Muchas personas se preguntan si son aptas para acudir a un fisioterapeuta o simplemente solo esta enfocado a determinados problemas de lesiones o enfermedades.
En FisioKarma tenemos la opción de ponernos a punto, incluso si no estamos lesionadas, ya que los fisioterapeutas, como expertos en movimiento que son, pueden ayudar a las personas en cualquier etapa de su vida cuando el movimiento y la función se ven amenazados por el envejecimiento, lesiones, enfermedades, trastornos, afecciones o factores ambientales.
Pero... Qué es la fisioterapia?!. Es solo apto para deportistas, qué molestias y dolores son los más comunes?!.
La fisioterapia es una ciencia que mejora la estructura y función del cuerpo humano ayudando a paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.
Los fisioterapeutas nos enseñan cómo prevenir o controlar nuestra afección para que podamos obtener beneficios para la salud a largo plazo.
Examinan a cada paciente y desarrollan un plan, utilizando técnicas de tratamiento para promover la capacidad de movimiento, reducir el dolor, restaurar la función y prevenir la discapacidad; Además, trabajan con personas de cualquier edad, sexo... Para prevenir la pérdida de movilidad antes de que ocurra mediante el desarrollo de programas orientados al bienestar y la aptitud física para un estilo de vida más saludables y activo.
Nos puede ayudar para con:
Aliviar el dolor.
Prevención o recuperación de una lesión deportiva.
Rehabilitación después de un accidente, lesión, contractura, fractura de huesos, cirugía...
Trabajar el equilibrio para evitar caídas.
Programas pre y post parto.
Tratar problemas musculares y articulares, dolor de espalda y otras dolencias que pueden dificultar el movimiento.
Adaptarse a una extremidad artificial.
Tratamiento para tu bebe, especialmente para los cólicos lactantes.
Manejar una enfermedad crónica como diabetes, enfermedad cardíaca o artritis.
Incontinencia intestinal o vesical.
Rehabilitación cardíaca.
Problemas respiratorios / baja resistencia cardiovascular.
Educación física y de bienestar, incluida la pérdida de peso y la prevención de la osteoporosis.
Recuperación del cáncer.
Problemas de hombro, brazo, mano y muñeca, rodilla, tobillo, pie, cuello, lumbalgia...
Fatiga crónica y debilidad.
Pilates con maquinas para corregir malos hábitos y posturas perjudiciales.
Algunas molestias y dolores comunes:
Torceduras y esguinces: Las personas que practicamos deportes o somos físicamente activas estamos familiarizadas con los esguinces (un ligamento estirado o desgarrado) y las distensiones (un músculo o tendón estirado o desgarrado). Ambos causan hinchazón e inflamación. Los esguinces pueden causar moretones.
Tendinitis y bursitis: Se trata de hinchazón alrededor de un músculo o hueso, generalmente provocada por el uso excesivo o una lesión de una articulación, como puede ser: el tobillo, el codo, la rodilla, la cadera, el hombro o la muñeca.
Cefalea tensional: Este tipo común de dolor de cabeza se siente como si una banda nos estuviera apretando la cabeza. Las causas pueden ser muy variadas: Tabaquismo, tensión ocular, fatiga o esfuerzo excesivo, abuso de cafeína...
Neuralgia: Hormigueo, ardor, entumecimiento y debilidad pueden indicar un problema con los nervios. Las personas con diabetes no controlada tienden a sufrir daños nerviosos en los pies, manos, brazos y piernas. El herpes zóster, una erupción cutánea dolorosa causada por el virus de la varicela, puede provocar dolor nervioso continuo.
Dolor de cuello/hombros/brazos: Nuestro cuello está menos protegido que el resto de la columna, por lo que es vulnerable a esguinces y distensiones. Esos dolores suelen estar relacionados con una mala postura al dormir, mala posición en el trabajo, levantar peso, practicar algun deporte...
Síndrome del túnel carpiano: Hay poca evidencia de que el uso excesivo del teclado sea el culpable de uno de los principales trastornos nerviosos. Sin embargo, escribir con el teclado del ordenador podría empeorar el hormigueo y el entumecimiento de los dedos si ya tenemos un nervio apretado.
Hombro congelado: El dolor suele ser más intenso durante la noche cuando te acuestas de ese lado. Las tareas cotidianas simples pueden ser difíciles de hacer. El hombro se pone rígido hasta el punto donde no puede moverlo.
Dolor de espalda: A medida que envejecemos, se vuelve más común. El dolor de espalda puede ser sordo o agudo y durar meses. Tener sobrepeso y levantar algo de manera incorrecta puede causarlo. Las enfermedades como la artritis y el cáncer pueden afectar la espalda y la columna vertebral, y los genes también pueden desempeñar un papel importante.
Artritis: Los síntomas, que pueden ir y venir, a menudo incluyen hinchazón, dolor, rigidez y movimiento limitado. Podrían ser el resultado del desgaste o la inflamación provocada por su sistema inmunológico. La artritis generalmente no se puede curar, pero a menudo puede aliviar el dolor y controlar la afección con la ayuda del fisio.
Ciática: Este dolor punzante puede hacer que estar sentado o de pie sea incómodo. Puede sentirse débil, adormecida y con ardor u hormigueo en la pierna, pero no es un calambre. Es un nervio pellizcado en la parte baja de la espalda. Estornudar y toser puede agudizar el dolor.