La enfermedad de Paget (EP), también conocida como osteitis deformante, fue descrita por primera vez en 1876 por Sir James Paget, de quien toma su nombre. En términos generales, se trata de una alteración en el proceso habitual de formación y destrucción del hueso. Esta enfermedad lo que hace es que interrumpe el reemplazo de tejido óseo viejo por tejido óseo nuevo, entonces estos procesos se generan a un ritmo inadecuado y surgen las deformaciones. Puede afectar a un solo hueso (monostótico) o a varios (polistótico), siendo más propensos el cráneo, la columna o la pelvis.
La EP es más frecuente en los países Nórdicos, Inglaterra, Europa Occidental, Estados Unidos y Nueva Zelanda, siendo el trastorno óseo más frecuente en esos países después de la Osteoporosis, sobre todo a partir de los 40 años, puesto que pocas veces se dan casos antes de esa edad.
Se presume que es una enfermedad hereditaria, por lo que la pueden padecer varios miembros de una familia. También se baraja la posibilidad que el causante de esta enfermedad sea algún virus como la rubéola o sarampión, pero se desconoce cuál es su causa exacta.
Principales síntomas
Es una enfermedad que muestra pocos síntomas. A pesar de ello, podríamos decir que los más comunes podrían ser dolor de huesos, fracturas constates, deformidades o temperaturas altas en las zonas afectadas.Lo habitual es que se detecte de dos formas: o por los dolores en los huesos afectados o casualmente al hacer un análisis rutinario o al hacer una radiografía por cualquier otro motivo. Una vez detectada, se harán otras pruebas más exhaustivas para ver el alcance del problema, como una gammagrafía ósea.
Tratamiento para la EP
No todos los pacientes necesitan tratamiento; es el reumatólogo el que lo determina. Aún así, como medidas generales se recomienda evitar el sobrepeso y aplicar calor en las zonas afectadas para paliar el dolor.Los fármacos que se suelen recetar para aliviar las molestias a corto plazo y evitar la progresión de la enfermedad son analgésicos combinados con antirresortivos. Con ellos, sobre todo si se ha diagnosticado pronto, se produce un control total del problema. Y solo en casos muy concretos, cuando las deformidades afectan a la calidad de vida, puede necesitarse una intervención quirúrgica.
Factores de riesgo
La enfermedad de Paget a veces puede traer consigo algunos problemas extras que afectan a la salud del enfermo. Las complicaciones pueden ser cardiovasculares, neurológicas y ortopédicas.- Los problemas cardiovasculares aparecen cuando alguna parte del cuerpo no tiene una buena circulación sanguínea. Esto se debe al aumento del flujo sanguíneo hacia el hueso pagético. Este problema puede derivar en mareos, vértigos, etc. Además, si se aumenta el volumen del flujo sanguíneo, el corazón puede sufrir una insuficiencia cardíaca congestiva.
- Los problemas neurológicos se pueden dar cuando se produce un crecimiento en el hueso afectado, que suelen ser el cráneo o las vertebras, y pueden llegar a dañar las estructuras neurológicas. Si el hueso afectado es el cráneo, el paciente puede llegar a perder la audición; en cambio si son las vértebras, puede llegar a padecer ciática.
- Dentro de los problemas ortopédicos podemos encontrarnos con fracturas, fisuras o artrosis.
- Otros problemas. Aunque es muy poco común, el paciente puede llegar a padecer osteosarcoma (cáncer de hueso) en la zona afectada.
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Fuente de información: Sociedad Española de Reumatología
Primer imagen: ashraful kadir/Flickr; segunda, Muffet/Flickr