Aumento del ego
Cada vez más personas jóvenes, observan dentro del abanico de posibilidades de futuro la idea de ser influencers o YouTubers como una fórmula de éxito profesional. Una fórmula que, por otra parte, se observa como sencilla (aunque no lo sea). En el universo de YouTube existen muchos profesionales que son un punto de inspiración, pero no todos alcanzan este nivel de profesionalidad y valores. Pero existe un efecto psicológico que ocurre al trabajar como influencer o YouTuber: la fama, una fama que a veces se produce de forma rápida.
Una fama que se alimenta el número de “likes” y de los seguidores. Personas de edad muy joven se ven expuestas al juicio ajeno. Y es muy importante tener los pies en el suelo para saber lo efímero que puede ser todo esto por muchos aspectos distintos. Por ejemplo, por una cuestión de edad. La edad es un factor que condiciona la profesión de YouTuber, especialmente, dependiendo de la temática. Pero, además, internet evoluciona a tal velocidad dando lugar a nuevos universos que nadie sabe en qué puede derivar esta nueva profesión.
El lado negativo de ser Influencer es que la persona puede olvidar quién es en realidad al proyectarse tanto ante la imagen que quiere mostrar ante los demás. En algunos casos, los seguidores idealizan la vida de estos jóvenes youtubers, porque ellos mismos se encargan de mostrar imágenes de felicidad continua en las redes sociales por medio de selfies que parecen haberse convertido en una nueva filosofía de vida. Algunos canales de YouTube se han convertido en una nueva versión de light de Gran Hermano en donde muchas youtubers comparten vídeos presentando a sus parejas, contando detalles de su vida personal o abriendo las puertas de su casa. ¿Dónde está el límite de aquello que se comparte y de aquello que queda como propio?
Estudiar para ser youtuber
Y el verdadero lado negativo de esta profesión a nivel emocional aumenta cuando el éxito no está respaldado por la formación y el conocimiento. Ya que es positivo que la persona tenga la confianza de que, si en algún momento se cierra esa puerta profesional, podrá continuar con su carrera laboral en un sector para el que ya se ha preparado. Pero especialmente, conviene entender el conocimiento como una fuente necesaria para convertirte en una voz de autoridad para hablar de un tema. Muchas de las blogueras de moda no tienen ningún tipo de estudios vinculados con la temática de la que hablan como si fuesen expertas. Esto ya muestra una contradicción en la propia influencia ya que el conocimiento es un criterio fundamental para poder ser experto en la materia.
La presión mediática puede ser tan fuerte que algunas personas no cumplen con su sueño de publicar un blog, por ejemplo, por el temor que les produce la mirada ajena. Es decir, las posibles críticas negativas recibidas en YouTube. Los conocidos como haters.