Las células que almacenen los lípidos se denominan adipositos y el conjunto de las mismas forman el tejido adiposo. El exceso de tejido adiposo da lugar al sobrepeso y obesidad.
Dónde almacena la grasa corporal
Tres tipos de grasa según el lugar de nuestro cuerpo en el que se depositen, son:
Grasa subcutánea: la que se acumula bajo nuestra piel y la que más se ve. Es la que primero se pierde cuando seguimos una vida saludable (ejercicio regular y alimentación adecuada).
Grasa visceral: esta grasa es la que está más adherida a nuestro cuerpo, se encuentra alrededor de los órganos internos y puede suponer un peligro si hay en exceso.
Grasa intramuscular: es la grasa dentro de las fibras musculares, sirve de fuente de energía y se quema fácilmente con el ejercicio físico. Exceso de grasa corporal
El exceso de grasa corporal da lugar a la obesidad y el sobrepeso
; dependiendo de la parte del cuerpo donde se acumule más grasa, se distinguen dos tipos de obesidad:
Obesidad androide o central: cuando la grasa se localiza sobre todo en el abdomen y la cintura, es decir, cubriendo los órganos internos. También se denomina forma de “manzana”. Es más típica en los hombres. Quienes padecen este tipo de obesidad son más proclives a padecer hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Obesidad ginoide o periférica: es la que se acumula sobre todo en las caderas. Más típica en mujeres, También se denomina forma de “pera”. Este tipo de obesidad no conlleva tantos riesgos para la salud, pero no deja de tener el riesgo asociado al exceso de grasa corporal. Grasa corporal necesaria
La grasa corporal es un componente fundamental por sus importantes funciones de reserva energética, aislamiento, entre otras, por eso, es importante mantener los niveles adecuados de la misma, previniendo exceso pero también su déficit.
En personas adultas, el porcentaje de grasa corporal normal varía según el sexo, ya que las mujeres tienen más grasas por naturaleza que los hombres.
No se aconseja tener menos de 10% de grasa corporal en el caso de los hombres y de 13% en el de las mujeres. Por debajo de estos porcentajes las funciones orgánicas se alteran notablemente y pueden afectarse procesos vitales, siendo incompatible con la vida un porcentaje de grasa corporal inferior al 3%.
Aunque en los atletas, el mínimo puede llegar a descender hasta el 4% en hombres y 6% en mujeres. Debemos pensar que son deportistas profesionales que están bajo supervisión constante de facultativos médicos que controlan su funcionamiento corporal para que no tengan problemas de salud.
Mantener bajo control la grasa corporal
Nada mejor que la práctica de ejercicio regular y mantener unos hábitos correctos de alimentación para mantener el nivel de grasa a raya, tanto para aquellos que tienden a acumular grasa como para aquellos que tienen defecto de la misma.
Un control adecuado de nuestra grasa corporal nos evitará riesgos de padecer cualquier tipo de problemas relacionados con el exceso o defecto de la misma.