es el deterioro de la percepción de la distancia, como por ejemplo cuando se quiere tomar un objeto y no se logra o, si vas caminando por la acera y te es difícil cruzar a la de enfrente. Otra señal es la pérdida del olfato o cuando se pregunta lo mismo una y otra vez o se hace más difícil comprender lo que se está leyendo. Cuanto más temprano es el diagnostico, mayores serán las posibilidades de tratar la enfermedad con éxito.
2. Mide tu nivel de apolipoproteina E4 (APOE)
Las investigaciones han concluído que un gen llamado apolipoproteina E4 hace que una persona sea más propensa a desarrollar la enfermedad. Hay más de un tipo de este gen y se puede heredar tanto de la madre como del padre o de ambos.
Procura realizar un exámen para determinar tu genotipo de APOE4.
3. Mide la rapidez con que se dilatan tus pupilas
En un reciente estudio publicado en septiembre de este año, científicos del a facultad de medicina de la Universidad de San Diego, vinculan la respuesta de las pupilas a un mayor riego de padecer la enfermedad.
Las personas con algún daño cerebral temprano presentan una mayor dilatación de las pupilas durante tareas cognitivas, lo que pudiera convertirse en una certera herramienta de detección del Alzheimar mucho antes de que aprezcan los síntomas.
4. Cuidate de la diabetes
Estudios científicos han demostrado que las personas que sufren de diabetes tipo 2, duplican o triplican las posibilidades de desarrollar Alzheimer. Este tipo de diabetes es adquirida y su causa es mayormente los malos hábitos alimenticios y de estilo de vida.
Comer de manera saludable y realizar ejercicios es vital para mantener lejos este tipo de diabetes lejos.
5. Presta atención a tus tobillos
La mala circulación en la zona de los pies puede ser el reflejo de que los vasos sanguíneos del cerebro también estén en las mismas condiciones. Cuando visites tu médico, pide una prueba de índice tobillo-brazo para comparar la presión sanguínea del tobillo con la del brazo.
6. Pon atención a pérdidas de peso sin razón aparente
Si estás cerca de los 60 años una pérdida de peso sin razones conocidas, puede ser una señal de Alzheimer. Una investigación demostró que las personas que padecen esta enfermedad comenzaron a perder peso hasta 10 años antes de que se les diagnosticara la enfermedad.
¿ Que puedes hacer para prevenirla?
1. Consume antioxidantes
Los antioxidantes evitan la oxidación de las células del cuerpo y esto incluye a las células del cerebro.
Procura consumir alimentos que los contengan en altas cantidades como las frutas y los vegetales en general y de manera especial, los que contengan colores brillantes como zanahorias, fresas, arándanos y tomates. Además de productos como el chocolate negro, el té verde y el vino tinto.
2. Chequea como está tu vitamina B12
A medida que se va teniendo más edad, los niveles de vitamina B12 y la capacidad de absorberla, disminuyen. Un grupo de científicos de la universidad de Oxford en Inglaterra, comprobaron que cuando hay bajos niveles de esta vitamina, puede ocurrir la ruptura de la mielina, una capa grasa que cubre y protege las neuronas lo que podría aumentar las posibilidades de desarrollar Alzheimer.
Si tienes más de 40 años mide, mediante análisis de sangre tus niveles de esta vitamina y habla con tu médico para ver si necesitas suplementos.
3. Aprende algo nuevo
Entre los 30 y 40 años, el cerebro comienza a encogerse, por lo que el proceso de aprendizaje se hace más difícil. Para buena suerte, los científicos piensan que este proceso se puede revertir mediante el aprendizaje. Trata de estudiar o aprender cosas nuevas para darle al cerebro el estímulo que necesita.
4. Medita
La meditación es una excelente técnica para mejorar nuestra calidad de vida. Además de ayudarnos a prevenir y a combatir el estrés, se ha demostrado que aumenta la capacidad cerebral. Un estudio realizado por la Universidad de Yale concluyó que meditar fortalece aquellas zonas del cerebro relacionada con las enfermedades mentales.
