Ya sabemos que los alimentos actúan sobre la capacidad intelectual, interviniendo de manera indirecta en la neuroquímica cerebral. Un funcionamiento defectuoso de los neurotransmisores puede ocasionar enfermedades y por tanto, modificaciones en la dieta ayudan a mejorar el nivel de neurotransmisores. Hablemos pues de nutrientes básicos para el cerebro:
Macronutrientes
Ácidos grasos (DHA, AA): DHA: Ácido docosahexaenoico (w3), AA: Ácido araquidónico (w6). Encargados de la plasticidad nerviosa, afecta a la función motora y a la actividad sensorial (aprendizaje, crecimiento, desarrollo).
Proteínas (TRYP, AR, Carnitina). Diversos péptidos y aminoácidos funcionan como neurotransmisores y neuromoduladores del SNC:- AR: Leucina, Isoleucina y Valina. En el SNC mantienen los niveles de glutamato (neurotransmisor excitador). Compiten con los aminoácidos aromáticos (Tryp) lo que repercute en la síntesis de serotonina.
- TRYP: Precursor de la serotonina. Su concentración depende del suministro en la dieta.
- Carnitina: Evita la degradación de los AR.
Hidratos de carbono (glucosa). Fuente energética principal del sistema nervioso central (SNC). El SCN no la almacena, por lo que exige un aporte continuo. A partir de la glucosa se produce acetil Co-A, imprescindible para sintetizar acetilcolina. Una dieta rica en HC aumenta la liberación de serotonina. Si tenemos una hipoglucemia se puede llegar a producir una disminución de la capacidad cognitiva.
Micronutrientes
Minerales (Fe, Na, Ca, Cu, Se, Zn)
- Na y K: Regulan el potencial de membrana.
- Ca: Necesario para la liberación de neurotransmisores.
- Mg: Regula la actividad de receptores modulando la respuesta excitadora neuronal. Permite la entrada de Ca al interior de la célula.
- Fe: Mielinización. Funcionamiento de los neurotransmisores; su déficit enlentece la conducción.
- Cu: Regula la conversión de dopamina en noradrenalina. En exceso es neurotóxico.
- Se: Síntesis y degradación de neurotransmisores (dopamina, noradrenalina y serotonina). Previene la pérdida de dopamina y disminuye la peroxidación lipídica. Es antioxidante.
- Zn: Disminuye el efecto inhibidor de los receptores GABA. Regulación de síntesis y liberación de neurotransmisores como el glutamato.
Vitaminas (grupo B, A, E, K): Actúan como cofactores enzimáticos en el SNC.
- Grupo B: B3: Neuroprotector, B6: Síntesis de GABA, B12: Mielinización, Ácido fólico: Crecimiento y desarrollo de neuronas, Biotina: Desarrollo de la plasticidad.
- VIT C: Neuroprotector y neuromodulador de la transmisión de glutamato y dopamina. Cofactor para la síntesis y liberación de noradrenalina y acetilcolina. Es antioxidante.
- VIT A: Desarrollo y diferenciación neuronal. Plasticidad sináptica. Relacionado con el sistema dopaminérgico fundamental para el control de la actividad motora. Su deficiencia afecta en la actividad sináptica. En exceso es neurotóxico.
- VIT E: Efecto antioxidante en la membrana celular.
- VIT K: Metabolismo de los esfingolípidos constituyentes de membrana de células del SNC.
Por otra parte, hay que saber identificar las principales repercusiones de las enfermedades del Sistema Nervioso en el funcionamiento normal del organismo por lo que posibles secuelas y problemas de rehabilitación pueden comprometer el estado nutricional, de forma:
Directa: cuando alguna parte del sistema nervioso tiene su funcionamiento afectado.
Indirecta: con la presencia de cuadros depresivos o compromiso de la capacidad autónoma del paciente en función de problemas neurológicos.
El objetivo principal de la nutrición ante una enfermedad del sistema nervioso es aportar los nutrientes necesarios para el funcionamiento normal del organismo y por lo tanto debe ser siempre adecuada y suficiente para cada persona.
Otros objetivos se basarían en evitar el estado de malnutrición, prevenir la pérdida o exceso de peso (a su vez evitar la deshidratación, el estreñimiento y la broncoaspiración).
Por ejemplo, en el caso de la EPILEPSIA, es una enfermedad que se basa en la descarga neuronal repentina, excesiva y desordenada, produciendo en muchos casos afectación neurológica ya sea parcial o generalizada en función de cómo se vea afectado el cerebro.
En estos casos además de las oportunas medidas farmacológicas y/o quirúrgicas se ha visto que una dieta cetogénica, especialmente en niños con convulsiones generalizadas o parciales complejas, que no responden al tratamiento clásico, es bastante efectiva.
Si hablamos de DEPRESIÓN se ha visto que una alimentación rica en triptófano y ácidos grasos Omega-3 ayudan a una mejoría. De igual forma ocurre con la ESQUIZOFRENIA y una dieta rica en ácidos grasos esenciales y antioxidantes.
Con este post quiero concluir que no existe un plan de alimentación general apto para todos, es importante un correcto aporte de nutrientes y siempre teniendo en cuenta nuestro ritmo de vida y situación tanto fisiológica como, llegado el caso, patológica.
Con esto me despido hasta el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas