Todos sabemos que al dejar de fumar, se experimentan beneficios múltiples. Uno se siente mejor físicamente, respira mejor, recupera la sensibilidad a olores y sabores
El sistema utilizado en las flores de Bach es el descubrimiento de las emociones. El sujeto debe aprender a identificar qué emoción le causa prender y fumar un cigarrillo y con esta información se buscará la esencia floral adecuada que supla a palee la carencia de dicha emoción. Lógicamente, las emociones no serán igual para todos, cada una de ellas dependerá del individuo. Los grupos de personas que se especializan en las flores de Bach se dedican a detectar las emociones que acompañan al hábito de fumar. Esta parte del proceso es fundamental para comenzar una segunda etapa de recuperación.
Una vez detectada la o las emociones, se inicia lo que se denomina “ejercicios centrales sobre el mismo deseo de fumar”, aquí se sustituyen las necesidades primeras por aquellas que se encuentran en un trasfondo emocional y se integran nuevas facetas de la persona para su desarrollo personal.
Los pacientes que consiguen dejar de fumar con flores de Bach, además, casi nunca reinciden en este hábito. La clave de las terapias con flores de Bach, de todas maneras, no reside únicamente en los extractos y tinturas que nos darán para tomar, sino en la terapia que acompaña a este tratamiento y que es ?en última instancia? la que nos ayuda a modificar hábitos perjudiciales de manera tajante.