Este ejercicio ayuda a liberar la rigidez y tensión en los hombros además de aliviar el dolor en el cuello y la espalda alta.
Durante el movimiento presta atención a tu respiración, mantenla constante durante todo el ejercicio.
Acuéstate sobre una colchoneta con los brazos apoyados en el suelo. También puedes realizarlo sobre la cama aunque es menos efectivo.
Dobla las rodillas y apoya los pies.
Levanta el brazo izquierdo en un ángulo de 90º y asegurate que tu hombro esté apoyado en el suelo.
Alarga el brazo hacia el techo, tu hombro debe elevarse un poco para luego bajarlo despacio. Haz este movimiento varias veces.
Al mismo tiempo alarga y gira todo el brazo de modo que el pulgar quede mirando tus rodillas y la parte posterior de tu mano esté hacia ti.
Vuelve a girar el brazo llevándolo hacia abajo para que el pulgar apunte a la cara.
Haz estos movimientos varias veces sintiendo qué sucede y cómo se mueve tu clavícula izquierda y descansa.
Repite todos los puntos con el brazo derecho.
Disfruta de tu nueva organización y de las nuevas sensaciones en tus brazos, hombros y espalda, y si te gustó, comparte!
Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
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