Llorar produce la liberación de dos hormonas: la adrenalina, esta hormona es segregada en situaciones de estrés y la otra hormona es noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y contrarrestra el efecto de la adrenalina. El llanto también ayuda a liberar toxinas.
Cuando se llora sin ninguna razón, es más bien una válvula de escape que se convierte en descargar algo que se lleva dentro en el momento menos esperado.
Al llorar por un motivo que es conocido por nuestros allegados, la primera reacción de éstos es aplacar el mismo, son típicas expresiones en su ánimo de consolar como "no llores", "te ves feo llorando", esa persona no merece tus lágrimas", el llorar no va a solucionar tus problemas" , "los hombres no lloran" y así por el estilo otras más, que más bien pueden producir el efecto contrario pues no nos sentiremos comprendidos. Asimismo, los sentimientos no tienen género, se vale llorar tanto mujeres como hombres, descartar ese mito muy arraigado en los países de culturas machistas, que inculcan que los hombres no lloran.
Liberar la tristeza
Estudios apuntan que liberar el llanto es saludable, por lo que una sesión de llanto te puede hacer sentir mejor, no es conveniente estar llorando a poquitos por los rincones, busca un lugar donde puedas dar rienda suelta a ese llanto hasta que sientas que ya no te queda una lágrima, aunque la situación que lo provoque aún se encuentre presente, te hará sentir liberado, con un bienestar similar a cuando estamos relajados; es como limpiar tu alma, como sacar ese peso que llevas en el pecho, soltar ese nudo en la garganta.
Si lo consideras conveniente, lo puedes hacer a solas o rodéate de personas que te brinden apoyo en ese momento, que te hagan sentir querido/a, un abrazo es el mejor de los bálsamos.
Por lo tanto, cuando tengamos deseos de llorar no debemos reprimirnos, que no nos de miedo o pena expresar como nos estamos sintiendo.
Imágenes: Saber que...
* catártico significa un beneficio psicoterapéutico emocionalmente positivo, sanación.