¿Quieres conocer todo sobre la talasoterapia? Posee bastantes beneficios la talasoterapia, una técnica que utiliza los productos marinos con fines terapéuticos en base a tres elementos principales: el agua, el aire y las algas. De este principio salen diversos elementos tales como el agua de mar, el barro, las algas, el lodo o las sales; todos ellos con una aplicación real y beneficiosa a través de esta técnica y siempre pasando por un proceso que garantice la ausencia de sustancias patógenas.
De la playa a tu piel
Debido a las condiciones especiales que tiene el agua marina, se hace casi imposible su almacenamiento, por lo que es necesario que el centro que realice esta práctica sea cercano al mar y pueda trabajar con agua de mar viva.
El procedimiento es el siguiente: el agua se recoge a unos 150 metros de la orilla y se almacena en una cisterna, atravesando filtros de arena para conseguir los diferentes elementos marinos. Desde esta cisterna, el agua se distribuye en las diferentes instalaciones del spa o balneario a una temperatura de hasta 36º C.
La hidroterapia se puede aplicar a través de diferentes métodos como la hidrocinesiterapia, que consiste en realizar ejercicios dentro del mar, el hidromasaje, aplicado mediante chorros de agua a presión en una bañera, la piscina de chorros, la piscina dinámica, que está orientada a la recuperación funcional, la relajación en piscina climatizada y distintos tratamientos con algas, fangos y lodos marinos.
Mucho más de lo que imaginas
Una vez el agua entra en contacto con el cuerpo, se realiza un proceso de osmosis natural propio de éste, de manera que el agua se absorbe aportando un proceso de reequilibrio gracias a que tiene una composición similar al plasma sanguíneo.
El agua marina contiene más de 80 elementos necesarios para el organismo, siendo algunas de sus propiedades antitumorales, antibacterianas y antivirales. Además, el uso de las algas nutridas por el mar, significa aportar al organismo vitaminas A, B, C, E, F y K, hierro, calcio, proteínas y una gran variedad de minerales.
En cuanto a los beneficios físicos, tiene propiedades positivas como analgésico y para mejorar algunas patologías del aparato locomotor como el reuma o la osteoporosis. También favorece el funcionamiento del sistema circulatorio, la recuperación tras una operación y el sistema respiratorio en trastornos como el asma o la faringitis. Igualmente, resulta muy positivo para problemas dermatológicos como la psoriasis y ginecológicos. Además, existen beneficios psicológicos, puesto que la talasoterapia da muy buen resultado en relajación, problemas de estrés, depresiones, insomnio y fatiga, asociando la situación marina a un estado máximo de tranquilidad.
Más y mejor
En los últimos años, el turismo de salud ha vivido un auge y el sector se ha adaptado para ajustarse a las necesidades de los usuarios. En relación a esto, Pablo Farnós, director del Hotel Termas Marinas El Palasiet, comenta que 'tanto los centros de talasoterapia como los balnearios han multiplicado su oferta'.
Asimismo, se hace necesario un ajuste en la oferta capaz de hacer frente a la demanda, tratando de ofrecer un servicio mejorado sin perder de vista el objetivo: la salud. Sobre esto, Farnós explica que "nuestra última implantación son una serie de programas donde se combina la talasoterapia con las curas dietéticas. De esta manera, en este centro ofrecen a sus clientes consultas de médicos especialistas, dietistas, análisis, e incluso imparten clases de cocina saludable.
Respecto al futuro, el director del hotel opina que ?la demanda ha tenido un crecimiento importantísimo en los últimos diez años. También añade que los clientes exigen profesionalidad y unos estándares de calidad crecientes, tanto en las infraestructuras como en la profesionalidad de las terapias y técnicas ofrecidas.
Teniendo esto en cuenta, los clientes suelen tener un interés común por mejorar su estilo de vida. Además de ello, Farnós también ha destacado del perfil del usuario su interés por buscar ofertas de ocio más enriquecedoras y activas, donde al mismo tiempo que se descansa, se aprende a ser más activo, a comer mejor y a relajarse, y todo de forma natural. En definitiva, estas experiencias nos pueden enseñar a llevar unos hábitos más saludables y mejorar así nuestra calidad de vida.