Artrosis o artritis son enfermedades crónicas muy frecuentes. A veces se confunden entre sí pues ambas cursan con dolor e inflamación. Suponen un 10% de las consultas al médico de Atención Primaria.
En ambas patologías es muy importante regular la hormona insulina, pues de ella depende la capacidad antiinflamatoria del organismo.
Diferencias artrosis o artritis
La artrosis provoca un dolor mecánico y rigidez al levantarse, pero mejora en reposo. Tiene carácter degenerativo pues se va destruyendo el cartílago articular. Es más frecuente en mujeres a partir de los 55-60 años y en trabajos que sobrecargan las articulaciones o que implican movimientos repetitivos.Los pacientes con artritis, sienten dolor y rigidez todo el día, sobre todo en reposo y por la noche, provocado por la inflamación de la membrana sinovial. Afecta por igual a ambos sexos. Y sus causas más comunes suelen ser después de un golpe (postraumática), una infección o autoinmune (artritis reumatoide).
Todas las enfermedades reumáticas comienzan por procesos de permeabilidad intestinal, por ello, limpiar y estimular el sistema digestivo, hígado y vesícula y repoblar la microbiota (flora intestinal) son aspectos terapéuticos importantes.
Alimentación recomendada en artrosis o artritis
Activar hígado, vesícula e intestinoLa sobrecarga del hígado causada por procesos inflamatorios hace que aumente la probabilidad de que aparezca dolor. Es recomendable beber al menos 2 litros de agua cada día, seguir una dieta depurativa y tomar un suplemento detox como el Epatofluid, durante 10-20 días para arrastrar las toxinas acumuladas. Además, te ayuda a perder peso y a disminuir los gases, favoreciendo un vientre plano y menos volumen. Diluye dos tapones en una botella de agua y tómalo a lo largo del día, de esta manera también conseguirás beber más durante el día.
Evita irritantes hepáticos como café, fritos, alcohol, azúcar (dextrosa, glucosa, maltosa, lactosa, fructosa, miel), leche (yogur, queso), grasas procesadas (saturadas y trans), hidratos de carbono refinados (pan, pasta, galletas, bollería), aditivos, colorantes y conservantes, alimentos procesados o muy elaborados y carnes rojas.
Evita también, espárragos, coliflor y brécol pues reducen la capacidad detoxificadora del hígado.
La inflamación subyacente en este tipo de patologías está muy relacionada con la relación omega6/omega 3 que debiera ser de 2,6 a 1. La alimentación actual conlleva una relación 15 a 1. Por ello es conveniente tomar un suplemento de omega 3 y reducir al máximo las fuentes de ácido araquidónico (omega 6): carne de cerdo, ternera, embutidos, huevo, aceites vegetales refinados (germen de trigo, soja, girasol, grano de uva y maíz), margarinas.
Activar la microbiota
Consume más alimentos prebióticos para reducir el estreñimiento y activar tu microbiota (flora intestinal). Para ello aumenta el consumo de espinacas, remolacha, queso de cabra, manzana rallada, cebolla y aceite de oliva de primera presión en frío.
Las proteínas de la leche y del trigo principalmente producen alteraciones intestinales que provocan afectación inmunológica. En unos casos desencadenan sinusitis, migrañas o enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, esclerosis, dermatitis, eccemas, alergias, rinitis o a nivel de la mucosa bronquial, asma o bronquitis.
Prueba a evitar durante dos meses los lácteos y los cereales refinados, ya que con frecuencia mejora la sensación de dolor e inflamación corporal.
Dieta para artrosis o artritis
Sigue el Decálogo Dieta Coherente para reducir la inflamación y mejorar tu calidad de vida. Establece un horario fijo de 5-6 comidas, teniendo en cuenta:
- En todas las comidas debe haber: proteína, grasa e hidratos de carbono.
- Tres comidas principales y dos/tres tentempiés.
- No dejes pasar más de una hora, desde que te levantas sin desayunar.
- No dejes pasar más de 4-5 horas entre comidas.
- Si pasan más de 3 horas desde la cena a la hora de acostarte, debes tomar un snack (tipo media mañana o merienda).
- No mezcles féculas en la misma comida: pan, pasta, arroz, patatas, plátano, maíz, remolacha, calabaza.
- Practica ejercicio moderado al menos un poco más de lo habitual. 40 minutos de caminata al día.
- Bebe de 1,5-2 litros de agua al día. Mejor fuera de las comidas.
- La preparación de los alimentos será a la plancha, cocidos, al vapor, horno…. Evita preparaciones culinarias que incorporan mucha grasa: fritos, guisos, empanados, potajes, etc.
- Puedes condimentar la comida (limón, vinagre, especias, pimienta…) para dar sabor a los platos.
- Modera la cantidad de sal y revisa el etiquetado para detectar el sodio oculto en los alimentos.
- En caso de hipertensión o de retención de líquidos es recomendable la “sal sin sodio”.
- La coca-cola, el café y el té son potentes estimuladores de los niveles de insulina y de la inflamación, por lo que intenta reducir su consumo y si los tomas, mejor descafeinados.
- Intenta reducir el nivel de estrés pues provoca la misma respuesta fisiológica que la cafeína. Es recomendable practicar técnicas de relajación o yoga.
- Toma durante 15 días caldo depurativo.
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