5. Cuida tus niveles de estrógeno
El 68% de los pacientes de Alzheimer son mujeres. Alrededor de los 50 años se empieza a perder los beneficios que ofrece esta hormona, entre otras cosas, estimular la memoria. Consulta con tu médico la posibilidad de llevar un tratamiento de reemplazo hormonal.
6. Usa lápiz y papel
Escribir a mano ayuda a organizar los pensamientos. Cuando tengas el tiempo, toma lápiz y papel y ponte a escribir o a dibujar. Este ejercicio es excelente para mejorar la memoria.
7. Aumenta el colesterol bueno
Los científicos han determinado que el colesterol de alta densidad – colesterol bueno – ayuda a destruir las sustancias que dañan las células del cerebro reduciendo el deterioro cerebral. Consume alimentos como aceite de oliva, aguacates, almendras, maníes, nueces, semillas de ajonjolí, aceitunas, pescados grasos , como el atún y salmón.
8. Evita las grasas saturadas
Este tipo de grasa produce una alta oxidación provocando daño a las células. Disminuye al mínimo los productos fritos, la margarina, las donats, comida rápida, papas fritas o palomitas para microondas. Consume, mejor alimentos con bajo contenido de grasa o aceites, preferiblemente el aceite de oliva o el de canola.
9. Evita la Obesidad
Un estudio médico concluyó que las personas con obesidad tienen un 8% menos de tejido cerebral, lo que según el estudio aumenta considerablemente el riesgo de padecer Alzheimer.
10. Pon a trabajar a tu cerebro
Mantén estimulado tu cerebro realizando diferentes actividades como llenar crucigramas, resolver zudoku, tests de inteligencia o juegos de videos. Estas actividades estimulan el cerebro y aumentan su elasticidad ayudando a la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
11. Toma café
El café es beneficioso para el cerebro. Tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a bloquear los efectos negativos del colesterol protegiendo las células del cerebro.
Se recomienda un consumo de 2 a 4 tazas al día para recibir sus beneficios. Siempre se debe consultar antes con el médico.
12. Duerme al menos 7 horas cada noche
Científicos de la Universidad de Berkeley han encontrado evidencias de que la proteína que se piensa desencadena el Alzheimer, la beta-amiloide, se limpia cada noche durante el sueño profundo
Estos investigadores sugieren que la falta de sueño podría ser una pieza clave en el desarrollo de esta enfermedad.
13. Ten una vida social activa
Hay evidencia de que una persona con una vida repleta de actividad tiene la facultad de llenar con buenos recuerdos e información las llamadas “reservas”, que pueden compensar las funciones del cerebro en las primeras etapas del Alzheimer.
Varios estudios han señalado que las personas que realizan muchas actividades tienen menor probabilidad de sufrir de Alzheimer. Juntarse con amigos y familiares, realizar actividades de grupos o hacer trabajos voluntarios es una de las claves para escapar de esta enfermedad.
14. Evita el estrés
Cuando se está bajo estrés, el cerebro libera corticosteroides que son unas hormonas que pueden son muy útiles en un momento de crisis, pero cuando se está bajo esa condición por un período prolongado puede terminar destruyendo las células cerebrales.
Adquiere ciertos hábitos para eliminar el estrés de tu vida. Lee
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15. Consume cúrcuma
La cúrcuma contiene curcumina, un componente que ayuda a bloquear el avance de las placas amiloideas, que provocan la degeneración de las células nerviosas relacionadas con la memoria y las funciones cognitivas.
Se recomienda consumirla de dos a tres veces por semana. Puedes consumirla usando el curry de la cocina india o directamente, espolvoreándola en los guisos.
Fuentes: larazon.es; gerontología maimonides.edu
Imágenes: News.at; Guionismosite; a mãe é que sabe
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