Sensación desagradable e inminente de vomitar. Es lo que más bien define las náuseas, que suelen localizarse en el epigastrio o la garganta y pueden acabar en vómito. Se estima que las náuseas y los vómitos crónicos afectan al 2,2% de la población adulta, según publica la revista Gastroenterology.
En la mayoría de los casos, no se consideran una enfermedad en sí mismas, sino más bien un síntoma. A menudo, pueden ir acompañadas de dolor de estómago, falta de apetito e incluso fatiga. El mecanismo de acción, es decir, cómo se manifiestan las náuseas, varía según cuál sea la causa. La lista de condiciones que las provocan es amplia.
Las náuseas son, para muchas personas, difíciles de describir. Es una sensación muy incómoda, pero no dolorosa, que se suele sentir en la parte posterior de la garganta, en el pecho o la parte superior del abdomen.
Acostumbra a estar asociada con las pocas ganas de comer o con la necesidad de vomitar. En algunos casos, suelen experimentarse también arcadas, contracciones rítmicas repetidas de los músculos respiratorios y abdominales que no podemos controlar. Se puede o no vomitar.
En términos generales, hay dos tipos de náuseas: agudas y crónicas. Las náuseas agudas acostumbran a durar un mes o menos, mientras que las crónicas o recurrentes suelen hacerlo más de un mes, según la American Family Physician (AFP). Durante este tiempo, pueden aparecer y desaparecer a intervalos.
Al evaluar las náuseas recurrentes, suelen incluirse cuestiones como cuándo empezaron, cuándo van y vienen, cuánto dura cada episodio o si van acompañadas de vómito.
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
La acidez es el sello distintivo del reflujo ácido y esta enfermedad. Además de dolor intenso en el pecho o el abdomen, algunas personas sufren náuseas cuando el ácido del estómago o el contenido del estómago regresan al esófago.
1. Pancreatitis
Aparece cuando hay una inflamación en el páncreas, lo que puede causar problemas digestivos (el páncreas secreta enzimas para ayudar con la digestión). Suele ir acompañado de dolor abdominal o de espalda, fiebre, etc.
2. Úlcera péptica
Surge cuando se forman llagas abiertas en el revestimiento del estómago o del intestino delgado. Suele aparecer dolor de estómago entre comidas, así como hinchazón, acidez y sensación de saciedad.
3. Afecciones psicológicas
Desórdenes de ansiedad, trastornos de la alimentación o depresión pueden causar náuseas constantes, según una revisión publicada en Therapeutic Advances in Gastroenterology.
4. Cálculos biliares
Los cálculos en la vesícula biliar pueden causar dolor en la espalda, en la parte superior del abdomen y náuseas. Estos síntomas suelen empeorar después de comer, sobre todo si se ingieren alimentos con altos niveles de grasa.
5. Embarazo
Se calcula que ocho de cada diez mujeres pueden sufrir náuseas y vómitos durante los primeros meses del embarazo. Suelen desaparecer gradualmente alrededor de las 12 a 14 semanas, aunque pueden volver en las últimas.
6. Tras un procedimiento quirúrgico
Despertar tras una cirugía puede ir acompañado de náuseas y vómitos, debido tanto a la intervención en sí como a los productos anestésicos usados.
7. Tras recibir quimioterapia
Las náuseas pueden ser consecuencia de un tratamiento de quimioterapia para tratar el cáncer.
8. Ciertos medicamentos
Algunos fármacos contra el cáncer, analgésicos, ciertos antibióticos, píldoras anticonceptivas, opioides, medicamentos gastrointestinales o para tratar la enfermedad de Parkinson pueden favorecer la aparición de náuseas como efecto secundario.
9. Factores neurológicos
Dolores de cabeza frecuentes y fuertes como migraña, aumento de la presión intracraneal o trastornos convulsivos también pueden causar náuseas constantes.
10. Algunos tipos de cáncer
Los cánceres que afectan el sistema digestivo o las zonas del cerebro que controlan la digestión también pueden estar relacionados con la aparición de náuseas frecuentes, como el de esófago, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
11. Gastroenteritis
Suele ser la causa más común de las náuseas y vómitos agudos. La gastroenteritis puede estar relacionada con una infección bacteriana y estar acompañada de fiebre, diarrea acuosa, etc.
12. Intoxicación alimentaria
El consumo de alimentos en mal estado puede provocar náuseas y vómitos, igual que la ingesta excesiva de alimentos, responsable después de la indigestión. Si las náuseas son repentinas y van seguidas de vómitos y aparecen dentro de las dos horas posteriores a la ingesta, es posible que se trate de una intoxicación alimentaria.
La forma cómo se traten las náuseas dependen de la causa, de ahí la importancia de obtener un diagnóstico preciso. Mientras, algunas acciones pueden ayudarnos a aliviarlas:
Las náuseas a menudo empeoran cuando se está deshidratado. Y aquí es donde se puede entrar en un círculo vicioso porque las náuseas dificultan la ingesta de líquidos, lo que empeora la deshidratación y, por tanto, aumentan las náuseas. El médico puede recetar fármacos antieméticos, entre los que se incluyen antagonistas de los sistemas serotonina, dopamina, histamina, corticosteroides y benzodeiazepinas.
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Original:Las posibles causas de las náuseas al levantarse por la mañana
Tags: bienestar