Produce estornudos, congestión nasal y/o secreción y conjuntivitis.
La rinitis puede ser un indicador de que la persona que la padece tiene una predisposición a desarrollar asma.
Causas de la rinitis alérgica
Es más frecuente en personas con algún familiar con alergias o personas que viven en zonas con mayor contaminación.El principal factor que causa la rinitis son los aeroalérgenos, particulares transportadas por el aire que producen alergias respiratorias, cutáneas o conjuntivales.
Estos aeroalérgenos se clasifican como:
Agentes de interior: ácaros del polvo domésticos, la saliva, los epitelios u orina de animales (gatos, perros, hámsters).
Agentes de exterior: algunos hongos atmosféricos y pólenes.
Agentes laborales: surge como respuesta a un agente presente en el aire y en el lugar de trabajo. Por ejemplo: harinas de cereales, enzimas proteolíticas y maderas tropicales.
También existen factores de riesgo:
Tener padres alérgicos.
Exposición a factores ambientales.
La contaminación.
Padecer otras alergias.
Estar expuesto a fumadores.
Síntomas de la rinitis alérgica
Los síntomas se presentan generalmente durante dos o más días consecutivos y durante más de una hora la mayoría de los días.Goteo y congestión nasal.
Ojos llorosos, rojos y que causan picazón.
Estornudos.
Tos.
Picor en la nariz, el paladar o la garganta.
Piel hinchada debajo de los ojos.
Goteo posnasal.
Fatiga.
Existen factores estacionales, es decir, pueden comenzar o empeorar en un momento particular del año. Los detonantes son:
Polen de los árboles al comienzo de la primavera.
Polen del césped al final de la primavera y el verano.
Polen de la ambrosía, frecuente en otoño.
Los ácaros de polvo, las cucarachas y la caspa de mascotas pueden estar presentes todo el año, pero los síntomas pueden empeorar en invierno.
Pruebas y diagnóstico de la rinitis alérgica
El médico se basa en los antecedentes familiares y un examen físico para diagnosticar la fiebre del heno.También puede apoyarse en alguna prueba, pero son bastante comunes:
Prueba del pinchazo: el médico te pincha en la piel del brazo o en la parte superior de la espalda con materiales que desencadenan alergias. En caso de alergia se producirá una reacción y seguramente sea el desencadenante de tu rinitis.
Análisis de sangre.
En casos muy particulares se pueden llegar a hacer otras pruebas como pruebas olfatorias, determinación de los niveles de óxido nítrico nasal o pruebas de provocación nasal con alérgenos.
Tratamiento de la rinitis alérgica
Lo mejor es limitar todo lo posible la exposición a aquello que te causa la rinitis aunque se puede seguir un tratamiento con medicación.Si tienes un hijo con rinitis alérgica, habla con el médico sobre el tratamiento ya que no todos los medicamentos para la rinitis alérgica están aprobados para el consumo pediátrico.
Diferentes medicamentos como corticoides o antihistamínicos,
Inyecciones para la alergia (inmunoterapia): se suele recomendar en caso de que los medicamentos no alivien los síntomas o provoquen demasiados efectos secundarios. Tiene una duración de entre tres y cinco años y el objetivo es que el organismo se acostumbre a los alérgenos que causan los síntomas y disminuir la necesidad de medicamentos.
Es muy eficaz si tienes alergia a la caspa de gato, a los ácaros o al polen. En los niños, puede ayudar a prevenir la aparición de asma.
Pastillas para la alergia que se colocan debajo de la lengua: sustituyen las inyecciones pero su funcionamiento es el mismo. Las pastillas se disuelven en la boca y su uso suele ser diario.
Enjuague de los senos paranasales: con una solución salina, estéril y destilada para aliviar la congestión nasal. Ayuda a expulsar el moco y los alérgenos de la nariz.
Si tienes un hijo con rinitis alérgica, habla con el médico sobre el tratamiento ya que no todos los medicamentos para la rinitis alérgica están aprobados para el consumo pediátrico.
También existen otros tratamentos:
Cirugía de reducción de los cornetes inferiores: es una opción válida para los enfermos que siguen teniendo síntomas a pesar del tratamiento farmacológico, pero no es una de las primeras opciones.
