El noviazgo es muy importante, ya que es aquí donde conocemos a la persona que formará parte de nuestra vida, restarle importancia es correr el riesgo de equivocarnos y lamentarnos cuando ya es demasiado tarde. Durante el noviazgo, conocemos también a su familia, sus valores, costumbres, reglas, de esta forma nos hacemos una idea de la clase de padre, y esposo que tendremos. En esta etapa, conocemos al hombre mujeriego, fiestero, que le gusta el licor, que tiene hábitos que no compartimos y esta forma de ser no la cambia ni casado. Por eso esta etapa no podemos tomarla tan a la ligera, muchos matrimonios fracasan porque durante el noviazgo todo le pareció bello. Fiestero: "es muy alegre". Mujeriego: "es que es muy lindo y las mujeres lo buscan "(pero el no hace nada por evitarlo). Celosos: "me quiere, por es celoso". Dominante: "me siento protegida", en fin una serie de innumerables características que mas tarde serán causa de separación. Si un hombre maltrata a una mujer durante el noviazgo va a segur haciéndolo durante el matrimonio.
Cuando se inicia una familia nueva, cada persona lleva consigo una serie de costumbres con las que tenemos que convivir y tolerar y algunas modificar. Es un nuevo hogar con nuevas normas y reglas. Muchas veces el querer imponer nuestros puntos de vista, reglas y las costumbre de nuestra familia de origen es lo que ocasiona conflicto. Ante todo debe existir respeto por la pareja, no podemos pretender imponer nuestra s reglas, debe haber un equilibrio para que los dos se sientan satisfechos con la relación.
La familia de origen en muchas ocasiones pueden ser origen de conflictos. Hay casos en los que continúan dando órdenes a sus hijos casados, participando en toda decisión que ellos deben tomar, llegando a imponer su voluntad. Situación es mas grave aun cuando la pareja permite esta intromisión y se pone en contra del otro. Los suegros deben entender que tienen un nuevo rol y que pasan a un tercer lugar despues de su yerno o nuera e hijos.
Cuando se conforma una familia debemos tener la suficiente madurez física y mental para tomar nuestras propias decisiones. Se supone que nuestros padres nos formaron de tal manera que seamos independientes capaces de llevar las riendas de nuestro hogar y de llevar a cabo el nuevo rol que desempeñamos.