¿Repasamos cómo puede el diabético tener también una dulce Navidad?
Aún hay quien piensa que un diabético tiene que seguir una dieta sacrificada lejos de todo lo dulce y,en general, de los hidratos de carbono, y que no puede disfrutar de la alimentación en épocas especiales como la Navidad. Pero, si bien es cierto que tienen que tomar una serie de precauciones y estar más alertas que la población en general porque una diabetes descontrolada tiene efectos nefastos sobre todo sobre la vista y el riñón, su alimentación no está en ninguna forma alejada de lo que sería una dieta sana para cualquier persona sin problemas del metabolismo del azúcar.
Creo que la clave está en la educación. Un diabético al que se le ha enseñado cómo gestionar sus diabetes, compensando sus niveles de glucosa en sangre con mayores o menores raciones según el tipo de alimento del que se trate, puede perfectamente tener una dieta variada en la que entren todo tipo de alimentos, incluso los turrones y polvorones que ya han inundado, prematuramente según mi opinión, los lineales de los supermercados.
Muchas veces os he comentado en consulta que el régimen de vida que se aconseja a un diabético es el ideal que deberíamos seguir todos nosotros: alimentación variada, moderación en las raciones, hidratos de carbono de bajo índice glucémico, pocas grasas saturadas, poco alcohol y ejercicio físico. ¿No son los mismos consejos que no nos cansamos de repetir para todos? Es más, los expertos tienen evidencias de que el 50% de los casos de diabetes se podrían prevenir con unos hábitos de vida adecuados. Aún así , hoy en día hay todavía diabéticos y prediabéticos que prefieren hacer oídos sordos a las recomendaciones y seguir con su ritmo de vida habitual, a costa de su salud.
La clave está por tanto en controlar muy bien la alimentación y en saber que hay que evitar los excesos tanto de hidratos de carbono como de grasas, porque ambos terminarán convirtiéndose en glucosa en el organismo. Si en alguna de las comidas navideñas nos acompaña una persona diabética, es bueno que pensemos un poco en los que les conviene comer, y con ello estaremos haciendo un bien a todos los demás comensales.
Un consomé desgrasado, una ensalada con marisco (mejor prescindiendo de salsas) y una carne magra (pavo, pularda,...) o un pescado al horno acompañados de verduras es un ejemplo de menú completo y sano para todos, y que además permitirá al diabético hacer ciertos ajustes que le permitan disfrutar de los postres navideños y una copita de cava o vino.
Que no te confundan con dulces "aptos para diabéticos"
¿No te parece curioso que prácticamente ninguna asociación científica recomiende a los diabéticos comprar alimentos específicamente elaborados para ellos?
La primera razón esgrimida por los especialistas es que estos productos etiquetados como "aptos para diabéticos" puede dar al enfermo la impresión de que puede olvidarse de las raciones y consumirlo con total libertad, sin moderación alguna, pues es algo que ha sido elaborado "para ellos", "pensando en su enfermedad".
La segunda, es que las etiquetas con mensajes del tipo "sin azúcares añadidos" pueden resultar confusas (casi diríamos engañosas), ya que la falta de sacarosa (lo que comúnmente llamamos azúcar) no quiere decir que no contenga otros azúcares (como la fructosa o los propios de los ingredientes) y además, la restricción de éstos suele llevar aparejado, con el fin de mejorar el sabor, el incremento en la cantidad de grasas, aspecto que tampoco conviene al diabético.
Ni siquiera todos los edulcorantes artificiales dejan de afectar al nivel de azúcar en sangre. Actualmente se suelen utilizar en los productos "sin azúcar" un tipo de edulcorantes llamados polialcoholes (los reconocerás porque su nombre suele terminar en -ol : malitol, xilitol,...) que siguen incrementando la glucosa en sangre, aunque la mitad que el azúcar, y por tanto no pueden ser de consumo libre para el diabético.
En esta tabla, vemos cómo se identifican los diferentes edulcorantes artificiales en la etiqueta nutricional y si afectan o no a los niveles de azúcar en sangre:
Fuente: www.estudiabetes.org
¿Cómo "compenso" para poder tomar algún dulce navideño?
No creas que esto de "compensar" va sólo dirigido a los diabéticos. Cualquiera que lleve una dieta baja en hidratos de carbono o que quiera evitar que le pesen las navidades puede seguir estas recomendaciones extraídas de los datos que nos facilita la Fundación para la Diabetes.
Los diabéticos están acostumbrados al sistema de "raciones" para equilibrar su dieta. Si te acaban de diagnosticar o nunca has oído hablar de este método, verás que es muy fácil y práctico para todo el que quiera, o deba, controlar la ingesta de hidratos de carbono. En este enlace tienes una lista de la equivalencia de 1 ración de hidratos de carbono para distintos alimentos.
Si queremos terminar nuestra comida navideña con unos dulces típicos, podremos tener en cuenta, por ejemplo, que un panecillo de unos 60 g equivalen a 3 raciones de hidratos de carbono, y la guarnición de 100 g de papa cocida a 2 raciones, con lo cual, si prescindimos de esos dos alimentos en la comida, podremos cambiar nuestro postre habitual por alguno de los dulces navideños cuyas equivalencias puedes ver a continuación:
25 g de turrón de Jijona o de Alicante: 1 ración de HC
20 g de turrón de yema o de chocolate: 1 ración de HC
1 unidad de mazapán (20 g): 1 ración de HC
1 polvorón (30 g): 2 raciones de HC
¿Y en Fin de Año? ¡Ningún problema! Ya que has aprendido a "compensar", sólo debes saber que 12 uvas de tamaño mediano equivalen a casi 2 raciones de HC y ver por qué otro alimento que equivalga a esas raciones la vas a cambiar. Hecho esto, sólo nos quedará el siguiente dilema esencial de la noche: averiguar si el reloj desde el que escuchemos las campanadas toca primero los cuartos o no, para empezar a tiempo y que no nos pase, como tantos años, lo que canta Mecano " que la quinta es la una y la sexta es la dos, y así, el siete es tres"... ;)
No hemos hablado del consumo de alcohol, que suele verse incrementado también en las fiestas y es muy importante a la hora de controlar los niveles de glucosa en sangre...¿Lo vemos en el próximo artículo?
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