Acupuntura: no hay mucha información al respecto pero en algunos casos la acupuntura ha llegado a mejorar los síntomas y calidad de vida de quienes padecen la fiebre del heno.
Medicamentos para la rinitis alérgica
Entre los medicamentos destacan:Corticoides nasal: ayudan a tratar y prevenir la inflamación, la picazón y la secreción nasal producidas.
Antihistamínicos: suelen administrarse como pastillas aunque también existen en forma de aerosoles nasales y gotas para los ojos. Alivian el picor, los estornudos y la secreción nasal.
Descongestionantes: están disponibles de forma líquida, pastillas y aerosoles. Se recomienda no usar los descongestionantes en aerosol durante más de dos o tres días consecutivos porque pueden empeorar los síntomas.
Cromolina sódica: ayuda a aliviar los síntomas. Es más efectiva cuando se toma antes de los síntomas y no tiene efectos secundarios graves.
Modificador de leucotrienos: se usan para bloquear los leucotrienos, químicos del sistema inmunitario que causan los síntomas de la alergia como la producción de mucosidad en exceso. Se suelen usar cuando los aerosoles nasales no se toleran.
Ipratropio nasal: ayuda a aliviar la secreción nasal grave, pero no es efectivo para tratar la congestión, los estornudos y el goteo nasal. No se recomienda para personas con glaucoma u hombres con una próstata agrandada.
Corticosteroides orales: se suelen recetar durante períodos cortos ya que a largo plazo pueden causar efectos secundarios graves, como cataratas o debilidad muscular.
Prevención de la rinitis alérgica
No existe una manera de prevenir la rinitis alérgica. Lo mejor que se puede hacer es reducir la exposición a los alérgenos que provocan los síntomas.Seguir un tratamiento adecuado es muy importante para notar alguna mejora y para ello se debe contar con la ayuda de un especialista (alergólogo u otorrinolaringólogo) que se encargará de dar el diagnóstico correcto y las soluciones más adecuadas.
También es muy importante mantener el polen bajo control, conocer su concentración en las zonas por las que te mueves. En general, no es aconsejable hacer deporte al aire libre en épocas de polinización, ni pasar mucho tiempo fuera.
Evitar las alfombras o moquetas y usar aires acondicionados con filtros pueden ayudar a mejorar tu vida.
Complicaciones de la rinitis alérgica
Problemas que pueden asociarse a la rinitis alérgica:Disminución de la calidad de vida, interfiriendo en tus actividades cotidianas.
Sueño deficiente al no poder descansar bien, causando además fatiga y malestar general.
Empeoramiento del asma.
Sinusitis provocada por una congestión prolongada de los senos paranasales.
Infección de oído, sobre todo en los niños.
Tipos de rinitis alérgica
La clasificación de la rinitis alérgica se basa en el tipo de elérgenos a los que reacciona la persona y cuándo ocurren las reacciones:Rinitis alérgica estacional: sucede en la misma época del año. Los alérgenos más comunes son el polen por lo que suele ocurrir cuando florecen determinadas plantas.
Rinitis alérgica permanente: sucede durante todo el año independientemente de la época que sea. Sus síntomas pueden ser más intensos en invierno y las causas más comunes con los ácaros del polvo, la caspa de los animales, las cucarachas o el moho.
Rinitis alérgica ocupacional: sucede por una reacción alérgica a alguna sustancia presente en el entorno laboral, como por ejemplo granos, polvo de madera, sustancias químicas o animales de laboratorio.
Cuándo contactar a un médico
Es importante acudir al médico en alguno de los siguientes casos:Empiezas a padecer alguno de los síntomas de la fiebre del heno.
Los medicamentos para la alergia no te alivian o te producen efectos secundarios.
Padeces otro trastorno que puede empeorar la rinitis alérgica, como pólipos nasales o asma.
Rinitis alérgica en bebés
La fiebre del heno en bebés es más común si alguno de los padres es alérgico. Además, es más frecuente que los bebés la padezcan si sufren piel atópica.Los síntomas en bebés lactantes son:
Constantes estornudos.
