Una dieta en verano y los quioscos llenos de helados
Hacer una dieta en verano es tarea ardua y complicada. Aunque estamos de vacaciones y queremos disfrutar los manjares de temporada con las tentaciones presentes en cualquier esquina, somos capaces de sacar fuerza de voluntad para continuar con nuestra dieta. Ya hemos superado el chiringuito, las terrazas y ahora… ¿qué hacemos con los quioscos de helados?
Quioscos de helados, chuches, bolsas de patatas fritas, gusanitos, refrescos, chocolate… Lamentamos decírtelo, pero olvídate de todas estas golosinas; son grasas y azúcares que no te aportan nutrientes pero sí entorpecen la realización de una dieta en verano. Por mucho que lo puedas disfrutar, al final se traduce en calorías que se acumularán inmediatamente en las zonas conflictivas de tu cuerpo: nalgas, pistoleras y tripa. Los helados de hielo, artesanos, granizados y sorbetes
Los helados de hielo: tienen un elevado porcentaje de agua, por lo que aunque contengan azúcares, no cuentan con excesivas calorías y no tienen nada de grasa. Los helados cremosos sí que tienen más calorías (concretamente entre 160 y 250 Kcal por 100 g).
Apuesta por helados artesanos: lo importante es escoger helados hechos de la forma más natural posible, como los que puedes encontrar en las heladerías de toda la vida. Tienen una alto valor calórico, pero también proteínas, hidratos de carbono, y vitaminas. Por ello, debes evitar los típicos bombones helados, de cucurucho u otros sabores de las principales marcas de helados industriales, son auténticas bombas calóricas. Si lo tomas, házlo esporádicamente, como sustituto de una merienda y siempre en tarrina pequeña.
Granizados y sorbetes: Son bebidas heladas que se sirve cuando aún está cristalizada. El sorbete, está a medio camino entre el granizado y el helado, contiene menos grasa que los helados cremosos, pero sí que tiene más azúcar. El principal componente de los sorbetes y granizados es el agua, aproximadamente un 85-90 % de su composición es todo agua. Por tanto, se podría decir que el contenido calórico de estos productos no es muy elevado: alrededor de las 70 calorías por cada 100 mililitros. En su elaboración no se emplean materias grasas (a diferencia de los helados cremosos), por lo que no aportan grasa ni colesterol. Sin embargo, conviene no abusar del consumo de estos productos ya que, aunque no tienen grasas, aportan azúcar en cantidades significativas. En cualquier caso, el consumo de sorbetes y granizados debe ser esporádico para evitar el excesivo consumo de azúcar.
Esta recomendaciones que os damos son útiles para toda la población en general y se hace más estricta en el caso de diabéticos o personas con niveles elevados de triglicéridos en sangre. Estas personas deben limitar de una forma más seria el consumo de este tipo de refrescos.
Con todo esto, no nos queda más que añadir: ¡Mucho ánimo a los que elegís hacer una dieta en verano!
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