Por lo que deben de saber que su aparición está relacionada con diferentes factores y, aunque no deben dar por descartadas estas enfermedades, la mayoría del tiempo es resultado de un cambio hormonal. Sabiendo que muchas desconocen qué lo puede originar, en el siguiente artículo hemos reunido las 7 causas más comunes por las que te pueden llegar a doler los senos.
Dolor en los senos por factores hormonales
Controla el ciclo menstrual, los regulares cambios hormonales que sufren las mujeres son la mayor causa de la sensibilidad en los senos.
Las adolescentes que comienzan su ciclo menstrual casi siempre contraen dolor en los senos en los días precedentes a su periodo.
También es muy común en aquellas que padecen de síndrome premenstrual y periodos menstruales con poca regularidad.
En algunos casos el dolor se presenta justo en medio de su ciclo menstrual, al mismo tiempo que la ovulación.
La ingesta de pastillas anticonceptivas y la terapia de remplazo hormonal pudiesen ser otras causas para que te lleguen a doler los senos.
Quistes mamarios
Los quistes en los senos se basan en unos sacos rellenos de líquido que se generan en los tejidos mamarios. Estos se producen cuando las glándulas de los senos incrementan de tamaño, ya sea por cambios con las hormonas o desequilibrios inflamatorios.
Y si es verdad que son abultados y pueden causar dolor por lo que suelen confundirse con uno de los síntomas principales de cáncer de seno, es un inconveniente benigno que se puede tratar con facilidad. Es muy importante buscar atención oportuna, ya que algunas ocasiones alcanzan un tamaño que se siente con facilidad.
Abscesos en los senos
En algunos casos, cuando sientes dolor en los senos se debe a una condición infecciosa que es conocida como abscesos. La cual consiste en la agrupación de pus en el tejido mamario, que hace que se genere unos diminutos bultos blandos que pueden provocar dolor al ser tocados o presionados.
Se forman principalmente por las bacterias que entran al pecho a través de las grietas que tienen los pezones o por problemas durante la lactancia. Es primordial buscar ayuda especializada, ya que se requieren de antibióticos para poder controlar la infección.
Cáncer de mama
La inflamación y dolor de los tejidos mamarios claramente se suele vincular con el cáncer de mama, sobre todo cuando ya se convierte en un síntoma recurrente. Sin embargo, aunque podría ser una posible causa, muy rara vez es lo que genera esa sensación de sensibilidad.
El dolor en los senos causado por esta devastadora enfermedad es uno de los síntomas que dura más en expresarse cuando se desarrolla. Lo que significa que si esta es la causa del dolor, es muy probable que con anterioridad ya se hayan manifestado otros síntomas de la enfermedad.
Embarazo
Gracias a los cambios hormonales que se generan, el embarazo es una causa considerable para que te empiecen a doler los senos. De hecho, en la gran parte de los casos, es uno de los síntomas iniciales de estar en cinta.
Las mujeres cuando es su primer embarazo o cuando ocurre a muy temprana edad, suelen ser un poco más sensibles.
Regularmente, durante el primer trimestre de embarazo, los senos incrementan su tamaño y, además de dolor, se pueden visualizar pequeñas venas azules que nos dan a entender el flujo sanguíneo que se encuentra en la zona.
Lactancia
Aunque el tiempo de lactancia es especial por la interacción madre-hijo, es imposible evitar que no se presente dolor y sensibilidad en los senos.
Sin importar de que la mujer amamante o no, la subida de la leche y la actividad hormonal causan ese molesto dolor. Por otro lado, cuando los senos se resecan y se agrietan, hay posibilidades de infectarse de alguna bacteria o por levaduras.
Es por eso, que si el dolor es frecuente y no presenta mejora con el pasar de los días, es primordial ir al médico para analizar si el problema es causado por una infección.
Mastitis
Esta situación se puede presentar por el ataque de algún virus, bacterias u hongos en el tejido mamario, lo cual genera una respuesta inflamatoria. Además de doler los senos, esta se puede distinguir con síntomas como:
Enrojecimiento de los mismos
Inflamación
Calentura
Sensación de fatiga
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