Falta de sueño e incomodidad.
Ojos rojos e hinchados.
Moco en exceso.
Mayor cansancio.
La rinitis en bebés suele ser más complicada que en los adultos ya que los bebés todavía no se acostumbran a respirar con normalidad y tener mocos severo puede llegar a causarle asfixia.
Es importante acudir al pediatra y que te de indicaciones que te ayuden a ti y al bebé.
Lo mejor para evitar una situación de asfixia son los aspiradores nasales.
También es importante alimentarlo con frecuencia con leche materna.
Rinitis alérgica en niños
Uno de cada cuatro niños entre seis y siete años sufre o ha sufrido rinitis. Los niños con rinitis alérgica tienen peor calidad de vida y un menor rendimiento escolar.Cuanto antes se diagnostique, antes se puede establecer un tratamiento preventivo y conseguir que la enfermedad no empeore.
Diversos estudios han demostrado que los niños que tenían rinitis alérgica sin asma y que han recibido vacunas antialérgicas tienen menor riesgo de que desarrollen asma en los siguientes diez años.
En caso de que los niños hayan pasado una mala primavera o un mal verano debido a la rinitis y conjuntivitis, se recomienda ir en otoño a pediatras alergólogos para solicitar una evaluación.
El riesgo en niños de la que rinitis sea causada por alguna alergia se incrementa cuando ya padece alguna alergia alimentaria o dermatitis atópica o si sus padres también son alérgicos.
Rinitis alérgica en adolescentes
Actualmente, el 16% de los adolescentes entre 13 y 14 años padecen rinitis alérgica.En caso de padecer tos frecuente por las noches o con el ejercicio y sufrir episodios de fatiga o dolor en el pecho se debe acudir al médico.
La rinitis alérgica se asocia a otras enfermedades como la dermatitis atópica y el asma y puede llegar a interferir en la calidad de su vida.
Los adolescentes con rinitis alérgica presentan mayores tasas de ansiedad y depresión, por lo que, como en el caso de los niños, cuanto antes se diagnostica y se trate, mejor para la calidad de vida del adolescente.
Rinitis alérgica en embarazadas
Hay mujeres que parece que durante todo el embarazo están resfriadas. Es normal padecer durante este periodo síntomas de congestión nasal, estornudos y tos.Esto se conoce como rinitis del embarazo o gestacional.
No se trata de ninguna enfermedad peligrosa para el embarazo ni es peligrosa para el feto, pero puede ser molesta y afectar a la calidad de vida de la mujer.
Puede confundirse con la rinitis alérgica, pero las causas son diferentes. La rinitis alérgica es causada por diversos alérgenos, sin embargo, se cree que la rinitis gestacional se debe a los cambios hormonales.
Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento pero son más comunes durante el primer trimestre de embarazo. Desaparecen por completo a las dos semanas después del parto.
Los tratamientos para la rinitis del embarazo ayudan a aliviar los síntomas pero no consiguen que desaparezca completamente.
Lo mejor es acudir a un médico para así asegurarse de que el tratamiento no interfiera en el desarrollo del bebé.
Lo más común es la irrigación nasal con soluciones salinas, antihistamínicos y descongestivos orales o nasales.
También es muy importante el cuidado personal, beber muchos líquidos, no exponerse al humo del tabaco y hacer ejercicio moderado.
Rinitis alérgica en mayores
Las personas mayores con rinitis alérgica suelen padecer más síntomas como pérdida de olfato o sequedad nasal.Es una enfermedad que se presenta con más severidad en los ancianos por inmunosenescencia, un deterioro gradual del sistema inmune provocado por el avance de la edad.
Con la edad también se producen cambios anatómicos y fisiológicos en la nariz que favorecen la aparición de rinitis.
Datos interesantes sobre la rinitis alérgica
Se calcula que 400 millones de personas sufren de rinitis alérgica.Cada vez más personas la padecen debido a la contaminación atmosférica y la temperatura ambiente.
El número de mascotas en las casas aumenta cada vez más, lo que ha derivado en más alergias y más casos de rinitis.