1. ¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que aparece, principalmente, en los mayores de 65 años. Fue descrita, por primera vez, en 1907 por el médico alemán Alois Alzheimer, de ahí su nombre.
Se trata de la forma más común de demencia que produce un deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Además, dificulta la realización de las actividades diarias básicas.
Es progresiva, es decir, comienza lentamente y, poco a poco, se va desarrollando. Primero, afecta a las partes del cerebro relacionadas con el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Con el tiempo, estos síntomas van empeorando y empiezan las dificultades para hablar, leer o escribir. Hasta que llega un momento en el que estas personas necesitan ser cuidadas y atendidas por completo.
Hasta ahora, no se ha descubierto ningún tratamiento que pueda detener la enfermedad. Tal y como señala la Dra. Sagrario Manzano, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología: “Ahora mismo, y a la espera de que la comunidad científica consiga encontrar un tratamiento curativo para la enfermedad, hay que intentar abordarla en sus primeras fases, ya que existen fármacos que consiguen mantener durante un tiempo el estado neuropsicológico y funcional del paciente; e intentar fomentar los hábitos saludables”.
2. Síntomas del Alzheimer
Las personas con Alzheimer van perdiendo sus recuerdos e identidad, hasta no reconocer nada de la realidad. A veces, los síntomas no son fáciles de identificar, ya que se entiende que son cambios producidos por el envejecimiento. No obstante, al notar alguna pérdida de memoria u olvido, siempre es recomendable acudir al médico para que nos haga las pruebas necesarias.
Algunos de los síntomas más comunes de esta enfermedad son:
- Pérdida de memoria
- Dificultades en el habla
- Confusión y desorientación en espacio y tiempo
- Repetir lo mismo cada poco rato
- Cambios en el estado de ánimo
- Dificultades para realizar tareas o actividades simples
- Pérdida de objetos
- No reconocer a familiares cercanos
Si queréis saber más, a continuación, os dejamos un vídeo explicativo sobre las diferentes etapas del Alzheimer.
3. Factores de riesgo
Algunos de los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecer Alzheimer son:
- Edad: como ya hemos mencionado, los mayores de 65 años son más propensos a sufrir esta enfermedad. Según la Dra. Sagrario Manzano: "La enfermedad de Alzheimer está muy ligada al envejecimiento y el envejecimiento es el principal factor de riesgo. Debido a que en los últimos 30 años, la proporción de personas mayores de 65 años ha aumentado considerablemente, también lo ha hecho el número de enfermedades neurodegenerativas crónicas, especialmente, las demencias"
- Familiares con alzheimer: aquellas personas que han tenido familiares con Alzheimer tienen dos o tres veces más de posibilidades de desarrollarlo. Esta probabilidad aumenta cuanto mayor sea el número de casos.
- Genética: el gen APOE-e4 incrementa el riesgo de sufrir esta enfermedad, aunque no implica, necesariamente, que se desarrolle.
- Lesión cerebral traumática: un golpe en la cabeza o una lesión en el cráneo que cause amnesia o pérdida de conocimiento aumenta la probabilidad del Alzheimer.
4. Métodos de prevención
1. Actividad física: Según un estudio publicado en BMC Public Health, el ejercicio físico es beneficio para nuestro cerebro y reduce el riesgo de sufrir Alzheimer, ya que mantiene nuestra función cognitiva. No hace falta ir al gimnasio, es suficiente con caminar 30 minutos al día para mantener nuestro cuerpo activo.
2. Actividad social: el estar con otras personas y relacionarnos con ellas hace que ejercitemos nuestro cerebro y lo mantengamos activo. Además, nos sentimos útiles y desarrollamos nuestra autoestima.
3. Actividad mental: igual que es importante realizar deporte para mantener nuestro cuerpo sano, lo mismo ocurre con el cerebro, debemos ejercitarlo. Para ello, es muy útil leer, aprender idiomas, realizar crucigramas, los juegos de mesa... También, puede ser interesante acudir a conferencias, charlas... que obligan a nuestro cerebro a escuchar y a procesar esa información.
4. Prevención del riesgo cardiovascular: el cerebro obtiene el oxígeno y nutrientes que necesita de la sangre, que llega a él gracias al bombeo del corazón. Por ejemplo, la diabetes provoca un aumento del azúcar en la sangre y afecta al corazón. Esto hace que el cerebro no obtenga las sustancias que necesita y pueda verse perjudicado. Por ello, es esencial tomar medidas para prevenir problemas cardiovasculares.
5. Una buena alimentación: la dieta mediterránea se considera fundamental para reducir el riesgo de padecer Alzheimer. Es rica en antioxidantes, vitamina C y E y omega 3. Por tanto, es perfecta para mantener nuestro corazón y cerebro sanos. Algunos de los alimentos que debemos incluir en nuestra alimentación son: el aceite de oliva, frutas y verduras, legumbres y pescado (2 veces por semana), cereales integrales...
6. Fomentar la reserva motivacional: se han relacionado estados de ánimo como la tristeza, el dolor, la pena... y enfermedades como la depresión con una mayor propensión a sufrir Alzheimer. Por eso, tenemos que tratar de ser felices y de buscar el lado bueno de las cosas.
¡Seguid estos consejos! No solo os ayudarán a que vuestro cerebro se mantenga sano, sino, también, a que llevéis una vida más equilibrada.
Fuentes:
MedlinePlus
Apaes
Fundación Pasqual Maragall
Alzheimer's Association
El Español
Atención a los mayores