Muchas veces, los remedios más fáciles son los que mejor resultados pueden darnos. La lavanda es una de esas plantas que desde hace siglos se viene empleando para relajar los nervios y aliviar los dolores de cabeza de forma efectiva y natural ya sea mediante infusiones o ungüentos caseros.
La palabra lavanda proviene de un vocablo romano cuya raíz es "lavar", debido a la excelente capacidad que tiene esta planta para limpiar nuestro cuerpo tanto por dentro como por fuera. Debido a esta gran cualidad purificadora, es muy normal encontrarla formando parte de cualquier tratamiento relajante de spa, así como ingrediente principal de jabones, aceites esenciales e infusiones.
Cómo aliviar la ansiedad y cefalea con lavanda
Lo único que vamos a necesitar para elaborar esta poderosa infusión es limón, lavanda, agua y miel. Ingredientes que seguro tienes ya en casa y que en el caso de la lavanda podrás encontrarla fácilmente en cualquier herboristería o gran supermercado.
Cómo elaborar la limonada
- Hierve un puñado de lavanda en un litro de agua durante 2 minutos. Retira del fuego y deja reposar hasta que se enfríe.
- Cuela la infusión, añade el zumo de 2 limones exprimidos y un par de cucharadas de miel. Remueve y añade la piel de medio limón (bien lavada). Si quieres tomarla fresca añade unos cubos de hielo y tómala al momento o a lo largo del día.
Beneficios de mezclar limón y lavanda
- Las grandes propiedades antiinflamatorias, hipotensoras, antidepresivas y sedantes de la lavanda resulta de gran ayuda a la hora de calmar los nervios y reducir la presión sanguínea en la cabeza, contribuyendo con ello a reducir el dolor de cabeza.
- El limón potencia las propiedades antiinflamatorias de la lavanda.
- La riqueza en vitaminas y minerales del limón, así como su gran poder alcalino, nos ayuda a equilibrar los electrolitos del cuerpo, favoreciendo con ello un mejor funcionamiento general.
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