Para comenzar preferiría que cambiásemos de la palabra líder a la de guía. Me siento más cómoda con ese término. La palabra líder aparece con connotaciones tanto positivas como negativas en nuestras mentes, mientras que guía es percibida como alguien estimulante, confiable y que produce un impacto positivo.
A mí siempre me ha gustado compartir mis conocimientos, mis miedos, mis limitaciones, mis sueños, mis descubrimientos…lo empecé hacer. Las redes sociales me ofrecieron la posibilidad de llegar a cualquier rincón del planeta.
Pensé que si a mí me ayudaba esta forma de vida, y a los de mi alrededor también, por qué no llegar a más gente a través de otros canales. Todo el mundo tiene alguien en sus redes sociales que no conoce y sigue porque le inspira lo que hace.
Cuando comencé mi último proyecto, El Reino de Nita, no pensé en cuánta gente me seguiría o si me convertiría en una referencia, comencé porque pensé que tenía algo que ofrecer al mundo sin límites ni expectativas.
Sin embargo, sin darme cuenta me convertí en una instructora de yoga que compartiendo su filosofía era capaz de guiar a las personas hacia una vida más armoniosa y dichosa.
Tras unos meses, me di cuenta de que lo que estaba haciendo tenía significado. Me daba igual si había uno o cien seguidores, para mí, lo que era importante era el hecho de que podía ayudar e inspirar a otros seres.
Mis fans han sido agradecidos, están motivados y querían (todavía quieren) más.
No hay una persona que me inspire particularmente, al contrario cualquier persona es una fuerza impulsadora. Desde mi primera profesora de yoga hasta my Gurú. Desde esa persona desconocida que me cruzo en la calle hasta mis estudiantes o seguidores. Si somos lo suficientemente humildes, o trabajamos en ello, podemos aprender de todo el mundo, cualquiera puede ser una inspiración.
Como figura pública recibes halagos a menudo y la satisfacción de las personas que te animan, aunque críticas y comentarios más duros también forman parte de estar expuesto. Uno de mis preocupaciones diarias es estar totalmente segura de que lo que comunico siempre va a ser beneficioso para el que lo lee, aunque el miedo de no estar a la altura camina a mi vera en algunos momentos. Voy aprendiendo y evolucionando con cada crítica, con cada comentario.
No obstante, ser vulnerable te permite crecer, siendo más consciente y "mindful". Siendo transparente, dejando que los otros vean tus cualidades y tus defectos trae esperanza, y así las personas pueden verte realmente y sentir que eres alcanzable.
Esta esperanza me ayuda a desarrollarme como Yogi. Es fácil verlo en las redes sociales, todo el apoyo que recibo constantemente y mensajes del tipo: "Mi vida ha cambiado gracias a ti", "Estoy tremendamente agradecida porque no puedo permitirme ir a una clase de yoga pero puedo sentir que soy parte de la tuya, cuando me siento tras la pantalla".
Cabe añadir una anécdota que me ocurrió hace unos días. La propietaria de un estudio me dijo que los estudiantes en vez de decir "Voy a clase de Yoga", dicen "Voy a Nita". Esto no tiene precio, es mucho más de lo que nunca pudiese imaginar. Simplemente me hace sentir que todo mi esfuerzo, energía y tiempo invertido merece la pena.
Particularmente como mujer me siento especial pudiendo ser una referencia. Ya que la mayoría de "líderes" son hombres. Es importante que las mujeres se sientan respaldadas y que crean que ellas también tienen un hueco en cualquier parte de la sociedad.
Mi propósito en la vida: amar y ser amada. Lo visualizo como una acción de dejar que las falsas máscaras que usamos y la carga pesada que llevamos en nuestras espaldas desaparezca, se esfume poco a poco, dejando espacio para que entre todo lo que sí somos.
Sin embargo, no es suficiente con decirlo, escribirlo o leer sobre ello, no hay magía.
Tu potencial es ilimitado, y ahora es tu turno, transforma tu conocimiento en acciones.
Atrévete a hacer cosas de las que no crees estar preparada porque tal vez nunca lo estés a menos que lo intentes. No tengas miedo. Comete errores, levántate y aprende de ellos.
No hay una fórmula exacta para resurgir de las cenizas y sentirse preparada, lo que hay es Tu Camino.
Elige tus herramientas, construye tu propia vida, tu propio sendero, tu Destino.
Cada día es el único día. El presente es lo único que realmente importa. Yo cada mañana tengo un mantra: #Amayoga. Esto significa para mí: practica, ámate y se tu esencia.
Ocasionalmente es beneficioso tener un "líder", un guía, alguien de quién aprender e inspirarte. En cambio, a veces sólo necesitas mirarte en el espejo y observarás quién es el líder: Tú misma /o.
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